Un escuadrón de algoritmos para revolucionar los recursos humanos

Un escuadrón de algoritmos para revolucionar los recursos humanos

La Inteligencia Artificial gana terreno en la selección de talento, pero puede ser clave para optimizar el rendimiento de las plantillas
28 Diciembre 2020

Desde altos directivos hasta cualquier tipo de operario, un repartidor o un comercial o auxiliar administrativo puede encontrarse cualquiera de estos días con un robot cuando se postule como candidato a un puesto de trabajo. La Inteligencia Artificial (IA) es incipiente todavía, pero cada vez más multinacionales comienzan a echar mano de estas tecnologías para realizar, sobre todo, los primeros cribados en los procesos de reclutamiento. Desde aplicaciones, software y juegos que detectan las habilidades y destrezas de los que se presentan, hasta chatbots que mantienen conversaciones, escritas o habladas, con los aspirantes y programas informáticos que analizan videoconferencias para evaluar las palabras que utiliza el entrevistado e incluso sus gestos faciales. Además, en la propia compañía, la IA puede predecir incluso el absentismo y el rendimiento de un trabajador, quién abandonará la empresa, detectar líderes y el mejor talento, e identificar la falta de perfiles profesionales y las necesidades de formación de los empleados, entre otras utilidades. Sin embargo, son procesos no exentos de riesgos, advierten algunos.

No se percibe, pero la Inteligencia Artificial ayuda mucho en la gestión de las personas. «Está cambiando el modo en que entendemos los Recursos Humanos, porque estos procesos informáticos que se basan en el tratamiento de grandes cantidades de datos, que tienen un aprendizaje automático, a medida que manejan mayor información puede realizar predicciones», sostiene José Manuel Villaseñor, director de la consultora Cezanne HR. Las aplicaciones del aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial son muy diversos. Se implantan en la automatización de tareas como la gestión de nóminas, altas y bajas, «para la contratación de las personas adecuadas para la empresas, en el análisis de perfiles, la comprobación de la idoneidad laboral, la identificación de futuros líderes y gerentes, para retener el talento, procesar currículos, identificar patrones de comportamiento, gestionar toda la operativa de viajes, licencias... tramitar incidencias...», explica Josep Curto, director del máster en Inteligencia de Negocio y Big Data Analytics de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y fundador de AthenaCore. «Incluso estas tecnologías pueden identificar las necesidades de una empresa o las futuras. Así se llega a conocer los perfiles que se necesitan y no tiene una compañía. Ayuda a preparar a los equipos para ello», añade Raúl Bartolomé, director y responsable de Insights and Data de Capgemini.

No obstante, es en la gestión de talento y en el reclutamiento de nuevos perfiles donde las empresas están apostando más por la Inteligencia Artificial. Algo especialmente útil en grandes corporaciones, ya que libera de muchas tareas rutinarias y repetitivas cuando se manejan ingentes cantidades de currículos con millones de datos. «Facilitar la identificación del candidato adecuado a través de IA libera tiempo de RR.HH. y eso enriquece a la propia organización. La velocidad con la que eres capaz de detectar a esos candidatos, de acelerar el proceso para entrevistarlos y de formar equipos da muchísima agilidad al negocio. Si antes se tardaba tres o cuatro días en proponer candidatos, hoy se tarda uno», cuenta Raúl Bartolomé.

Ahorro de tiempo y costes

Al ahorrar tiempo, los departamentos de RR.HH. se pueden dedicar a tareas de mayor valor añadido: diseñar planes de formación, impulsar carreras profesionales, mejorar la experiencia de sus empleados... «Con la IA hay un ahorro de costes porque transforma recursos que hacen una actividad para que hagan otras. Además, el tratamiento de la información es más seguro, aumenta la fiabilidad de los procesos», considera Villaseñor. «Sobre todo ahorra errores y con ello costes», asegura Rocío Rufilanchas, socia y vicepresidenta de Kinglsey Gate Partners, una empresa que se dedica a buscar directivos para compañías. «En este caso, para una empresa es hipercostoso contratar a un directivo que a los seis meses comprueba que no es el adecuado y no necesita». Rufilanchas sugiera que la globalización del mercado y la búsqueda de talento en cualquier parte del mundo están impulsando estas tecnologías en las organizaciones. A eso se añade otros factores: el gran avance que el teletrabajo ha tenido con la pandemia al igual que la digitalización de las empresas.

Sin embargo, «hay cosas que las máquinas a día de hoy no son capaces de hacer, como detectar un conjunto de emociones complejas, o la creatividad. Eso es lo hace el ser humano: si un candidato está preparado para trabajar en equipo, si posee creatividad, si sabe hablar con los clientes, si puede articular un discurso... las denominadas soft skills, las habilidades blandas», añade Bartolomé.

La IA se asume como una estrategia o herramienta más que ayuda en la gestión de las personas. Pero «su efectividad va a depender de haber entrenado correctamente al sistema. Incluso es necesario tener mecanismos para revisar los rechazos: entender cómo ha tomado la decisión el algoritmo, controlar posibles sesgos, aspectos éticos y tener en cuenta aspectos discriminatorios que pueden estar presentes», dice Josep Curto. «Estos mecanismos no son infalibles —asevera—. En el caso de tener un programa para seleccionar perfiles adecuados, existe la posibilidad de haber desestimado perfiles interesantes y es necesario revisar los currículos rechazados para asegurarse que no se pierde una persona de talento». Al final la última palabra la tiene el ser humano, que por ahora no tiene sustituto.

Mayor productividad

En el «Estudio sobre la Inteligencia Artificial en los Recursos Humanos», la consultora Adecco preguntó a 200 directores de RR.HH. sobre la implantación de la IA en el mundo laboral. Si bien la mayoría de estos expertos, un 63%, consideraron que estos avances tecnológicos todavía no se habían desarrollado lo suficiente y no habían llegado a su sector, también creían que estarán presentes a corto plazo. La gran mayoría (el 94%) opinó que la IA servirá para incrementar el rendimiento humano. Es más, el 98% consideró que la incorporación de estas tecnologías conllevará un aumento exponencial de la productividad de las empresas. Y el 72% cree que mejorará las condiciones de vida de los trabajadores.

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