Su profesión, ¿es 'esencial' o de 'éxito?

Su profesión, ¿es 'esencial' o de 'éxito?

El escenario profesional y laboral que se presenta tras la crisis del coronavirus sugiere cambios muy importantes en los perfiles que se consideran hoy 'necesarios'. Habrá que revisar las previsiones sobre profesiones con futuro y su adaptación a nuevas circunstancias.
26 Junio 2020

Las profesiones esenciales que identifica el Decreto que ha paralizado la actividad económica en España no coinciden exactamente con lo que los expertos pronosticaban hasta hace bien poco tiempo, cuando hablaban de profesiones con futuro o de actividades en extinción. La crisis del coronavirus y los cambios sociolaborales que trae consigo reflejan una realidad profesional muy distinta.

Varios países de Europa, incluida España, llevan semanas alertando sobre la escasez de agricultores y del peligro de que perdamos las cosechas ante el parón de la actividad. Lo curioso es que hasta hace unos días, los agricultores aparecían en la mayor parte de las clasificaciones mundiales sobre predicciones laborales en la categoría de "profesiones que van a desaparecer".

El Gobierno español ha aprobado una batería de medidas para garantizar el suministro de mano de obra al campo. El sector necesitará entre 75.000 y 80.000 jornaleros para los próximos meses.

Junto con los agricultores -hoy más esenciales que nunca-, otros profesionales como los pescadores, empleados de correos o transportistas y camioneros figuraban también hasta ahora en las listas de actividades llamadas a desaparecer. Sin embargo, la mayoría de estas profesiones -que los futuristas consideraban en peligro de extinción- han quedado incluidas en la relación de profesiones críticas, a salvo del parón económico que frena todas las actividades no esenciales.

Esa lista de profesionales críticos señala, entre otros, a los trabajadores de empresas relacionadas con la cadena de abastecimiento de bienes de primera necesidad; a los de hostelería y restauración que presten servicios de entrega a domicilio, al sector industrial manufacturero, al mantenimiento de transportes públicos y carreteras, fuerzas de seguridad del Estado, Ejército, centros, servicios y establecimientos sanitarios, empleadas del hogar, cuidadoras, servicios de telecomunicaciones e información, luz, gas, personal de limpieza de estas empresas, o empresas de servicios financieros y de seguros.

Todo esto otorga una nueva dimensión a las actividades que desarrollan, por ejemplo, los dependientes de tiendas y supermercados, los empleados de los bancos, quienes trabajan en instituciones penitenciarias, trabajadores de servicios de limpieza, de centros de acogida o de estancia temporal, y hasta los meteorólogos.

A la mayoría de ellos, hace pocas semanas, cualquier experto en selección o estrategia de carrera les habría recomendado que se reinventaran profesionalmente y cambiaran de actividad, sector o profesión para buscar una ocupación con más futuro.

Si se tratara de una catástrofe puntual o de un desastre con consecuencias temporales, no tendría nada de particular que quienes nos proporcionan y distribuyen alimentos, los que nos brindan servicios médicos y asistenciales, o quienes garantizan nuestra seguridad se sitúen (aunque sea circunstancialmente) en la cúspide de la pirámide laboral. Sin embargo, esta crisis apunta a cambios de mayor calado y duración en el tiempo.

Necesidad o éxito

No hay demasiadas coincidencias entre lo que resulta esencial en términos laborales y lo que se consideraba exitoso hace apenas unas semanas. Si usted busca un trabajo o pretende cambiar de vida laboral, las circunstancias del momento tal vez no le aconsejen seguir el rastro de las profesiones que hasta ahora se identificaban con el éxito para detectar los sectores y actividades que le pueden proporcionar un trabajo necesario.

Al menos habrá que echar un vistazo a esas profesiones "con futuro" a las que muchos aspiraban, y que ya no llevan la etiqueta de "esenciales".

Es evidente que los profesionales sanitarios y los científicos son una de las excepciones. Tal vez cuando salgamos de esta pandemia y superemos sus consecuencias reconozcamos por fin la importancia de las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y quizá reparemos en la "S" de las profesiones científicas.

La necesidad de estudios científicos y técnicos habla de una vuelta a la economía real, y de la voluntad de evitar un patrón de crecimiento basado en servicios de poco valor añadido. Las profesiones STEM son un valor seguro, pero en el caso de las carreras científicas se observa una preocupante escasez de alumnos, que tiene que ver con un sistema educativo en el que prima el facilismo, en una sociedad poco favorable a los altos niveles de exigencia que requieren determinadas carreras.

Contar con este tipo de profesionales -esenciales- no sólo resuelve la posibilidad de descubrir vacunas y fármacos contra las pandemias. Se trata de carreras y profesiones que influyen en el crecimiento de la innovación y la productividad de cualquier economía avanzada.

La agricultura y la ganadería -ahora más esenciales que nunca- se benefician cada vez más de las posibilidades que ofrecen las profesiones STEM. La transformación digital obligará a que cada vez más profesionales del sector primario tengan que seguir caminos formativos poco comunes en estas disciplinas para adaptarse a los perfiles que tienen que ver con el uso de vehículos autónomos, el diseño y aplicación de robots agrícolas, los métodos de agricultura robótica o el uso de datos para leer y entender modelos predictivos.

Esos agricultores y ganaderos esenciales encuentran nuevas oportunidades laborales en las actividades de recopilación y análisis de datos a gran escala, o con el manejo de grandes dosis de información para tomar decisiones.

Perfiles recomendados

Profesión esencial, o de éxito... Este podría ser el dilema. A comienzos de año, algunos estudios y clasificaciones nos orientaban sobre las oportunidades laborales a corto, medio y largo plazo. La realidad era otra, y las perspectivas de futuro (incluyendo la faceta profesional) eran bien diferentes.

Si todo cambia como parece, tal vez habrá que revisar los perfiles esenciales y analizar cuál será su futuro.

LinkedIn establecía una clasificación de profesiones emergentes en la que figuraban el especialista en inteligencia artificial, el desarrollador de fuerza de ventas, el especialista en customer success, el ingeniero de robótica, junto con el especialista en ciberseguridad, agile coach, consultor de cloud, desarrollador de Pyhton, científico de datos, desarrollador de big data, ingeniero de datos, representante de help desk, representante de negocio y de desarrollo de ventas, o ingeniero cloud.

Singularity Experts -que cuenta con un mapa de más de 3.000 trabajos del futuro y que perfila a través de 50 dimensiones las capacidades únicas de cada persona, pronosticaba 10 empleos del futuro desconocidos pero que podrían asegurar plena empleabilidad: el experto tecnológico en nanotecnología para fabricación de nanobaterías; el experto tecnológico de Inteligencia Artificial para exploración espacial automatizada; el ingeniero de hardware de Brain Computer Interface para diagnóstico y prevención de enfermedades; el experto tecnológico de Visible Light Communication para entornos peligrosos; el diseñador 4D printing para vehículos; el lingüista especializado en Brain Simulation Grand View Research; el ingeniero 4D Printing para camuflaje militar; el diseñador gráfico de realidad virtual para exposiciones y visitas virtuales; el experto blockchain para trazabilidad de órganos y medicamentos y el analista para Fotónica.

El arquitecto cloud y el cibersecurity presales son los profesionales más buscados y cotizados en el sector de telecomunicaciones según la clasificación de 2020 de Spring Professional, que valora la cotización de perfiles sanitarios como el médico del trabajo y el especialista en ginecología, y de perfiles en ciencias de salud, como el delegado comercial y el director comercial en laboratorio farmacéutico. Destaca asimismo al director comercial y al business developement manager en el sector comercial; al diseñador Java y al chief information officer en el sector IT, o al ingeniero de automatización y al operations manager en el sector industrial.

Esta relación de perfiles más buscados y cotizados incluye asimismo al product manager y al chief digital officer en márketing, al project manager internacional y al director de planta en ingeniería. Y en el área financiera, al controller financiero y al responsable de relaciones de inversión. También cotizan el ecommerce manager y el retail country manager en el sector de retail. En logística, los más buscados son el especialista y el director de supply chain, mientras que en banca cotizan el analista de riesgos y el director general de banca de inversión.

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