¿Cómo hacer un discurso motivacional?

¿Cómo hacer un discurso motivacional?

El discurso motivacional o el poder inspirador de las palabras
5 Junio 2021

El discurso motivacional es el arte hecho palabra, un poderoso recurso que va más allá de hablar bien. ¿Su objetivo? Incitar a la reflexión o influir en las convicciones apelando a nuestras emociones. Algunos relatos, como el I have a dream de Martin Luther King, son la prueba de que las palabras pueden cambiar la historia.

Técnicas de oratoria

La oratoria es un talento muy apreciado en el ámbito de la empresa, la política, la educación o el deporte al estar asociada al liderazgo. Las personas que saben comunicar bien tienen más capacidad para conectar con su entorno, cohesionarlo e inculcarle valores. Sin embargo, esta destreza, que para algunos es innata, puede hacérsele cuesta arriba a la mayoría. Según Verywell, sitio web creado por expertos en salud, un 75% del mundo tiene miedo a hablar en público.

El discurso motivacional, aquel que convierte una mera charla en un relato inspirador, es el tipo de alocución al que aspira cualquier orador cuando se sitúa delante de decenas de personas. Es, sin duda, el más complicado y el que requiere un nivel de oratoria más alto. Pero no hay que obsesionarse con alcanzar este nivel porque no siempre es el más adecuado. Antes de lanzarse a la elaboración de un discurso, hay que valorar el tipo de audiencia y los objetivos a alcanzar. A continuación, repasamos este y algunas de las alternativas:

Motivacional

Contiene una gran carga emocional y su finalidad es invitar a la acción. Es característico de líderes con gran carisma y resulta útil a la hora de afrontar momentos difíciles o de mucha incertidumbre.

Persuasivo

Su objetivo es convencer al oyente para que cambie de opinión o actúe de una forma determinada. Es un recurso habitual en política, publicidad o marketing de ventas.

 Informativo

Ofrece información y datos de interés para la audiencia. Es útil para exponer una investigación, realizar una presentación de resultados o formar a otros compañeros dentro de la empresa.

 Entretenimiento

Es una alocución orientada a entretener al público. Suele realizarse en un contexto distendido, pero no por ello debe quedar vacío de contenido. Se pueden contar cosas de valor a través del humor.

En la actualidad, existen herramientas para complementar y reforzar los discursos a nivel visual. Estos programas informáticos, bien empleados, se pueden convertir en el mejor aliado para conquistar al público y despertar sus aplausos. Estas son algunas de las más conocidas:

  • Prezi. Destaca a nivel visual por la originalidad de sus transiciones —algo muy útil a la hora de estructurar el contenido y encadenar ideas—. Se ejecuta online y se almacena en la nube facilitando el acceso a las presentaciones.
  • Keynote. Este software, que solo pueden utilizar aquellos que disponen de tecnología Apple, es el más potente y sofisticado al contar con efectos visuales y otras herramientas multimedia. Permite grabar y editar archivos de audio o dibujar diagramas e ilustraciones a mano con el Apple Pencil.
  • PowerPoint. Durante años fue la más utilizada, pero la aparición de otras alternativas y la falta de actualizaciones le restaron protagonismo. Es el más sencillo de usar y el más indicado para elaborar exposiciones que requieren menos potencia visual, como por ejemplo una presentación de resultados.

Los discursos más motivadores

Hay discursos que por su contenido y por el contexto en el que fueron realizados cambiaron el rumbo de la historia. A continuación, rememoramos algunos de los más inspiradores:

  • ¿Por qué luchamos?, Abraham Lincoln (Gettysburg, 1863). El presidente de EE. UU. defendió, en solo unos minutos, la libertad, la democracia y la premisa de que todos los hombres son iguales.
  • ¡Nunca nos rendiremos!, Winston Churchill (Londres, 1940). Cuando el avance nazi parecía imparable, el primer ministro británico realizó un discurso que levantó la moral de todo un país.
  • I have a dream, Martin Luther King (Washington, 1963). Un alegato pacifista contra el racismo que despertó conciencias en la década de los 60 y que le valió el Premio Nobel de la Paz un año después.
  • Cómo vivir antes de morir, Steve Jobs (Universidad de Stanford, 2005). El creador de Apple, a través de un emotivo relato, invitó a los estudiantes a apasionarse con todo aquello que emprendan.
  • Yes we can, Barack Obama (New Hampshire, 2008). El candidato a la presidencia de EE. UU. ilusionó a un país y al mundo entero con un discurso que se convirtió en su eslogan de campaña.

Consejos para hablar en público

Como ya hemos comentado, elaborar un discurso motivacional no es tarea fácil. Así que a la hora de sentarte a redactarlo ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

Escribe como hablas

Hay frases que sobre el papel son geniales pero que dichas pueden resultar grandilocuentes y haríamos bien en evitarlas. La única forma de comprobar que hemos escrito un discurso natural es leerlo en alto mientras lo escribimos.

Cuenta una historia y sé auténtico

Un discurso debe sonar convincente, así que apuesta por no inventar nada y recurre a vivencias propias. Una introducción que transmita cercanía, un nudo que aborde lo más trascendente y un desenlace inspirador son claves.

Crea una estructura previa

Antes de redactar un discurso motivacional apunta en un papel los puntos a tratar, así será más fácil darle forma y sentido. Si la argumentación está clara y ordenada, resultará más persuasiva.

Sintetiza tu mensaje

Resumir lo que quieres decir es la parte más compleja. Para ello, céntrate en elaborar un mensaje directo y en no repetir conceptos. De lo contrario, es muy probable que tu público se aburra y desconecte.

Controla la comunicación no verbal

A veces no basta con hablar bien, tienes que saber transmitir para conmover a tu audiencia. Ahí entra en juego este tipo de comunicación, así que cuida los gestos, el tono de voz y los silencios.

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