¿Por qué aumentan las molestias de oído en verano?

Redacción

Durante los meses de verano aumentan las consultas relacionadas con la salud del oído. Los cambios bruscos de presión, que ocurren, por ejemplo, durante los viajes en avión; la exposición a sonidos muy altos –en conciertos o actividades al aire libre-; el consumo elevado de alcohol y tabaco; la exposición continuada a aires acondicionados y corrientes de aire generadas por ventiladores; los cambios de temperatura; las inmersiones en el agua –en playa, piscinas, lagos…- pueden ser la causa de que aparezcan incómodas y recurrentes molestias de oído.

Dolor de oído, molestias en el pabellón auditivo y la aparición de otitis son algunos de los trastornos que experimenta el 22,3% de los españoles en verano según un estudio presentado por Audika.

Cómo sacar el agua de los oídos

La importancia de sacarse el agua del oído tras una inmersión o al salir de la ducha o de la bañera es clave. Muchas personas emplean la toalla, otros usan bastoncillos –algo que desaconsejan totalmente los especialistas- y otros optan por usar una gasa. Estirar y sacudir el lóbulo de la oreja inclinando ligeramente la cabeza hacia el lado de la oreja que se está sacudiendo es un truco muy acertado y que pocas personas conocen.

Consejos para el cuidado de los oídos en verano

La limpieza del pabellón auditivo es clave para evitar que quede, por ejemplo, agua estancada. Aparte se pueden seguir las siguientes recomendaciones:

1.- En viajes en avión o en situaciones en que se somete al oído a cambios de presión: consumir caramelos o chicles e, incluso, usar tapones para evitar la aparición de acúfenos. Si se está resfriado conviene tomar un medicamento descongestionante.

2.- Exposición a ruido: Evitar la proximidad a los altavoces y no ocupar las primeras filas.

3.- Evitar el consumo de alcohol, tabaco o sustancias tóxicas.

4.- Reducir la exposición continuada al aire acondicionado y evitar los cambios bruscos de temperatura.

5.- Evitar que se quede agua o humedad retenida en el oído tras la inmersión en agua o al salir de la ducha. Es la causa más frecuente de las llamadas ‘otitis de nadador’. Cuando estas infecciones son recurrentes ser el detonante de un problema de pérdida de audición. Para evitarlas hay que utilizar tapones óticos, bandas o gorros de baño para evitar la entrada de agua en el oído. Tras salir del agua hay secar los oídos de forma adecuada.

6. – Las personas con tendencia a padecer otitis conviene que utilicen un preparado o un spray con ácido bórico tras la inmersión y limpiar y secar a continuación el conducto auditivo.