La falta de relevo, todo un reto para las empresas

La falta de relevo, todo un reto para las empresas

Salud, nuevas tecnologías, transporte o construcción son solo algunos de los sectores productivos con serios problemas para encontrar el personal que necesitan. La gestión del talento ‘senior’ es fundamental, afirman los expertos.
11 Febrero 2023

Sara Álvarez, directora de Adquisición de Talento de Adecco, explica cómo lidiar en esta ‘guerra por el talento’ en una jornada organizada por APD en Torre DKVZaragoza. José Miguel Marco

¿Pueden las empresas permitirse el lujo de jubilar demasiado pronto el talento que ha nutrido sus negocios? Con esta pregunta abrió Alfonso Jiménez, doctor en Psicología y ‘partner’ de Exec Avenue, la jornada sobre ‘Relevo generacional y guerra del talento’, organizada por APD (Asociación de Profesionales y Directivos) en la que intervino junto a Juan Manuel Chicote, director de Personas de DKV, y Sara Álvarez, directora de Adquisición de Talento de Adecco.

Los trabajadores de entre 51 y 64 años suponen un tercio de la población trabajadora mientras que los jóvenes de menos de 25 años prácticamente han desaparecido del mercado laboral, lo que plantea un serio problema a la hora de rejuvenecer a las plantillas, apunta este experto. Se    impone la necesidad de «no recurrir solo a las jubilaciones anticipadas (en España alcanzan el 54%) sino aprovechar más el ‘talento senior’. A su juicio, urge «revisar la estrategia de personas en las empresas que tradicionalmente consistía en sacar a la gente mayor, supuestamente más caros y menos comprometidos y sustituirlos por jóvenes, supuestamente más baratos y más preparados». Algo que requiere, dice, de «una política de salud preventiva en las compañías generando hábitos saludables y la revisión de la organización del trabajo manteniendo las competencias durante muchos más años».

Lo que parece «fácil», explicó durante la jornada, «implica una gran revolución en la estrategia de RR. HH». Sin embargo, conviene afrontarlo. «Somos 47 millones de personas en España y 19 millones de población ocupada. En 20 años, desde la década de los 70, hemos perdido 1,7 millones de jóvenes al haber descendido mucho el índice de natalidad.    Ser uno de los países de Europa con menos nacimientos unido al alto envejecimiento hace que haya que prepararse para trabajar más», porque hay y va a haber un déficit de profesionales, advierte el directivo de la consultora Exec Avenue. «Los nacidos en la generación del ‘baby boom’, entre 1957 hasta 1977, tendrán que enfrentarse al dilema de cobrar menos pensión o alargar su vida laboral», señala. La medida del Gobierno de aumentar las cotizaciones a trabajadores y empresas va en esa línea, afirma. «Hay que prepararnos. Nuestros equipos van a estar muy envejecidos y habrá que buscar mecanismos de alargamiento de su tiempo en la empresa», recalca Jiménez. Sin embargo, lamenta, «seguimos expulsando tempranamente el talento cuanto a partir de 55 años la probabilidad de encontrar trabajo es muy baja», indica.

Con modelos de jubilación activa, planes de formación, adecuación de las condiciones de trabajo y la defensa de una actitud inclusiva hacia los mayores (eliminando prejuicios) se paliaría el problema de falta de personas para trabajar de la que se quejan ya muchas empresas. Ahora más que nunca, «es clave la gestión del talento, sea junior, senior, diverso, etc», reonoce Sara Álvarez, directiva de Adecco. «Hay que retener a las personas con experiencia desarrollando una cultura corporativa para que se sientan identificados con la misión, visión y valores de la empresa», dice. 

Trabajar en el relevo generacional ha pasado a ser una cuestión «estratégica», asegura Álvarez. Las «altas rotaciones dan pérdidas» y es básico, dice, «para la competitividad de las organizaciones colocar a las personas en el centro».

Ante el desajuste entre oferta y demanda, Jiménez considera que debería ser «una cuestión de Estado alinear el sistema educativo con el sistema productivo». «No formamos lo que necesitamos. Al contrario, tenemos muchos jóvenes que se forman en titulaciones de muy baja empleabilidad y, sin embargo, nos faltan titulados medios y de formaciones tecnológicas y de salud», destaca. Es lo que ocurre en el sector sanitario, «donde simplemente no hay posibilidades de reemplazo» incide Jiménez. «En los próximos años se jubilarán cientos de miles de profesionales de la salud y simplemente no hay plan B porque no hemos planificado la sucesión». Un problema que, anticipa, afectará a otros sectores de actividad: industrial, logística, infraestructuras, energía. «Vamos a tener que ampliar la vida laboral y atraer talento del mercado internacional», alerta, ante unas necesidades que «se focalizan en perfiles tecnológicos y profesionales de la salud».

Que no se pierda el talento

«Hay que gestionar la diversidad generacional. En siete años nos vamos a encontrar con más de un 50% de los empleados de la compañía con entre 55 y 67 años. Tenemos 300 personas de cerca de 1.000 en DKV que se van a marchar y como no transmitan el conocimiento vamos a tener un problema», admite Juan Manuel Chicote, director de personas de esta compañía de seguros. «Hay que motivarles para que el conocimiento del negocio lo transmitan y al mismo tiempo trabajar las habilidades específicas de los jóvenes para que se adapten», añade.

