Los empleos de camareros y oficinistas tienen los días contados y 1,6 millones de españoles deberán reinventarse para evitar el paro: así será trabajar en España en 2030
Los empleos de camareros y oficinistas tienen los días contados y 1,6 millones de españoles deberán reinventarse para evitar el paro: así será trabajar en España en 2030
¿Cuánto durarán las secuelas del coronavirus? ¿Hasta qué punto la "nueva normalidad" implica cambios a largo plazo en la sociedad, la economía y el empleo?
A lo largo de la pandemia, muchos estudios y análisis han intentado predecir el impacto de la pandemia, la duración de la recesión y sus efectos en la vida cotidiana, aunque por lo general se han centrado en el corto plazo.
Sin embargo, cada vez son más los expertos que apuntan a un análisis con un horizonte más amplio, en el que se tienen en cuenta tanto los cambios que ha propiciado el coronavirus como las tendencias que ya estaban latentes y se han acelerado por el impacto de la pandemia, como la digitalización, las profesiones surgidas de las tecnologías de última generación o las nuevas tendencias de consumo y de modelo de negocio.
Dentro de esta tendencia se enmarca el último informe de la consultora McKinsey Global Institute, denominado The future of work after COVID-19, en el que analiza el futuro del mercado laboral de 8 grandes economías como EEUU, China, Francia, Alemania, India, Japón, España y Reino Unido, que cuentan con mercados muy diferentes y acumulan "casi la mitad de la población mundial y el 62% del PIB global", según el estudio.
La consultora asegura que el impacto de la pandemia tendrá efectos a largo plazo en el empleo, como la redistribución de puestos de trabajo, el auge del teletrabajo, el comercio electrónico o la automatización, que prevé que fuercen a "107 millones de trabajadores, 1 de cada 16, a encontrar un empleo diferente en 2030" en los 8 países estudiados, un 25% más que antes de la pandemia.
España no se librará de esta disrupción laboral a gran escala, según McKinsey, aunque precisa que el impacto a largo plazo de la pandemia será "más moderado que en otras economías avanzadas". Así, el estudio advierte de que "España tiene una gran proporción de trabajadores en restauración, retail y atención al cliente y ventas debido a la importancia del turismo en su economía", empleos todos ellos a los que augura poco futuro de cara a 2030.
1,6 millones de españoles se verán obligados a cambiar de profesión de cara a la próxima década
Pese a que McKinsey minimiza el impacto laboral del coronavirus en España respecto al de los otros 7 países que incluye en su informe, la consultora estima que "el número de trabajadores que necesitan cambiar de ocupación podría aumentar en un 7% en comparación con el escenario prepandémico", lo que equivale a 100.000 trabajadores más, hasta un total de 1,6 millones de trabajadores obligados a buscar una nueva profesión de cara a 2030.
De esa cifra, solo 200.000 podrán mantener su categoría laboral, mientras que los 1,4 millones de trabajadores restantes perderán tanto su profesión como su categoría ocupacional. Sin embargo, al cruzar este impacto del coronavirus con otra tendencia disruptiva en el mercado laboral como es la automatización, el informe refleja que 5 millones de empleos en España están en peligro de verse desplazados.
De esos 5 millones de trabajadores forzados a reinventarse, 4,6 millones lo harán forzados por la automatización, lo que supone un incremento de medio millón de empleos respecto a las previsiones de la consultora anteriores al coronavirus. Además, como refleja el gráfico anterior, en total se trata de 900.000 trabajadores más que se verán forzados a una transición laboral en 2030.
Así, McKinsey estima que 3,4 millones de trabajadores españoles, 800.000 más que antes de la pandemia, podrán mantenerse en la misma profesión, 200.000 podrán permanecer en el mismo sector, el doble que sus estimaciones antes de la pandemia, y 1,4 millones tendrán que cambiar su profesión y categoría laboral en la próxima década para evitar el desempleo.
