Mueren un obrero y el camionero que intentó rescatarle de una fosa séptica en Valladolid

Mueren un obrero y el camionero que intentó rescatarle de una fosa séptica en Valladolid

Otro trabajador de la planta vio un móvil al borde del pozo y los encontró sepultados
21 Noviembre 2019

Los hechos ocurrieron en algún momento entre las siete y las ocho de la tarde, cuando la tragedia fue descubierta casi por casualidad por otro operario de una planta de piensos compuestos del Camino Viejo de Simancas (Progatecsa), que se topó con un móvil en el suelo al borde de una fosa séptica, un pozo de unos cuatro metros de profundidad y tan solo medio metro de diámetro. Lo que ocurrió con anterioridad nadie lo vio, pero todo apunta a una tragedia en dos fases. En la primera, según todos los indicios, un operario de la planta, Roberto, cayó al pozo y quedó sepultado en un amalgama tóxico de «líquidos, aguas sucias y gases». Y a continuación, al parecer, un camionero que acababa de acceder a las instalaciones pudo verle caer, o quizás también se encontró con su móvil. El caso es que debió intentar ayudarle y acabó perdiendo la vida. Su cuerpo quedó semisepultado en la balsa de residuos. La tragedia, en definitiva, se cobró dos vidas. Roberto y Arturo, de 48 y 58 años, murieron en un pozo en un doble accidente laboral que tiñó de luto una veterana empresa, situada en el término de la capital, que fue fundada en un lejano 1973.

El primer testigo, otro trabajador que se topó con el móvil de una de las víctimas al borde del pozo de residuos, alertó a los servicios de emergencia a las 20:15 horas. Para cuando llegaron bomberos, policías, sanitarios... era tarde. Los dos habían fallecido, presumiblemente, y a falta del resultado de la autopsia, por inhalación de gases o por simple asfixia al caer uno al fondo del pozo y quedar sepultado y desfallecer después el camionero que intentó sacarle.

Arturo, el transportista, entró a la planta en torno a las siete de la tarde y descargó. «Ha debido ocurrir entre las siete y las siete y media», relató un testigo. Pero no fue hasta pasadas las ocho cuando descubrieron lo ocurrido. «Ha sido una desgracia terrible, y poco más podemos decir, ya que ni siquiera sabemos lo que ha pasado», lamentaron fuentes de la empresa.

Las dos autopsias no han podido determinar, por su complejidad, las razones que determinaron las muertes por lo que el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid será el encargado de determinar en las próximas semanas las causas de los fallecimientos de los dos trabajadores

Paralelamente a la investigación policial, la Inspección Provincial de Trabajo ha abierto otra para aclarar lo ocurrido, y comprobar en qué consistían las labores de mantenimiento del pozo y las sustancias que éste contenía. Además se confirmará si la empresa disponía del plan de prevención y de riesgos para sus empleados.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Valladolid se ha hecho cargo de las diligencias previas, para determinar las circunstancias de estos dos fallecimientos. El informe de la Inspección de Trabajo será aportado a las mismas.

Fuente: El Norte de Castilla

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