El programa Imparables de Aquarius celebra el emprendimiento senior con una gala final

Todos sobrepasan los sesenta. Debido a su edad, habrá quien piense que son demasiado mayores pero, en realidad, lo que les sobran no son los años sino las ganas. Una vez más, con sus novedosas ideas, los senior finalistas del Programa Imparables de Aquarius han demostrado que la edad no es impedimento para emprender. Todo lo contrario. Su experiencia vital y su ilusión por seguir aportando soluciones para construir una sociedad mejor son un valor añadido.

Eso es lo que reivindica esta iniciativa de Aquarius –que con sus diferentes campañas lleva años defendiendo la vitalidad y el espíritu optimista de la gente–. Una labor que busca visibilizar la valía de los mayores españoles para la que han contado con el respaldo de Ashoka España, asociación de referencia a nivel mundial de emprendimiento social para ayudar a los activos seniors a hacer sus proyectos realidad.

Con edades comprendidas entre los 62 y los 86 años, los finalistas de la edición de 2019 –Georgina Regás (83 años), Xaime Fandiño (66), Paco Estrella (63), Rosa María Sardonil (62) y José Manuel de Ben (68)–, presentaron cinco proyectos sostenibles cuyas temáticas van desde el comercio justo a la gestión de residuos, el diseño slow o la colaboración intergeneracional. Unas propuestas seleccionadas, entre más de 70 ideas presentadas, por su originalidad y su foco social. Para llevarlos a cabo, los cinco ‘finalistas imparables’ de la tercera edición del programa han recibido formación y mentoría individualizada de los emprendedores jóvenes más brillantes y solventes de nuestro país.

Durante estos dos meses de trabajo con sus respectivas parejas, cada senior fue superando unos retos semanales basados en los cuatro pilares del desarrollo de un plan de negocios. Además, como novedad, los cinco participantes se beneficiaron de un refuerzo formativo específicamente diseñado por el equipo de emprendedores séniores 50Pro, liderados por el coach Carlos Molina.

El resultado de esas enriquecedoras relaciones se materializó el pasado 18 de junio en una Gala Final conducida por Juan Luis Cano. En dicho evento, los finalistas junto a sus  mentores defendieron sus aspiraciones empresariales y presentaron sus planes de negocio ante el jurado –integrado por Pablo Blázquez, director de la Revista Ethic; Cristian Palazzi, director de Playground Social; Sonia Navarro, directora del Instituto de Innovación Social de ESADE; Daniele Calzonari, inversor en La Bolsa Social y Charo Onieva, fundadora de Cincuentopía– y algunos business angels invitados para la ocasión. La decisión final fue complicada pero, finalmente, fue el sevillano José Manuel de Ben quien se hizo con el galardón gracias a su proyecto 3D Impact, un servicio para recuperar y valorizar los residuos de la impresión 3D. 

La propuesta de Ben, con la responsabilidad medioambiental y la economía circular como eje central, consistía en crear una red de puntos limpios para el reciclaje de los desechos de la impresión 3D. Asesorado por María Fernández-Onieva –creadora de la firma de calzado personalizado Uniqshoes–, el andaluz ha desarrollado un sistema de recogida ejecutado por la propia empresa, de manera que los materiales se limpian y separan en un punto limpio y muchos pueden ser reutilizados en otros proyectos, como en los cursos de formación de estas herramientas. 

Además, la iniciativa de Ben también busca favorecer la integración social. Por ello, el trabajo diario es realizado por personas en riesgo de exclusión social. Como recompensa a su trabajo, el senior sevillano ha sido dotado con un total de 5.500 euros en concepto de capital semilla para poner en marcha esta iniciativa, de los cuales 3.000 euros corresponden a su premio como ganador del programa, 2.000 euros a la cifra inicial que recibió cada uno de los finalistas por haber llegado a la final, y 500 euros adicionales por haber ganado uno de los cuatro retos semanales a los que se han tenido que enfrentar.

Los senior de Aquarius han demostrado que la edad no es impedimento para emprender. Todo lo contrario. Su experiencia vital y su ilusión son un valor añadido.

El proyecto de 3D Impact se impuso a las ideas de Georgina Regás –ayudada por Pablo Ruibal, co-fundador de Boatjump– y su Cooperativa de Madres de Zinguichor, con la que enseña a madres senegalesas a elaborar confituras y jaleas con frutas autóctonas para proporcionar una vida más digna a las familias de esta región; Xaime Fandiño –asesorado por Daniel Jiménez, co-fundador de Waynabox– con ‘Vulnerables’, fomentando el envejecimiento activo e intergeneracional, poniendo en marcha actividades lúdicas, artísticas y empresariales en las que colaboran personas de diferentes edades, desde los 20 a los 70 años; Paco Estrella y ‘Nuss’ –aconsejado por Gala Freixa, co-fundadora de Sheedo Paper–, cuyo objetivo es apoyar a pequeños artesanos y diseñadores locales a mantener vivo su oficio tradicional de una manera innovadora y contemporánea; y Rosa María Sadornil –junto al joven Jaime Garrastazu, co-fundador de Pompeii–, que busca activar al colectivo empresarial para favorecer la inserción sociolaboral de jóvenes en riesgo de exclusión social implicando voluntariamente a sus trabajadores en el desarrollo profesional de estos chicos y chicas con ‘Creando puentes’.