Ser creativo, ¿es cuestión de edad o de actitud?

Ser creativo, ¿es cuestión de edad o de actitud?

Un estudio reciente concluye que existen dos tipos de creatividad que se revelan a edades diferentes
19 Marzo 2020

Decía Picasso que el gran enemigo de la creatividad es el sentido común. Quizá por ello ser creativo se ha asociado popularmente con la juventud. Se supone que las mentes más vírgenes tienen las ideas más radicales e imaginativas, mientras que la madurez trae consigo otros dones distintos y más pausados. Pero un estudio reciente de la Universidad Estatal de Ohio publicado por la revista De Economist viene a aportar esperanza a todos aquellos que a los cincuenta, o más, todavía esperan tener una gran idea.

El estudio habla de la existencia de dos tipos de creatividad que florecen en distintas etapas de la vida: los innovadores conceptuales suelen obtener sus mejores resultados alrededor de los veinticinco años, mientras que los innovadores experimentales alcanzan su mejor momento a los cincuenta, según esta investigación.

La diferencia entre estos dos modelos de creatividad es que el primer grupo, el de los pensadores radicales, llega a la idea innovadora mucho antes de conocer los entresijos del campo en el que se mueve. El segundo grupo, en cambio, necesita décadas de ensayo y error para llegar a realizar las conexiones necesarias para traspasar los convencionalismos en los que se sustenta su materia. En este sentido se podría decir que a unos les beneficia el hecho de ser nuevos en su campo, mientras que a los otros les beneficia la experiencia. Si pensamos en esta clasificación podríamos situar a Picasso, Herman Melville, Albert Einstein o T.S Elliot entre los artistas y pensadores cuyo talento eclosionó en su juventud, mientras que Paul Cézanne, Robert Frost, Virginia Woolf o Charles Darwin pertenecerían al segundo grupo.

Chechu Salas, psicólogo y autor del libro La fase cero de tu futuro (Empresa Activa) ,opina que “la creatividad es un proceso que funciona como si fuera una coctelera. Se introducen ingredientes, se agitan, y el producto final representa algo mayor que la suma de las partes. En función de los ingredientes que metas saldrá un tipo de cóctel otro. Y efectivamente, existen dos grandes ingredientes: la curiosidad y la experiencia. Tradicionalmente se asocia la primera con la juventud y la segunda con la madurez”.

“Existen dos grandes ingredientes: la curiosidad y la experiencia; tradicionalmente se asocia la primera con la juventud y la segunda con la madurez” Chechu Salas Psicólogo y autor de La fase cero de tu futuro

¿Pero, qué pasa con los talentos precoces? ¿Y qué pasa con los artistas tardíos? “Cuando tienes un talento temprano y un contexto propicio empiezas a acumular experiencia muy rápido y puedes producir producto creativo muy maduro siendo muy joven. En cambio, cuando ocurre lo contrario, cuando la vida te lleva por derroteros inesperados, o el contexto no te ayuda, puedes pasar mucho tiempo con una creatividad latente que explota de forma tardía como si fueses un adolescente”. Para Salas, el tipo de creatividad que utilizamos depende más del momento vital de la persona y de su actitud personal que de la edad.

De igual modo opina Ecequiel Barricart, director creativo de la agencia YouMedia y autor de Think Punk (Urano): “La creatividad pura es aquella que sucede cuando eres capaz de abstraerte de lo aprendido. Cuestión que hacen los niños de forma natural o cualquier persona a cualquier edad, siempre y cuando se apoye en su naturaleza o instinto creativo por encima de las creencias acumuladas”.

¿Y cuáles son esas actitudes o instintos que fomentan el pensamiento creativo? ¿Cuál es el caldo de cultivo ideal para tener una idea innovadora? Para Barricart, “la creatividad es hija de la libertad de pensamiento y enemiga del pensamiento vertical o convencional. Solo se crea desde el vacío, y no hacerlo desde este lugar es simplemente adaptar lo ya conocido. No puedes crear si tienes miedo a la libertad”.

