Al menos ocho jubilados del metro de Barcelona, posibles afectados por amianto

Al menos ocho jubilados del metro de Barcelona, posibles afectados por amianto

TMB admite que cuatro ex empleados han desarrollado tumores y que se examinan las afecciones de otros cuatro antiguos trabajadores
14 Enero 2020

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) admite que al menos ocho ex empleados del metro presentan trastornos que pueden deberse a que, mientras desempeñaron su labor, se expusieran sin saberlo al polvo del amianto, capaz de gestar enfermedades y cánceres pulmonares al deteriorarse las piezas fabricadas con el mineral y diseminarse en el aire. La empresa del Ayuntamiento de Barcelona detalla que cuatro trabajadores jubilados con afecciones presuntamente originadas por la sustancia han desarrollado tumores. A los otros cuatro se diagnostica engrosamiento pleural, una lesión no incapacitante e indicio de haber inhalado partículas de asbesto.

TMB añade que se examinan las dolencias de otros cuatro operarios retirados para aclarar si pudieron respirar las fibras. La compañía no reconoce responsabilidad en ninguna patología ni da por supuesto que la raíz sea el amianto. Resalta que los engrosamientos no se consideran enfermedad profesional susceptible de indemnización, y sostiene que las causas de los trastornos oncológicos pueden ser «diversas». Los sindicatos acusan a TMB de minimizar el riesgo para esquivar compensaciones cuando afloren afecciones graves asociadas al asbesto, que pueden tardar en manifestarse hasta 30 y 40 años.

CGT y CCOO explican que un grupo de operarios ha dejado de inspeccionar algunos componentes electrónicos de los convoyes al desconfiar de que regresaran limpias tras un proceso de descontaminado. «En una pieza que dio negativo luego se detectó amianto en un control aleatorio. Un trabajador afectado la estuvo manipulando. Sin un inventario acabado en los trenes, es imposible saber si hay más amianto o no. La desconfianza es total», afirma un representante sindical.

Todos los pacientes jubilados estuvieron en los talleres, donde arreglaban convoyes. En los últimos meses, TMB ha señalizado la presencia de amianto en los bajos, las baterías, compartimentos de las cabinas de conducción y otros elementos en vagones de cuatro series que los mecánicos han palpado sin medidas de seguridad durante años.

A la mayoría del ex personal no se le había citado para una revisión hasta este año. «No las hacían porque la empresa dijo en el 2000 que estábamos libres de amianto», reprocha un delegado sindical de prevención. La sanidad pública catalana examinaba a 89 ex efectivos del metro hasta el primer trimestre de 2019; en abril, se incorporó a los controles a 329 ex empleados que reparaban trenes. Hasta primeros de noviembre, 131 ex trabajadores han pasado el chequeo. En una de las primeras exploraciones que TMB ha efectuado se confirmó un tumor broncopulmonar.

Además, se han encontrado alteraciones supuestamente provocadas por el amianto en 28 trabajadores de mantenimiento en activo. Del total, 27 son engrosamientos y placas pleurales que no requieren por ahora más que evaluaciones periódicas; el peor caso es el de un trabajador con carcinoma broncopulmonar, que TMB admitió como enfermedad profesional. La empresa no confirma que diese pie a una indemnización y añade que el afectado se encuentra en «alta laboral y sin secuelas».

Fuente: El Mundo

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