Las señales de que eres más inteligente de lo que pensabas
Las señales de que eres más inteligente de lo que pensabas
El concepto de inteligencia ha cambiado mucho a lo largo de los años. Oficialmente, la mejor manera de medir la inteligencia de una persona es mediante un test del CI, una revisión de otros más antiguos como el test de Stanford-Binet o las escalas de Wechsler, basados en la solución de habilidades aritméticas, memorísticas y lingüísticas. Históricamente el valor de este cociente se calculaba dividiendo la edad mental de la persona por su edad cronológica, y multiplicando este valor por 100.
Con el paso de los años, algunos descubrimientos de gran influencia han cambiado varias ideas preconcebidas sobre la inteligencia. Por ejemplo, estudios en países en vías de desarrollo respaldan la idea de que un mayor acceso a la educación, la vivienda y la nutrición son factores fundamentales a la hora del aumento del coeficiente intelectual, y en la actualidad, hay muchos métodos de enseñanza que tratan de combinar las habilidades interpersonales y el trabajo en equipo junto con los estímulos para que los estudiantes comprendan las percepciones emocionales de los demás.
Por supuesto, que el concepto de lo que es la inteligencia cambie conforme avanza la sociedad es fundamental tanto para sí misma como para los problemas globales que hay que resolver. Como señalábamos al principio, los test de inteligencia tradicionales son perfectos para medir algunas cuestiones importantes como son la inteligencia matemática o el vocabulario, pero a la hora de la verdad hacen una captura pequeña de lo que es algo más complejo, como es la inteligencia del individuo.
Los test de inteligencia tradicionales son perfectos para medir algunas cuestiones importantes, pero hacen una captura pequeña de algo muy complejo
No solo las habilidades creativas, por poner un ejemplo, se quedan fuera del plano, sino también la inteligencia emocional o esa 'inteligencia de calle' o 'perspicacia' que puede llevarnos al éxito en el futuro. Un reciente artículo publicado en 'BBC' se cuestiona si, por tanto, deberíamos redefinir el concepto de inteligencia. El psicólogo Robert Sternberg cree que deberíamos movernos hacia un modelo de lo que él considera 'inteligencia exitosa'.
¿En qué consiste esta inteligencia exitosa planteada por el psicólogo? (Succesful intelligence): estaría integrada por el conjunto de habilidades necesarias para alcanzar el éxito en la vida, lo cual depende por supuesto de la perspectiva de cada persona, así como su contexto sociocultural. En otras palabras, significa reconocer tanto las debilidades como las fortalezas propias para poder adaptarse a su entorno de la mejor manera posible. Para ello, deben combinarse en él cuatro elementos:
Creatividad. Capacidad de tener ideas novedosas.
Inteligencia analítica. Capacidad de analizar, como su propio nombre indica, de comparar o de juzgar esas ideas novedosas.
Inteligencia práctica. Capacidad de poner en práctica esas ideas y convencer a otras personas de que son buenas.
Sabiduría. Capacidad de asegurarse de que la toma de decisiones y la implementación de las ideas son por el bien común.
Algunos estudios señalan que cuanta más inteligencia práctica tienes, peores resultados obtienes en la vida académica
Según el propio Sternberg, alrededor del mundo el concepto de inteligencia tiene más que ver con su propuesta que con la inteligencia académica que se suele pedir o exigir en las escuelas. "Por poner un ejemplo, para vivir en Kenia es fundamental aprender a combatir enfermedades parasitarias, y para ello es importante tener conocimiento sobre hierbas curativas que garanticen la supervivencia, lo que tiene una correlación negativa con el porcentaje del CI", apunta. "De hecho, algunos estudios señalan que cuanta más inteligencia práctica tienes, peores resultados obtienes en la vida académica".
Por tanto, el hecho de que la inteligencia práctica o exitosa se valore en la sociedad, en detrimento quizá de la inteligencia puramente académica (la valorada históricamente), podría cambiar nuestra perspectiva del mundo o la resolución de problemas. De igual forma, la curiosidad intelectual también debe considerarse parte importancia de la inteligencia global. Aún queda mucho por ahondar, pero está claro que las personas con altas capacidades analíticas y creativas tienen mucho que decir en las sociedades del futuro, y también es necesario potenciar esas capacidades por el bien común.