Desaparecerán empleos de camareros y oficinistas, mientras crecen los del sector sanitario y científico
Respecto a los empleos más amenazados por estas nuevas tendencias laborales propiciadas por el coronavirus, la digitalización y el cambio de hábitos de consumo, la consultora destaca que la pandemia ha puesto de relieve la importancia de la proximidad física en las relaciones laborales, con España mostrando un 18% de trabajadores con posibilidad de teletrabajar más de 3 días a la semana, el menor porcentaje de los 8 países a estudio, salvo China e India.
Así, los empleos con un mayor factor de proximidad, como camareros, oficinistas, trabajadores de supermercados, comercios y hoteles y empleados de almacén, son los que "concentran un mayor impacto tanto a corto como a largo plazo" debido a los cambios en las preferencias de los consumidores, por lo que son los que más acusarán el cambio en las tendencias laborales debidoo a la pandemia de cara a 2030.
Las previsiones de McKinsey Global Institute, como muestra el gráfico anterior, estiman que los servicios de alimentación serán los que más variación sufran en su empleo neto en 2030 respecto a sus niveles de 2018, con un 20% menos, lo que se traduce en la desaparición de casi 160.000 empleos más de los pronosticados antes de la pandemia, seguidos por los de apoyo administrativo y de oficina, que caerán un 13%, con 27.000 bajas más que antes del coronavirus.
En el otro extremo de la balanza, la consultora sitúa a los trabajadores, técnicos y cuidadores sanitarios, cuyo empleo neto crecerá un 29%, los profesionales de la salud, un 23% más, los gestores artísticos y creativos, un 19% más, los profesionales de la rama STEM, que abarca las profesiones científicas, técnicas, matemáticas o de ingeniería, un 16% más, y los gestores crecerán un 9%, pero con una estimación de 44.000 empleos menos que antes de la pandemia.
Mujeres, empleos con bajos salarios o sin cualificación, los principales perjudicados por el nuevo escenario laboral
Más allá de sectores o profesiones concretas, el informe de McKinsey señala claramente quiénes serán los trabajadores que más van a sufrir el impacto de los cambios laborales a largo plazo que provocará la pandemia de coronavirus, como muestra la gráfica siguiente, en la que se evidencia que las mujeres, los trabajadores con bajo salario, baja cualificación o que pertenezcan a minorías étnicas o colectivos migrantes se llevarán la peor parte.
De este modo, el estudio refleja que las trabajadoras, que calcula que suponían en 2018 un 46% de los ocupados en España, serán las más afectadas por la disrupción del empleo por el impacto del coronavirus en la aceleración de tendencias ya existentes antes de la pandemia, como la automatización, el comercio electrónico, el teletrabajo o la disminución de los viajes de negocios.
En este caso, la previsión de la brecha en el impacto laboral del coronavirus entre hombres y mujeres en España de cara a 2030 previsto por McKinsey es equivalente a la que estima para Francia, pero menor que las de Alemania y EEUU. Ese mismo fenómeno se repite entre los empleos con baja remuneración y sin cualificación académica, en los que Alemania se lleva la palma, mientras que EEUU lidera el impacto entre minorías y migrantes.
Mientras, por niveles salariales, el estudio prevé que el empleo tienda a crecer más en los rangos de sueldos más altos mientras se reduce de forma inversamente proporcional en los rangos medios y bajos, lo que refleja las dificultades que supondrá el reciclaje profesional para los trabajadores tanto en posiciones precarias como intermedias, que son, precisamente, las más amenazadas en España, según muestra el gráfico anterior.
Así, a diferencia del resto de economías que analiza el informe de McKinsey, las previsiones para España reflejan un incremento de los puestos por encima del percentil 70 en línea con EEUU o Alemania, y una disminución de los que se sitúan por debajo del percentil 30 prácticamente inexistente, como en Francia o EEUU, pero es el país para el que se prevé la mayor pérdida de puestos con salarios intermedios, con un 3% menos respecto a 2018.