«En DKV realizamos programas de ‘mentoring’ cuidando de nuestros talentos senior: ‘Mentoring inverso’, donde los más jóvenes enseñan tecnología y habilidades digitales a los senior y estos a su vez transmiten valores, cultura organizativa y el propio negocio del seguro». En su opinión, «es un prejuicio etiquetar a los senior con que tienen dificultades de aprendizaje. No es más que adaptación. Una empresa que se adapta es una empresa de éxito».

«Hacer planificación de plantillas teniendo en cuenta el relevo generacional es la diferencia entre sobrevivir o evolucionar. No se hace lo suficiente», subraya Chicote. Y pese a que la nueva ley de ordenación e integración de la Formación Profesional ha supuesto un paso importante «queda mucho trabajo por hacer en el alineamiento entre la formación que se da en las universidades y las necesidades reales del mercado laboral, especialmente en lo que se refiere a las nuevas profesiones».

La Seguridad Social limita a 15 minutos la atención al ciudadano para acabar con el colapso

Escrivá obliga además a abrir todas las oficinas por la tarde y a recibir sin hora a los mayores de 65 años para desatascar la falta de citas disponibles.

Conseguir una cita en una oficina de la Seguridad Social es hoy misión imposible. Ante un problema que, lejos de solucionarse se está agravando, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha recogido el guante que le ha lanzado el Defensor del Pueblo y ha puesto en marcha un plan para desatascar este colapso, un plan que, lejos de contentar a la plantilla de funcionarios, les ha soliviantado porque consideran que lo único que va a conseguir es dar una "peor calidad del servicio", según denunció este martes el sindicato CSIF en un comunicado.

Las recetas que pretende implantar el ministro, ante el segundo toque de atención que recibe por parte de este organismo público que vela por los derechos de los españoles, pasan por reducir el tiempo de atención al ciudadano, abrir las oficinas por la tarde, incrementar el número de personas atendidas a diario por cada funcionario y atender sin cita previa a determinados colectivos, algo que ha puesto en pie de guerra a una plantilla que lleva meses denunciando esta situación y que pide urgentemente incorporar nuevos efectivos con una oferta público de empleo específica para compensar la falta de personal.

El plan da instrucciones concretas de atención al ciudadano para el primer semestre de 2023 y establece unos claros objetivos que pasan por abrir todos los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CASI) en horario de tarde -algo no establecido en el calendario laboral del organismo-; reducir el tiempo de atención al ciudadano a 10 minutos en el mayor número de servicios y nunca sobrepasar los 15 minutos que fijan como tiempo máximo; incrementar las atenciones con cita por funcionario y día; atender sin cita previa y de forma prioritaria a los mayores de 65 años y a las personas vulnerables con incidencia en la brecha digital y, en caso de que no sea posible, concertarles una cita "lo antes posible", según recoge el documento al que ha tenido acceso este periódico y que lleva la firma de María del Carmen Armesto González-Rosó, directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Cabe recordar que las citas a la Seguridad Social se piden, entre otros asuntos, para solicitar prestaciones tan importantes como una pensión, ya sea de incapacidad, jubilación o viudedad, o el ingreso mínimo vital, temas complejos que para ser analizados en profundidad y resueltos con éxito parece muy complicado solucionar en menos de 15 minutos. Se da así la paradoja de que, en la actualidad, pedir una cita presencial en cualquiera de las oficinas con que cuenta la Seguridad Social en territorio nacional puede demorarse hasta tres meses -según denuncia el sindicato CSIF- y, una vez conseguida, apenas ofrecen al ciudadano 10 o 15 minutos de atención presencial.

Plantilla escasa y saturada

CSIF advierte que la reducción del tiempo de atención al público "sólo supondrá una peor calidad del servicio para el ciudadano, porque solo importará el número de expedientes atendidos por el empleado, aunque tenga que ampliar su jornada laboral, y no si la gestión se ha resuelto satisfactoriamente". Además, el sindicato avisa al ministro de que trasladarán una queja ante la Dirección General del Instituto de la Seguridad Social por considerar que el plan vulnera los derechos sindicales, puesto que modifica las condiciones laborales de la plantilla de este organismo, al aumentar su jornada laboral sin ningún tipo de compensación económica.

"La actual plantilla ya está sobrepasada y superada. Este plan del Gobierno es papel mojado, solo conseguirá que las colas se dupliquen y no va a funcionar si no se contratan a más trabajadores, puesto que la actual plantilla ya está sobrepasada y superada", denunció Ricardo Aguirre, responsable de CSIF en la Seguridad Social, que aseguró que el refuerzo de interinos que anunció el ministro en octubre aún no ha llegado a las oficinas.

Por ello, esta organización de trabajadores avanza que incrementarán las movilizaciones para que se refuerce la plantilla, puesto que se han destruido 10.000 empleos en los últimos diez años y, además, dos tercios de la plantilla está a las puertas de la jubilación.

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