Todos quieren innovar, pero nadie quiere cambiar

Si bien la diferencia entre el azar y el cambio puede ser solo una letra, después de dos décadas de fundar empresas tecnológicas y crear productos digitales, puedo decirles con absoluta certeza que nadie quiere cambiar. ¿Y por qué lo harían? El cambio significa trabajo duro, decisiones arriesgadas y fracaso potencial. Pero sin cambios, sus aspiraciones de innovación son solo eso: aspiraciones.

Cuando se enfrenta a un equipo, departamento u organización donde se necesita un cambio, alcanzar ese nivel de innovación puede parecer insuperable. ¿Qué puedes hacer? Más de lo que piensas, en realidad. Según un estudio de Accenture sobre innovación, el retorno del gasto en innovación de las empresas ha disminuido un 27 % en los últimos cinco años. El estudio describió el enfoque que siguen las empresas de alto crecimiento para obtener valor de su innovación: estar orientadas al cambio, a los resultados y a la disrupción.

Del mismo modo, creo que hay tres formas muy sencillas de orientarse hacia el cambio y, en última instancia, transformarse: centrarse en el aprendizaje, dar el primer paso hacia la ejecución y pensar en lo que se necesita para aprovechar la organización.

1. Aprende, no lances

La experimentación ayuda a las organizaciones a aprender, y rápidamente. No todas las acciones que realice serán las correctas. Pero puede mitigar el riesgo de falla al probar y aprender continuamente.

En lugar de pasar meses tratando de demostrar el valor y elaborar un plan, los equipos deben moverse más rápido validando rápidamente las ideas y aprendiendo de los clientes si vale la pena seguir los conceptos. Las necesidades de investigación tradicionales no se van por la ventana con este enfoque. Los equipos de investigación son sus socios en este proceso de aprendizaje, porque su única defensa contra la mala toma de decisiones es una diversidad de puntos de datos.

2. Comience con la ejecución, no con los planes.

Tomar lo que has aprendido y ser capaz de ejecutar es realmente la clave.

Desafortunadamente, el comportamiento humano juega en nuestra contra aquí. Nuestra inclinación es crear un plan, obtener la aceptación de otros ejecutivos o equipos de liderazgo o crear una hoja de ruta de productos de cinco años. El problema con los planes es que representan su negocio actual y sus clientes actuales, no el estado futuro de ninguno de los dos.

Para influir verdaderamente en el cambio, debe detectar y abordar los comportamientos cambiantes de su cliente, y un plan no será suficiente. En su lugar, considere tomar medidas y volver a las partes interesadas internas para contarles lo que aprendió, no lo que planea hacer.

Por ejemplo, si el resultado deseado es mejorar la experiencia del cliente, incluya a sus clientes en el proceso de desarrollo de productos y servicios y obtenga sus comentarios. El beneficio adicional de este enfoque es que ahora ha generado datos y recopilado evidencia y resultados que puede traer a su equipo.

3. Incentive a la organización para que siga su ejemplo.

Los incentivos impulsan el cambio de comportamiento. Piense en cómo puede alentar a toda una organización de diversas partes interesadas con sus propias motivaciones individuales a correr riesgos y avanzar con la innovación.

Comience con los altos ejecutivos, que deben comprometerse con este cambio de mentalidad para que una empresa coseche las recompensas, y que pueden estar motivados al escuchar los puntos de prueba, el ROI y los resultados comerciales. Esto supone, por supuesto, que el liderazgo se dedique a innovar. Vale la pena señalar que el cambio debe comenzar desde arriba, e incluso puede encuestar a los empleados para medir su percepción del apoyo del liderazgo a la innovación.

Para las personas que se encuentran en las trincheras del trabajo diario, la motivación para el cambio puede venir en forma de crecimiento profesional o reconocimiento.

Para lograr esto, cree un mecanismo o sistema de gestión de ideas que muestre a los empleados que está interesado en sus ideas. Ejecute y experimente con esas ideas y considere compartir y destacar esos éxitos de experimentación e innovación. Establecer incubadoras o laboratorios de innovación que abran nuevas oportunidades de carrera y proyectos para equipos interdisciplinarios.

Al comenzar poco a poco y combinar puntos de prueba con una atmósfera de éxito envidiable, la innovación puede mantenerse.