Cómo saber si trabajas en un entorno tóxico
Cómo saber si trabajas en un entorno tóxico
Cuando eras mucho más joven, y todavía no habías puesto un pie en el mundo laboral, fantaseabas con que en el futuro tendrías un puesto de trabajo increíble. Pero increíble de verdad. Las cosas, sin embargo, no han salido como esperabas y, aunque no logras identificar exactamente la causa, no estás feliz en tu curro. Es así. Y es bastante probable que la raíz del problema sea la toxicidad del ambiente. Al igual que ocurre con la toxicidad de las relaciones, no siempre resulta sencillo percatarse de ella. Tienes que sacar tu lado objetivo y atender a unas cuantas características que, según los expertos, son propias de los entornos laborales tóxicos.
Primeras señales
En concreto, según un equipo científico liderado por el investigador Donald Sull, del MIT Sloan, y Ben Zweig, de la Universidad de Nueva York. Para ellos, muestran en el paper de su investigación, existen al menos cinco indicadores claves de la cultura laboral tóxica. El primero de ellos es la exclusión. Aquí dentro se encuentran las expresiones discriminatorias, el lenguaje sexista, el lenguaje xenófobo, esos cotilleos insanos o las actitudes excluyentes. Todas esas cosas que pueden hacer que tú o cualquiera de tus compañerxs se sienta fuera del grupo. Sin duda, son mierdas que convierten el ambiente profesional en un infierno. Lacras heredadas de un triste pasado.
El segundo indicador es la falta de respeto, la sensación de que tu presencia no es importante y podrían cambiar en cualquier momento por otra persona. Frases como "siento que me tratan como un engranaje más de la máquina" o "me siento como si me trataran como ganado o como un insecto" son algunas de las frases utilizadas por los participantes de la investigación para explicar esta sensación. Como dicen desde Business Insider, medio que se hace eco del estudio, "esto puede conducir a sentimientos de deshumanización y de pérdida de la personalidad". Un entorno laboral que te minimiza y daña tu autoestima. Lo peor.
Cuestión de valores
En tercer lugar, se encuentran los comportamientos poco éticos. Si tus compañeros o tus superiores llevan a cabo prácticas profesionales deshonestas, como falsear descaradamente la información o realizar engaños a los clientes, es bastante comprensible que te sientas mal. Choca con tus valores morales y te hace sentir sucix, cosa que detestas. Como también detestas la encarnizada competitividad interna promovida desde la propia compañía. "Sitios de trabajo despiadados que animan a los empleados a trabajar unos contra otros en lugar de colaborar", apuntan desde este mismo medio. No hay manera de que estés cómodx así.
Por último, se encuentran lxs jefxs abusivxs. Una maldición bastante habitual, por desgracia. Y bastante más perjudicial de lo que podrías pensar. "Si alguien trabaja en un entorno tóxico, tiene entre un 35% y un 55% más de probabilidades de que le diagnostiquen una enfermedad grave. Para la mayoría de los empleados, la realidad es que su jefe tiene un mayor impacto en su salud que su médico", explica Sull. Algo que deberías tener muy presente. A veces la necesidad obliga a permanecer en un puesto de trabajo pero, si es tóxico, tan pronto como tengas la oportunidad, sal de ahí. Busca una empresa saludable. Existen.
Fuente: Codigonuevo