En opinión de Chechu Salas, “la creatividad depende de aptitudes y actitudes. Entre las aptitudes están las capacidades cognitivas generales, las habilidades técnicas o el conocimiento. Y entre las actitudes está la confianza en uno mismo, la ambición, la motivación, la curiosidad o la búsqueda de sensaciones. Las aptitudes son tu coctelera, las actitudes, los ingredientes. Es imposible generar creatividad si no introduces estímulos en tu vida. Muchas veces esos estímulos vienen dados incluso por malos momentos. Situaciones que te obligan a buscar alternativas, o que destruyen rutinas en las que te sentías atrapado y te liberan. La confusión es una gran aliada de la creatividad”.

“La creatividad pura es aquella que sucede cuando eres capaz de abstraerte de lo aprendido” Ecequiel Barricart Director creativo de la agencia YouMedia

Para Salas, una de las asignaturas pendientes de la sociedad es fomentar la creatividad desde la escuela: “La educación actual está cambiando mucho y se están empezando a hacer proyectos muy interesantes. Pero aún sigue teniendo esa estructura jerárquica, y esa estructura meritocrática y lineal. Como dice Tony Wagner: «El gran reto en la escuela es saber lo que quiere el profesor, que a su vez tiene que averiguar qué quieren sus superiores, que a su vez tiene que adivinar qué quiere el Estado. Es un sistema basado en la obediencia». Y la obediencia es lo contrario de la creatividad. Como argumenta la Fundación Cotec en su proyecto #Miempleofuturo: nos educan en ser malos robots cuando tendrían que estar enseñándonos pensamiento crítico y creatividad”.

Ecequiel Barricart señala en este sentido: “Nada más nacer comienza la carrera para domar al tigre creativo que llevamos dentro. La idea es que el ser humano deje de ser creativo lo antes posible para poder integrarlo en el Big Data de las cosas y poder así manipularlo a conveniencia del sistema, del pensamiento único. En la empresa, simplemente, alguien creativo es alguien molesto”.

Pero ser creativo no solo es importante para artistas e innovadores, pues también puede ser un factor importante para vivir bien durante más años. Según un estudio publicado en el Journal of Aging Studies, las actividades artísticas y creativas como escribir, pintar o tejer fomentan un sentido de competencia, propósito y crecimiento en las personas que son claves para un buen envejecimiento. La participación en actividades artísticas, ha concluido el estudio, refuerza las habilidades de resolución de problemas y la satisfacción que las personas mayores pueden tener en la vida diaria.

El caso de Chechu Salas es un ejemplo de cómo la creatividad puede ser una herramienta de crecimiento y bienestar no solo en la vejez sino también en situaciones especiales: “Estoy muy interesado en el uso de la creatividad como herramienta terapéutica para tratar el TDAH. Yo no fui diagnosticado hasta la universidad, y la creatividad me permitió canalizar toda mi energía desperdiciada en generar nuevas ideas y combinaciones novedosas… y me ha dado todo lo que soy a nivel profesional. Un examen tipo test era un infierno para mí, y sin embargo he acabado publicando libros, impartiendo conferencias o montando mi propia empresa. Y todo ha sido gracias a la herramienta más maravillosa que he encontrado: la creatividad”.

Participar en actividades creativas y artísticas ayuda a un mejor envejecimiento

¿Y qué podemos hacer para ponerle más creatividad a nuestra vida? Ecequiel Barricart recomienda: “Liberarnos de nuestras capas de cebolla, de las creencias, salir del pensamiento lógico o común, dejar espacio a nuestro instinto y dar el justo a nuestro cerebro racional”.

Aun así, este experto advierte que creatividad y felicidad no siempre van de la mano: “Ser creativo y ser feliz es tanto como beber y no querer tener resacas. Crear implica asumir el riesgo de ocupar un espacio que antes no existía. Hacer una propuesta novedosa que la mayoría de las veces no es comprendida. Tomar el camino difícil, el camino contrario a lo que espera todo el mundo. Esto lleva implícito un alto nivel de frustración si tu entorno es mediocre o no tiene la suficiente cultura creativa. Dar a todos lo que esperan genera menos problemas que mostrarles nuevos caminos. En todo caso, ser creativo es un acto de amor y como en toda relación de amor, ser siempre feliz es imposible”.

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