El estrés laboral como germen de la depresión: la presión en el trabajo potencia los trastornos mentales
El estrés laboral como germen de la depresión: la presión en el trabajo potencia los trastornos mentales
Esa es una de las principales conclusiones de un estudio internacional liderado por investigadores españoles del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IBIBAPS) del Hospital Clinic de Barcelona, publicado en la revista Nature, que ha estudiado los factores de riesgo que favorecen la aparición de esta enfermedad mental.
Los resultados. El estudio encontró que el 18% de los casos de depresión estudiados tienen como uno de sus principales factores desencadenantes una alta presión laboral, que además también provocaría otro tipo de patologías y problemas de salud, tanto mentales como físicas, como el síndrome metabólico, la diabetes, accidentes cerebrovasculares, lesiones musculoesqueléticas e incluso mortandad.
Otros factores de riesgo importantes de la depresión serían los abusos sexuales en la infancia, el exceso de grasas en sangre o la falta de ejercicio.
Un problema creciente. El estudio del Clinic no ahonda más en las causas, ya que es más cuantitativo que analítico. Sin embargo, varios estudios recientes apuntan en la misma dirección y ahondan en los transtornos mentales asociados al trabajo con mayor amplitud.
El estrés creciente es el trastorno que más preocupa a los expertos que estudian las consecuencias de los excesos laborales. Un informe de la consultora de investigación de mercados Gallup publicado recientemente señala que en 2021 en 44% de los profesionales encuestados en todo el mundo sintieron altos niveles de estrés a diario. Es decir, que casi la mitad de la fuerza laboral del planeta está muy estresada.
Preocupados y tristes. Además del estrés, el informe también ahonda en otros aspectos relacionados con la salud mental y el trabajo. Así, un 40% de los encuestados asegura que se siente preocupado a diario por su empleo, y sólo un 21% dice que se siente realmente comprometido con su trabajo. En el plano más personal, el 21% de los trabajadores encuestados confesó que se enfada a diario a causa de su empleo, y el 23% admite que está triste a diario por culpa de su trabajo.
Síndrome de burnout. En la misma línea, un informe de Adecco publicado en 2021 señalaba que el 40% de los trabajadores españoles y globales había sufrido burnout (es decir, cronificación del estrés a causa del trabajo) durante el último año.
Unas cifras que varios profesionales de salud mental consultados por Xataka confirmaron, motivo por el que pedían al Gobierno de España, junto a los sindicatos, que este síndrome, también conocido como ‘del trabajador quemado’, fuese considerado una enfermedad profesional y lo incluyese en el Cuadro de enfermedades profesionales de la Seguridad Social. La Organización Mundial de la Salud (OMS), de hecho, ya lo recoge en su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Un malestar que impulsa la lucha. Este malestar creciente entre la fuerza laboral de todo el mundo no sólo provoca trastornos mentales, también está detrás de los movimientos que actualmente luchan por hacer del trabajo un espacio más ameno y que concilie mejor con su vida personal.
¿Por qué tengo que pasarme dos horas en el metro si puedo trabajar perfectamente desde casa? ¿Por qué tengo que perder dos horas al mediodía en una jornada partida? ¿Por qué tengo que anteponer el empleo a la familia? Y así decenas de preguntas que han conducido a las múltiples luchas abiertas en la actualidad en el mercado laboral, del teletrabajo a la semana laboral de cuatro días, pasando por la flexibilidad horaria, la jornada intensiva o el rechazo de empleos con condiciones precarias, así como a tendencias como la Gran Renuncia o el ghosting laboral.