El sector privado puede y debe ayudar a solucionar la movilidad urbana

El sector privado puede y debe ayudar a solucionar la movilidad urbana

La Reunión Anual de Davos esta semana se enfoca en la crisis del cambio climático, a la cual el transporte contribuye de una manera extraordinaria. Hace un mes el Foro mismo publicó un compendio de programas empresariales que que intentan acometer este desafío global.
8 Febrero 2020

En 2019, el Consejo para el Futuro de la Movilidad del Foro Económico Mundial hizo el lanzamiento de un concurso para identificar casos interesantes de compañías que estuvieran realizando programas para promover el transporte sostenible dentro de sus empresas. En diciembre, se publicó el informe final que resalta 18 casos de diferentes ciudades del mundo, entre ellas Bogotá.

El concurso se enfocó específicamente en el sector privado dado que es allí en donde se encuentra la gran mayoría de los miembros del Foro y son estos los actores que, por su nivel de influencia, pueden jugar un papel decisivo en temas de movilidad urbana.

No obstante, cuando se empezaron a recibir las nominaciones quedó en evidencia que tanto entidades  del sector público como instituciones de educación también están aportando su granito de arena para resolver este desafío. Así que el informe, como se explica en la introducción, no es una compilación exhaustiva de iniciativas, sino un abrebocas que busca resaltar los esfuerzos que se están llevando a cabo con cierto éxito y que sirven como invitación a otras empresas a replicar o emular los ejemplos que sean relevantes.

En el compendio se reconocen a tres entidades colombianas, dos con base en Bogotá y una en Barranquilla. En primera instancia aparecen Movistar y la Universidad EAN por sus programas Movistar en Bici y Pedaleando a la U respectivamente. Las dos enfocadas a la promoción de la bicicleta  como forma alternativa de transporte. En el segundo caso, Promigas con el programa Movilidad Sostenible que promueve la participación por medio de puntos e incentivos para que sus colaboradores viajen en carros compartidos, caminen o viajen en bicicleta al trabajo.

El ejercicio de recoger ejemplos de varios rincones del mundo fue estimulante por varias razones. Por un lado, resaltó la valiosa oportunidad en intercambiar experiencias ya que muchos de los ejemplos tenían enfoques parecidos. Por otro lado se reiteró la urgencia de que el sector privado participe en la implementación de soluciones urbanas a este tema que no solo agobia a Bogotá sino a todas las ciudades del mundo. Y por ultimo, resaltó la oportunidad que existe en promover este tipo de actividades por parte de gobiernos para que más empresas emprendan sus propias iniciativas.

En primer lugar, la oportunidad de intercambiar información y modelos es de gran valor dados los grandes paralelos en los esquemas que actualmente se implementan en diferentes partes del mundo. Los programas de promoción de la bicicleta por ejemplo son comunes en compañías como LinkedIn en varias ciudades de los Estados Unidos, Ald aumotovi en Sao Paulo y Movistar en Bogotá. 

Otras compañías como Bedrock Detroit en los Estados Unidos, Bosch en Stuttgart, Alemania le han puesto un énfasis importante a integrar los sistemas de transporte público existentes y hasta en ayudar a mejorarlos como parte de su estrategia.

Por último, no podrían faltar las soluciones tecnológicas que van desde los subsidios a vehículos eléctricos como en el caso de Bank of América en los Estados Unidos y de Gati en la India para el transporte de carga hasta el desarrollo de aplicaciones específicas para ofrecer opciones específicas a los colaboradores de una compañía como en el caso de ENEL Distribuição en Brasil.

El informe también resalta el papel fundamental que juegan las empresas en el rompecabezas del tema de transporte en una ciudad y de la oportunidad que esto les presenta no solo en ser corporaciones responsables sino también de reducir sus costos internos, incrementar el bienestar de sus colaboradores y socios y de ayudar a crear un círculo virtuoso en donde la sociedad (incluyendo su economía) se beneficia mutuamente.

Esta por ejemplo el caso de la aseguradora Zurich la cual desarrolla un programa de horario flexible para sus trabajadores en Argentina. Este programa no solo le ha permitido a la compañía reducir su impacto medio ambiental y darle opciones a sus colaboradores sino que también le ha ayudado a apreciar y cultivar la cultura de confianza que permite que dicho esquema sea posible. Aún más, por medio de este ejercicio han identificado que la falta de oportunidades para puestos de medio tiempo para altos cargos es algo que podría ayudar al progreso profesional y seguramente a la compañía internamente.

Por último, la recopilación de esta gran gama de soluciones al problema de transporte presenta una oportunidad para gobiernos locales en promover de manera concreta la implementación de programas a nivel empresarial. Esta es una pequeña muestra de lo que es posible y no es necesario inventarse cosas que no existan. De hecho el reporte incluye una reflexión de cómo se pueden replicar los programas y los contactos de las personas responsables de cada programa para obtener mas información.

Para no ir muy lejos, en Bogotá, la Secretaria de la Movilidad creó una red llamada Muévete Mejor  que busca apoyar “la formulación, implementación y seguimiento a estrategias de promoción de la movilidad sostenible al trabajo y estudio, buscando transformar esta cultura de la movilidad desde las organizaciones.” Cómo lo describe una persona de la antigua administración “La Red es un espacio para compartir experiencias y conocimiento entre las organizaciones en el tema, donde además capacitamos y damos herramientas para formular este tipo de estrategias a líderes de movilidad que representan a cada una de las organizaciones.”

Bajo esta red el año pasado se lanzó un juego "Cuando te mueves, Bogotá se mueve", para, de manera creativa, reconocer a las entidades que le inviertan a este tipo de iniciativas. De acuerdo a los resultados de la página, hubo una amplia participación a pesar de que los incentivos eran puramente simbólicos.

Si el informe del Foro Económico Mundial es un referente, entonces es posible que que brindar incentivos más atractivos es lo que se necesita para que entidades en diferentes sectores participen en iniciativas como la de la Secretaria de la Movilidad. Si el incremento de personas que compartan carro o que viajen en bicicleta se puede recompensar con gran publicidad y también con reducciones en impuestos, por ejemplo, quizá empiece el tema de la congestión, la movilidad y la calidad del aire a convertirse  no solo en tema de conversación y lamentos sino también de inversión en las empresas, universidades y otras entidades de nuestra ciudad.

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