“Las enfermedades profesionales son la gran cuenta pendiente de la prevención de riesgos en España” ha señalado Pedro J. Linares, secretario de salud laboral de CCOO
“Las enfermedades profesionales son la gran cuenta pendiente de la prevención de riesgos en España” ha señalado Pedro J. Linares, secretario de salud laboral de CCOO
Según los datos del CEPROSS (Comunicación de Enfermedades Profesionales en la Seguridad Social) publicados recientemente en la web del Ministerio de Trabajo y Economía Social, 2019 se cerró con 27.343 partes comunicados de enfermedad profesional, lo que supone un incremento del 13,5% respecto a 2018. Por segundo año consecutivo el número total de partes comunicados es superior en mujeres que en hombres (14.146 por 13.197), aunque este efecto ya se venía apreciando desde 2013 en el caso de los partes de enfermedad profesional con baja.
Existe un consenso extendido sobre la existencia de un enorme subregistro de enfermedades causadas por el trabajo, debido a que la mayoría de los casos son derivados a los Servicios Públicos de Salud como enfermedad común, con el consiguiente perjuicio para las trabajadoras y trabajadores afectados, para las cuentas de la sanidad pública y para la propia prevención en las empresas porque lo que no se registra no se previene. Este incremento de la notificación de enfermedades profesionales es una buena noticia para el objetivo de aflorar estas enfermedades profesionales, pero lo hace a un ritmo claramente insuficiente para poder visualizar el volumen real del daño causado.
Como viene siendo habitual, las enfermedades causadas por agentes físicos agrupan el porcentaje mayoritario de los partes comunicados, el 85% en 2019, fundamentalmente por los trastornos musculoesqueléticos (80% del total). Como contraste, los casos de cáncer comunicados como enfermedad profesional tan solo suponen un ínfimo 0,2%: 63 partes, 41 de ellos con baja, cuando las estimaciones más conservadoras de cáncer profesional en España se sitúan en torno a los 10.000 nuevos casos anuales.
Es significativo el caso de las enfermedades producidas por el polvo de sílice cristalina, un agente cancerígeno para el que el anterior Gobierno proponía duplicar el límite de exposición profesional en el marco de la trasposición de la nueva Directiva de Cancerígenos y Mutágenos. En 2019 se han comunicado 462 silicosis y 8 cánceres de pulmón debidas a la exposición a este agente, frente a los 367 y 1 de 2018. La silicosis era una enfermedad en regresión en España hasta que hace aproximadamente una década volvió a experimentar un crecimiento en su notificación: en 2009 se comunicaron 203 partes de enfermedad profesional por silicosis frente a los 462 de 2019.
“Las enfermedades profesionales son la gran cuenta pendiente de la prevención de riesgos en España” ha señalado Pedro J. Linares, secretario de salud laboral de CCOO. “El nuevo equipo al frente del Ministerio de Trabajo y Economía Social debe tomar medidas para mejorar el procedimiento de notificación de contingencias profesionales que limiten los criterios economicistas que vienen aplicando tanto las Mutuas como en INSS, así como actualizar el RD de enfermedades profesionales, añadiendo agentes, patologías y actividades laborales relacionadas para las que ya existe la suficiente evidencia científica”.
Fuente: CCOO