Dialogar para consensuar, compartir para mejorar, integrar para avanzar

Ya han pasado 7 años desde la promulgación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995 y el papel de los profesionales de la prevención ha ido cambiando, evolucionando acorde a las circunstancias y entornos laborales en los que se ha ido moviendo.

En una primera etapa su trabajo se centró en realizar la identificación, evaluación inicial de riesgos e implantación de medidas preventivas, lo que ha permitido definir, dirigir, organizar y controlar sistemas de prevención de riesgos laborales.

Ahora el reto se encuentra en la mejora continua y el aprovechamiento de las experiencias, las buenas prácticas y los avances alcanzados en otras CC.AA. y en otros países, para romper el círculo vicioso de una posible prevención de riesgos laborales burocratizada, y convertirlo en una espiral ascendente.

Por todo ello, pienso que se deben propiciar iniciativas tendentes a integrar la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa, creando una cultura preventiva en el seno de la organización. En algunos casos esto podrá conseguirse mediante la integración de los sistemas de calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales, tan semejantes entre ellos y, a su vez, tan dispares; pero lo que resulta fundamental es que, en cada decisión empresarial, la organización tenga presente que su activo más importante son las personas y que prevenir los riesgos a los que están sometidas no sólo es cuestión de ética u obligación tanto moral como legal, sino también de lógica empresarial.

En cualquier caso, debemos ser capaces de avanzar hacia la creación de un sistema de gestión que no sea redundante en lo burocrático y que, si se integra, debe conservar el carisma y la esencia de la prevención

Para que exista progreso, no sólo es necesario que la ciencia y la tecnología avancen, sino que estas innovaciones mejoren la calidad de vida. En prevención, esto comporta dos cosas: por un lado, utilizar los avances en la eliminación y prevención de riesgos y problemas “clásicos” y, por otro lado, considerar la aparición de nuevos riesgos ligados con el trabajo. Estos riesgos emergentes se deben identificar, evaluar y prevenir para minimizar el daño que el progreso induce a las personas y al medio ambiente.

La filosofía de este“Encuentro Nacional de Profesionales en Prevención deRiesgosLaborales”, que se celebrará los días 2, 3 y 4 de abril en Gijón, busca por una parte cohesionar al grupo de profesionales de la prevención mediante foros de debate, experiencias de buenas prácticas y de mejora de las relaciones laborales y, por otra, impulsar y consolidar el rol del profesional de la prevención de riesgos laborales mediante la puesta en común de estrategias dirigidas a la mejora de la pericia y al desarrollo de la carrera profesional.

Sólo si integramos todos los conocimientos divergentes (ingenieros, psicólogos, higienistas, médicos, etc.), podremos converger en el objetivo fundamental de esta profesión: el avance real en la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores.