Las aerolíneas rechazan liberar el asiento entre dos pasajeros porque sostienen que el contagio en avión es raro que se produzca

Las aerolíneas rechazan liberar el asiento entre dos pasajeros porque sostienen que el contagio en avión es raro que se produzca

Las compañías hablan de evidencia de que el riesgo de contagio es bajo con un abanico de ejemplos que serían desaprobados en cualquier prueba científica
28 Mayo 2020

En otra vergonzosa nota del lobby que aglutina a las aerolíneas de todo el mundo, cuyo texto completo adjuntamos, la IATA, ahora que ya han conseguido la inyección o  promesa de fondos públicos sin haber asegurado antes la capitalización por parte de los accionistas ni comprometerse a rebajar sustancialmente las emisiones contaminantes, rechaza cualquier intento de decretar un distanciamiento físico, porque alegan que el contagio del coronavirus es raro con argumentos peregrinos.

Las aerolíneas y el sector aéreo en general no han interiorizado que el  negocio no puede ser el mismo que antes de la pandemia, y que tendrán que rebajar su presencia ante el empuje de la economía verde y la lucha contra el cambio climático, que no tolerará la contaminación que generan y que no pueden eludir mediante la compra de permisos en el mercado de dióxido de carbono.

Con la intención de volar rápido sus aviones, las aerolíneas, a través de su asociación, han notificado que ven con buenos ojos la exigencia temporal de nasobucos en pasajeros y tripulación, ya que esta medida reduciría más la ‘evidencia’ de que el riesgo de transimisión del virus en la cabina del avión es bajo. En su opinión ir como sardinas en lata no entrañe apenas riesgo.

Resulta intolerable que IATA hable de evidencia por el mero hecho de que en algunos vuelos en los que viajaron pasajeros sintomáticos no se produjeron contagios. Más que una evidencia es una evidente tomadura de pelo el abanico de ejemplos que ponen para mostrar la inmunidad de la cabina. Respecto a otros modos de transporte, consideran más inmune al aéreo porque apenas hay encuentros cara a cara en el pasaje, los asientos también hacen de protección hacia adelante y la climatización  genera un aire limpio como el de un quirófano.

En relación a la idea de dejar libre un asiento entre dos pasajeros la rechazan rotundamente por considerar que los 50 centímetros de hueco no alcanzan al metro o más recomendado de distanciamiento físico, pero en verdad lo que no pueden aceptar es que la necesidad de encarecer los billetes al disminuir el número de pasajeros, en torno a un 50% en el caso de vuelos europeos (de 135 a 201 dólares) acabaría con los vuelos asequibles a muchos bolsillos.

El sector aéreo, fabricantes de aviones, aerolíneas, aeropuertos y trabajadores, tienen que ser conscientes de que la presión ecológica sobre su actividad les impedirá en el futuro crecer desaforadamente como han hecho hasta ahora, con el modelo low cost de ariete, y que los vuelos internos y baratos en los países pueden pasar a la historia si se impone la voluntad política coherente con el relato de mejora climática. Empiecen por marcarse objetivos de innovación máxima en motores y propulsión.

Fuente: Lacelosia

 

 

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