La aviación, un medio de entrenamiento en prevención de riesgos
La aviación, un medio de entrenamiento en prevención de riesgos
El vuelo en un avión se puede realizar de dos maneras diferentes, una muy cerebral, estudiando los movimientos necesarios en las palancas y los mandos para evitar que el aparato se estrelle y pase a ser un montón de chatarra, y la otra, con el corazón, viviendo el vuelo y las reacciones del avión, a través de los mandos, como si estos fueran una prolongación de los miembros del piloto. El piloto se mueve en un medio, la atmósfera, que cambia continuamente de condiciones y de aspecto, de tal manera que ningún vuelo es igual a otro. El piloto que no tenga el propósito de mejorar su técnica en cada vuelo es como el artista pintor que pinta siempre los mismos cuadros sin perfeccionar su estilo. Es un constante aprendizaje, estudiado y realizado de modo que la seguridad es el objetivo primordial, al que sigue el placer del vuelo.
La seguridad empieza en las listas de comprobación que el piloto comprueba desde antes de subir al aparato hasta el paro final del motor en el aparcamiento. Las listas, que pueden leerse en voz alta, son:
- Inspección exterior (vuelta al avión)
- Inspección interior antes de la puesta en marcha
- Arranque del motor
- Después del arranque del motor
- Comunicación por radio (autorización de rodaje e instrucciones)
- Rodaje
- Punto de espera
- Comunicación por radio (autorización de despegue)
- Despegue Comunicación por radio (a 5 millas fuera del ATZ (zona control aeródromo))
- Crucero
- Aproximación o preaterrizaje
- Comunicación por radio (instrucciones de aterrizaje)
- Aterrizaje
- Comunicación por radio (pista libre)
- En tierra y aparcando
Especial mención requieren la prueba del motor en el punto de espera, la comprobación de todos los instrumentos del motor en la carrera de despegue, la verificación periódica de las zonas de probable aterrizaje en caso de fallo de motor en crucero, el uso de las ayudas de navegación, el cumplimiento de los reglamentos del aire, y el aterrizaje.
La meteorología es de especial interés para efectuar vuelos seguros sin arriesgarse a encontrarse en situaciones comprometidas por haber decidido continuar el vuelo en condiciones que conduzcan a un empeoramiento de la situación. En vuelo, el piloto dispone del servicio VOLMET que a una frecuencia determinada (en Barcelona 127,6 MHz) radia continuamente el tiempo en los principales aeropuertos de la zona.
El uso de la radio se caracteriza porque hay que comunicar los datos en las mínimas palabras posibles pero sin malas interpretaciones. Por ejemplo, existe un lenguaje aeronáutico en el que cada letra se pronuncia con una palabra determinada. Así B es Bravo, C es Charlie, W es Whiskey, etc. La palabra afirmativo se pronuncia afirma (en lugar de afirmativo) para no confundirla con negativo.
En caso de perderse, el piloto dispone de ayudas, VOR, ADF, Respondedor, y el contacto por radio con la torre de control, con lo que el controlador puede darle un vector (es decir un rumbo magnético) que le permite proceder directamente a la estación.
El seguimiento constante y la mejora de estas rutinas de seguridad le permite al piloto comportarse como si fuera un ave en el cielo, disfrutando del vuelo y del gobierno del avión de forma segura.