Deporte, ¿por qué todo son beneficios?
Deporte, ¿por qué todo son beneficios?
El 60 por ciento de los españoles mayores de 15 años no practica ningún tipo de deporte. El dato es del Anuario de Estadísticas Deportivas 2014, editado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y resulta, cuanto menos, preocupante. Una vida sedentaria puede ser una bomba de relojería: la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y neurodegenerativas, la diabetes o el cáncer. Y si a eso se une una alimentación inadecuada, el peligro aumenta.
Por el contrario, una vida activa es sinónimo de buena salud y hasta de felicidad. Un equipo de investigación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Univerdad de Granada ha enumerado en un trabajo los múltiples beneficios para la salud de practicar actividad física de forma regular, avalados por investigaciones internacionales. Así, se ha demostrado que el ejercicio físico previene la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión, los tres factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. El doctor Carlos de Teresa, miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC) y especialista en Medicina del Deporte, señala que «si la presión arterial normal debe ser inferior a 140/90 mmHg, en las personas que practican deporte encontramos frecuentemente valores cercanos a 120/60 mmHg».
El ejercicio físico también fortalece los músculos y, en las personas mayores, reduce la pérdida mineral ósea y previene el riesgo de sufrir fracturas e, incluso, caídas, al mejorar el equilibrio, la coordinación y la agilidad. Además, reduce el dolor musculoesquelético asociado al envejecimiento y protege frente a la osteoartritis. El ejercicio también incrementa y conserva en buen estado la función cognitiva, protegiendo al cerebro del alzhéimer y la demencia; reduce el riesgo de sufrir depresión o ansiedad y mejora la autoestima. Incluso reduce la incidencia de algunos tipos de cáncer –sobre todo los de mama, colon y páncreas– y, en pacientes que ya lo han sufrido, sirve como terapia para la recuperación física y emocional posterior. El ejercicio, en fin, es casi un elixir que alarga la vida.
Para la Organización Mundial de la Salud, los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años deben practicar al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, principalmente aeróbica. A los adultos, por su parte, los recomienda practicar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa. Eso sí, si nunca ha practicado ejercicio físico, tome antes algunas precauciones. La FEC recomienda realizarse un chequeo médico, tener en cuenta los antecedentes familiares y, al empezar a practicarlo, estar atento a señales de alarma como interrupciones del sueño nocturno –o tener la sensación de no descansar–, irritabilidad y nerviosismo. En ese caso, baje el ritmo y consulte a su médico: puede ser una señal de que ha empezado demasiado fuerte. Y eso le pasará factura.
Los riesgos de no moverse
- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física provoca el 6 por ciento de las muertes en el mundo, solo por detrás de la hipertensión arterial y el tabaco, y en la misma proporción que la hiperglucemia. Se calcula que 3,2 millones de personas mueren cada año por tener un nivel insuficiente de actividad física.
- La inactividad física dispara las cifras de enfermedades graves. Según la OMS, el sedentarismo es el responsable de hasta el 25 por ciento de los cánceres de mama y colon, del 27 por ciento de los casos de diabetes y del 30 por ciento de las cardiopatías isquémicas.
- Las personas inactivas tienen entre un 20 y un 30 por ciento más de riesgo de morir que las que realizan algo de ejercicio físico –al menos, 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días de la semana–.
- La OMS calcula que en los países con ingresos altos, el 41 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres no tiene un nivel suficiente de actividad física, frente al 18 por ciento de los hombres y el 21 por ciento de las mujeres de los países más pobres.