Por qué la ética también es cosa de las empresas
Por qué la ética también es cosa de las empresas
Decir de una persona que es simplemente ingeniera, ebanista o juez es quedarse corto. No se le puede definir únicamente por aquello que hace para obtener un rendimiento económico. Cómo lo hace o cuáles son los principios que le guían son cuestiones igualmente importantes. Esto se debe a que su actividad impacta en la vida de otras personas porque forma parte de una sociedad, a la que contribuye con su trabajo. No vive de manera aislada en el mundo, sino que interactúa con él. Con las empresas ocurre exactamente lo mismo.
Ciudadanos y empresas forman parte de una sociedad. Para vivir en ella con plenitud, deben compartir ciertos códigos éticos con el resto de los integrantes. En ellos se reflejan los valores y los principios que guían su actividad. Es la manera que tenemos de relacionarnos y procurar el bien común.
En el caso de una compañía de gran tamaño, su impacto sobre la sociedad es enorme. Por eso es tan necesario que estas empresas se comprometan con principios y valores éticos que doten de sentido su actividad y que regulen sus relaciones con clientes, socios y proveedores. Su influencia es tan grande que deben ir incluso más allá de las meras exigencias legales.
Las grandes empresas son conscientes de su influencia en la sociedad. Por ese motivo, en un solo año 24 millones de personas se beneficiaron directamente de las actuaciones de responsabilidad social realizadas por grandes empresas en España y 9 de cada 10 contempla los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en su estrategia de RSE. Son datos del V Informe del impacto social de las empresas, elaborado por Deloitte y la Fundación SERES, que ponen de manifiesto la importancia creciente de esta materia para las grandes compañías.
Un ejemplo de este empeño por ir un paso más allá lo encontramos en Cepsa. Esta compañía ha sido la primera del sector del petróleo y el gas en España en obtener una certificación AENOR de Sistemas de Gestión Antisoborno según la Norma UNE-ISO 37001. Este es solo un ejemplo de cómo Cepsa lleva sus valores y principios a la práctica.
UN COMPROMISO GLOBAL
Para Cepsa, una compañía no sólo tiene que contar con unos valores sólidos. Además, debe actuar acorde con ellos. Para lograr este objetivo, debe involucrarse en él todo su capital humano. De los líderes a los operarios. Solo así se puede garantizar una gestión ética y responsable de los negocios, además de sostenible en el tiempo, capaz de generar valor para todos sus grupos de interés.
Unos 5.500 profesionales de Cepsa se han formado en cuestiones éticas y han aceptado cumplir el Código de Ética y Conducta de la compañía
Por ese motivo, todos los profesionales de la compañía deben formarse en cuestiones éticas. Hasta ahora, unos 5.500 profesionales de Cepsa ya lo han hecho y han aceptado el cumplimiento del Código de Ética y Conducta de la compañía.
Además, Cepsa cuenta con una serie de compromisos para una gestión responsable en todas sus áreas de actuación. Tienen que ver con la creación de valor en el largo plazo; la ética, el buen gobierno y la transparencia; la fiscalidad responsable; la seguridad; el medioambiente; las personas; los clientes; los proveedores; y la sociedad en general.
Junto a estos, Cepsa ha definido su actuación en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU para el año 2030. Concretamente, ha definido como prioritarios aquellos en los que puede maximizar su contribución como compañía energética global. Son seis: Energía asequible y no contaminante (7); Trabajo decente y crecimiento económico (8); Industria, innovación e infraestructura (9); Producción y consumo responsables (12); Acción por el clima (13); y Paz, justicia e instituciones sólidas (16).
ACCIONES PARA IMPULSAR LA ÉTICA
Cepsa ha impulsado en los últimos años la creación de un sistema que permite detectar y clasificar riesgos para ayudar a sus empleados a cumplir con su cometido de manera segura y ética. Se trata de un sistema de compliance, implantado por la Oficina de Ética y Cumplimiento, que cubre riesgos muy distintos en diferentes zonas del mundo. Su efectividad que queda patente gracias a la obtención del certificado AENOR según la Norma UNE-ISO 37001 para este sistema.
Cepsa es la primera compañía que obtuvo certificación AENOR de Sistemas de Gestión Antisoborno según la Norma UNE-ISO 37001
El modelo de prevención anticorrupción de Cepsa tiene como pilares fundamentales la Política contra el soborno y la corrupción en el ámbito público y privado; la Política para la prevención de delitos; la Política de conflicto de interés, y la Política de análisis de contrapartes, así como la formación y comunicación en todos los niveles de la compañía.
Además, se llevan a cabo diversas acciones para difundir y comunicar la cultura ética de la empresa entre todos sus profesionales. Entre estas últimas, destacan la instauración del Día de la Ética, que se celebra cada año desde 2016; sesiones formativas presenciales y online sobre la materia, tanto para el personal de las refinerías, plantas y oficinas como para directivos y managers; la creación de una app de Ética y Cumplimiento que, entre otras utilidades facilita el acceso a la información actualizada sobre las políticas y Código de Ética; así como la instauración de los 10 principios de ética y conducta que deben regir todas las actuaciones de cualquier persona de la compañía.
Todas estas acciones han permitido aumentar el número de comunicaciones recibidas en el Canal de Ética y Cumplimiento de Cepsa. También aumentar la adhesión al Código de Ética respecto al primer Código de la compañía, instaurado en el año 2013.
La ética es algo más que un compromiso para Cepsa. Esta filosofía permite a la compañía implicar a sus profesionales de ese afán de ir más allá de lo que se espera de ella. Se trata de una manera de hacer negocios que siempre pone por delante la sostenibilidad y el bien común. Como debe ser.
COMPROMISOS CON LA ÉTICA, EL BUEN GOBIERNO Y LA TRANSPARENCIA DE CEPSA
– Llevar a cabo sus actuaciones y prácticas cumpliendo los valores y los principios de actuación recogidos en el Código de Ética y Conducta, así como las políticas de cumplimiento que lo complementan.
– Contar con un modelo de negocio conocido por todas las personas que forman parte de la compañía, que asegure un comportamiento ético, transparente y responsable en todas las actividades y operaciones llevadas a cabo.
– Disponer de canales de denuncia confidenciales para la comunicación de posibles comportamientos no éticos observados tanto de forma interna como desde el exterior, tales como el Canal de Ética y Cumplimiento.
– Promover la transparencia informativa y la comunicación rigurosa y responsable con los grupos de interés en materia de desempeño en cuestiones operacionales, financieras y no financieras de la compañía.
CON PRÓPOSITO
ES UN PROYECTO QUE PROPONE UN RECORRIDO POR LAS INICIATIVAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA DE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS. QUÉ HACEN, POR QUÉ LO HACEN Y CÓMO LO HACEN… Y EL MODO EN EL QUE ESTAS POLÍTICAS INFLUYEN EN NUESTRO MODO DE VIDA.
Hay tantas políticas de RSC como empresas y cada una de ellas elige el entorno en el que focalizar sus esfuerzos. La sostenibilidad y la promoción de la igualdad son los ámbitos en los que las empresas españolas suman más iniciativas, junto con la lucha contra la pobreza.
A este tipo de proyectos se suma con fuerza la Economía Circular, que ha perdido ya la etiqueta de moda pasajera para convertirse en una apuesta de futuro de las grandes empresas españolas. Cada vez son más las que reman en esta dirección, en un movimiento global que abraza cada vez un mayor número de ciudadanos. Responsabilidad en el consumo, prudencia en el uso de recursos naturales, reutilización de los residuos generados por la actividad empresarial… En definitiva, responsabilidad en la cadena de producción y en el consumo.