Construyendo Empresas Responsables con Futuro

Hace unos días al escuchar unas reflexiones sobre la situación presente y futura de las empresas, realizadas por un amigo experto en el tema, se nos quedó grabado uno de sus comentarios que decía : " las empresas que van bien , en gran parte es porque sus directivos tienen un sueño ". Creemos acertadísimo el comentario, porque es de la dirección de donde emanan los elementos claves que definirán las actuaciones y estrategias que con toda seguridad se transformarán en resultados, sin olvidarnos por supuesto de conceptos trascendentales y permanentes, que deben ser intrínsecos a toda organización, como: los valores e ilusiones compartidas, la motivación e implicación de las personas, el orgullo por el trabajo bien hecho, el gusto en cooperar, etc., que nos han permitido llegar a donde estamos.

Pero toda dirección, para tomar decisiones acertadas precisa de la asunción de valores éticos, con una visión a medio y largo plazo, esencial para que las organizaciones sean sostenibles. Se trata de averiguar el fin de nuestras actuaciones y las diferentes metas intermedias a alcanzar, qué hábitosy procedimientos hemos de asumir para forjar día a día un carácter y una cultura de empresa, qué información transparente se ha de disponer, para que obrando con prudencia, los sujetos responsables, que hemos de ser todos, podamos decidir yactuar con eficiencia, y como no, autocontrolarnos. En tal sentido, la ética de la empresa, consustancial hoy con el beneficio económico, que los ciudadanos con su capacidad de decisión y de compra hacen posible, plantea con creciente fuerza como valores, la calidadintegral de productos, servicios, procesos y condiciones de trabajo, la honestidad en el proceder, el mutuo respeto con todos los agentes sociales, interna y externamente, la participación ycooperación por la que conjuntamente pretendemos alcanzar los objetivos establecidos, la competencia profesional basada en la formación continua, con una gestión eficaz del capital intelectual, el principal activo de toda organización, la creciente solidaridad explorando al máximo las propias capacidades y necesidades, de modo que el conjunto de personas pueda beneficiarse, y la autonomía, innovación y creatividad, como expresión máxima de nuestras competencias y de nuestra libertad, dentro del espíritu de saludable riesgo que debería caracterizar todo proyecto empresarial.

Todo esto, mediante un grupo de herramientas, normas y sistemas de gestión, enfocados a cada área y proceso; bien aplicadas; y con la participación e involucración de todas las partes, se podrá conducir el camino del éxito. Un éxito que habrá que estar ganándose y preservando en el día a día. Pero no es sólo cuestión de trabajo en equipo, estamos hablando también de compromiso de toda la organización, de tener todos los objetivos claros y también muy claro el cómo conseguirlos. Para llegar a esta situación es muy importante que el camino entre la "VISION" y los resultados esperados el "ÉXITO", esté inicialmente bien cimentado, un enfoque y despliegue adecuado en la fase intermedia y una evaluación y control constante que nos ayudará en caso de que fuera necesario a corregir o mantener los indicadores claves definidos. Para que el "sueño" poco a poco se haga realidad, una de las estrategias a seguir de forma coordinada y secuencial sería :

- Elaboración / definición de la VISION y MISION así como de los códigos de actuación empresariales.

- Estrategias de actuación para la comunicación, la participación y la implantación y control de la "mejora continua " en todos los ámbitos. Todo ello basado en un nuevo modelo de negociación abierta y creativa, no posicional.

- Aplicación sistematizada de los criterios de Excelencia Empresarial (EFQM) y su autoevaluación y control.

- Seguimiento y control de las responsabilidades empresariales, interactuando con todos los interlocutores: clientes, trabajadores, proveedores,…

Probablemente seguiremos pensando que la Empresa está fundamentada en la tecnología, los procesos, la innovación, los sistemas, la eficiencia económica, etc. pero no olvidemos que al final, el servicio, la calidad y la satisfacción de todas las partes implicadas es la consecuencia final de una gestión verdaderamente eficaz, y que la clave de ese éxito somos las personas. Compartamos juntos "ese sueño".