Si no paras, no creas: por qué el descanso es fundamental en el trabajo creativo

Si no paras, no creas: por qué el descanso es fundamental en el trabajo creativo

En la actualidad, parece imposible permitirnos momentos de pausa.
6 Abril 2023

Parece poco profesional no pasarte todo el día trabajando. Parece que si no vas muy ocupado no estás teniendo éxito. Parece que si destinas tiempo al descanso no estás siendo productivo. Parece que, si paras, te quedarás desfasado en cuestión de segundos y estarás perdiendo infinitas oportunidades.

Es verdad que desde la revolución industrial la sociedad se ha ido acercando cada vez más a un mundo totalmente interconectado donde los avances constantes, la tecnología tan presente y la sobresaturación de información y propuestas nos ha llevado a un estado de movimiento continuo, actualizaciones sin precedentes y fugacidad.

Pero si no nos permitimos espacios de descanso, de digestión de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, y empezamos a comprender el papel que tiene la pausa en nuestras vidas, nos estaremos perdiendo una herramienta sana y sanadora de cultivar nuestra propia creatividad.

Si vivimos constantemente en un mar agitado, lo integraremos como aquello habitual y rutinario; y al final, nos olvidaremos de todo lo que nos aportaba navegar en aguas calmadas y no buscaremos nuevos rumbos para salir de dicha tormenta.

LA CREATIVIDAD ES BÁSICA PARA PROSPERAR

Trabajemos dentro del sector definido como creativo u otro totalmente diferente, la creatividad es necesaria y relevante para poder seguir innovando y mejorando. Hay tanta oferta que se ha convertido en una herramienta que nos ayuda a potenciar nuestra diferenciación y afinar aquello que aportamos. Así que aprender a gestionarla y activarla nos abre puertas, ventanas, balcones, jardines y océanos.

Asumir tu derecho a descansar

«Una vida que se toma el descanso en serio no solo es más creativa. Cuando asumimos el derecho a descansar, hacemos del descanso algo gratificante y si lo practicamos de día en día y año tras año, estamos haciendo que nuestra vida sea más rica y placentera». La frase está extraída del libro Descansa, produce más trabajando menos, de Alex Soojung-Kim Pang.

Revisar qué es aquello que nos remueve cuando intentamos descansar y no podemos es lo que deberemos trabajar para que aceptemos y defendamos el papel del descanso en nuestras vidas. A veces, viene directamente de la sociedad, pero otras veces se suman nuestro entorno más cercano y las creencias que nos hemos creado e impuesto.

La revelación de las pausas

En los años 90, varios neurocientíficos como Biswal y Raichle empezaron a desarrollar varios estudios en relación con la RND o Red Neuronal por Defecto, un conjunto de regiones del cerebro que se activan cuando este se encuentra en estado de reposo; y descubrieron que no se encontraba para nada inactivo.

Incluso el padre de la neurociencia, Santiago Ramón y Cajal, afirmaba que «cuando descansamos y dejamos la mente que se explaye, nuestras capacidades intelectuales están activas como cuando nos concentramos a fondo en un problema».

Así que una vez sabemos que no se trata únicamente de sensaciones o intuición, sino que nuestra propia mente sigue funcionando a pleno rendimiento cuando descansamos, qué mejor que darnos la oportunidad de profundizar y probar más a menudo lo que nos aportan los períodos de pausa.

Crea tus propios espacios de descanso, desconecta de la tecnología durante períodos cortos o más largos, practica un hobby que no tenga nada que ver con tu trabajo. No mires tanto la competencia y céntrate con lo que tú puedes aportar. Invierte en ti y sal de tu zona de confort, conecta con la naturaleza…

Son solo algunos de los aspectos que puedes empezar a accionar.

Vivir y trabajar en y con calma

Al final, de lo que se trata es de que cada uno encuentre su propia fórmula y para ello hay que testear, sin prejuicios. Crear el hábito de cultivar la práctica de las pausas deliberadas estimula nuestra parte más creativa y, por lo tanto, hay que incluir, de la misma manera que añadimos las horas de trabajo, un tiempo definido para el descanso.

Vivir y trabajar en calma significa hacerlo desde nuestra propia paz interna. Es ese estado intrínseco que debemos escuchar para respetar lo que nos pide en vez de escuchar hacia a fuera lo que parece que debemos ser y hacer.

Vivir y trabajar con calma significa hacerlo respetando nuestros propios tempos individuales y el ritmo con el que queremos vivir. Es aprender a dedicarle el tiempo que se merece cada uno de los aspectos de nuestra vida. Es crear una rutina compensada que nos llena y que nos permite momentos de relajación.

Indagar y descubrir cuáles son aquellos momentos que mejor nos funcionan es un ejercicio muy poderoso, al igual que la duración de los mismos. Porque no se trata de coger directamente un año sabático o soñar con unas vacaciones de cuatro meses, sino de buscar el equilibrio en la rutina diaria.

Si revalorizamos el papel que tiene el descanso en nuestras vidas y lo invitamos a ser parte fundamental de nuestra rutina diaria, conseguiremos seguir el rumbo que necesitamos para crear espacios que alimenten nuestra creatividad.

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