Efectos de la violencia laboral

Efectos de la violencia laboral

Las víctimas de agresiones reales pueden necesitar ayuda psicológica para manejar los efectos de la situación vivida y experimentada.
28 Enero 2021

Redacción

Los efectos de la violencia laboral dependen principalmente del tipo sufrida, pues las consecuencias no suelen ser las mismas en el caso de violencia externa, de servicios u organizacional.

Generalmente los efectos más traumáticos ocurren cuando se es víctima de una violencia externa y se ha sido objeto de algún atraco o asalto con intimidación personal y riesgo de la propia vida por arma blanca o de fuego. Este tipo de acontecimientos suelen ser altamente traumáticos y pueden dejar secuelas considerables que invaliden durante un periodo para la realización del trabajo. En algunos casos, por la violencia de la situación o el riesgo personal apreciado, las consecuencias pueden desarrollar el síndrome de estrés postraumático.

El síndrome de estrés postraumático consiste en la pervivencia de los momentos traumáticos vividos sin que la persona pueda controlar sus efectos, de forma que en determinados momentos vuelven a aparecer los recuerdos y las emociones ligados a los episodios críticos, generalizándose un estado de ansiedad que puede llegar al pánico. Las personas con síndrome de estrés postraumático sufren un deterioro importante de su funcionamiento cognitivo, aunque no sea de forma permanente. Es una secuela que puede tener un largo periodo de recuperación y que puede ser activada en los momentos más imprevistos debido a asociaciones entre lo sucedido y particulares estímulos concretos. Actualmente, se busca atender clínicamente lo más rápidamente posible a las personas que han experimentado este tipo de acontecimientos mediante la técnica del “debriefing”, consistente en la elaboración cognitiva y emocional de sus sentimientos y vivencias del momento lo más rápidamente posible después del acontecimiento. Este tipo de expresión facilita la integración psicológica del hecho en la experiencia personal y en un contexto interpersonal e institucional de ayuda y apoyo psicológico. Los datos indican que la probabilidad de experimentar el síndrome disminuye en estos casos.

En cuanto a la violencia de segundo tipo o violencia de servicios, una de las secuelas más habituales es el burnout o desgaste profesional cuando es muy frecuente. La interacción con los clientes con demandas emocionales a las que es muy difícil de atender adecuadamente y que están fuera del alcance de las propias posibilidades o responsabilidades puede generar el síndrome de desgaste profesional, burnout, pues el trabajador puede defenderse de las mismas distanciándose emocionalmente del servicio que presta, convirtiendo su trabajo en una tarea fría, distante y pasiva para evitar problemas.

En cuanto a la violencia del tercer tipo o relacional, generalmente tiene como consecuencia la aparición de un clima sociolaboral conflictivo que facilita la insatisfacción, el absentismo y la rotación del personal.

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