Es imposible no comunicar. La importancia de los metamensajes.

Redacción

Técnicamente, decimos que el receptor interpreta la información; esto es, descodifica y, además, al mismo tiempo, infiere información (“lee” un metamensaje). Tales metamensajes pueden constituir información positiva o negativa para la imagen del emisor.

En ocasiones producimos deliberadamente textos que permitan a nuestros lectores inferir información que no está “dicha”. En otras ocasiones, en cambio, motivamos inferencias o metamensajes de manera involuntaria. Un buen escritor controla siempre de manera adecuada los metamensajes que quiere desencadenar. Por ejemplo, el párrafo siguiente procede de un díptico publicitario de un curso de comunicación escrita dirigido a Directivos de empresas y organizaciones:

La comunicación escrita en la empresa, es un concepto básico para la optimización de la gestión interna y externa y un instrumento imprescindible para la creación y mantenimiento de la imagen empresarial. (presentación del curso “La comunicación escrita en la empresa”)

Nótese que, a pesar de que el léxico del párrafo es estudiadamente tecnicista (optimización, imagen empresarial) e hiperbólico (como suele ser propio de los textos publicitarios), hay un desliz que rápidamente salta a los ojos de un lector semi-experto: se ha utilizado una coma que separa el sujeto del predicado: “La comunicación escrita en la empresa, es...”, lo que desacredita de inmediato el supuesto conocimiento sobre técnicas y normas de escritura del responsable del curso.