Plan de transformación digital: el valor en juego
Plan de transformación digital: el valor en juego
La necesidad de agilidad no significa que una estrategia digital deba diseñarse o ponerse en funcionamiento con menos confianza o planificación de la que se precisaba para las estrategias en el pasado. De hecho comparte tres puntos clave con la planificación de cualquier tipo:
- Es útil para cerrar las brechas en el conocimiento de los mercados complejos.
- Inspira a los equipos ejecutivos y empleados a superar miedos y resistencias a actuar.
- Apoya en la calibración de los riesgos y a tomar decisiones.
La diferencia entre lo que sucedía años atrás y lo que sucede ahora tiene que ver con la velocidad y volatilidad. Sí, hablamos de datos, un aspecto esencial en el plan de transformación digital de una empresa. Pero son precisamente éstos los que proporcionan más información sobre el entorno competitivo de lo que los estrategas de ayer podrían imaginar y los que hacen posible corregir el rumbo, en tiempo real, para no perder alineación entre las acciones en marcha y los objetivos estratégicos.
Desafíos a tener en cuenta en el plan de transformación digital
Un plan de transformación digital no debe dar miedo. Al fin y al cabo, es una estrategia, aunque también es verdad que requiere una atención especial. Esta condición tiene que ver con los retos asociados al proceso de digitalización, entre los que destacan los siguientes:
- Falta de claridad. Los líderes de muchas organizaciones no tienen del todo claro lo que significa «digital» para la estrategia. Subestiman el grado en que lo digital está afectando los fundamentos económicos de sus negocios. También pasan por alto la velocidad con la que los ecosistemas digitales están difuminando los límites de la industria y cambiando el equilibrio competitivo. Este desafío se puede combatir mediante programas de formación y análisis estructurados de casos de uso.
- Resistencia ejecutiva. Responder a lo digital construyendo nuevos negocios y evolucionando de los enfoques antiguos puede entenderse como una amenaza por parte de algunos directivos. Es la típica oposición del “Esto se ha hecho siempre de esta forma, ¿Por qué tenemos que cambiarlo?”. Cuando esto sucede, son el principal factor de resistencia, y tratarán de demorar el cambio necesario. Para superar este reto, conviene poner en marcha programas de incentivos que estimulen a los ejecutivos de alto nivel a efectuar acciones alineadas con la transformación digital planteada.
- Difusión del esfuerzo. Algunas empresas están intentando hacer dos cosas a la vez: reinventar su núcleo organizacional, digitalizando y automatizando algunos de sus elementos clave, y crear nuevas empresas digitales innovadoras. El desafío es agudo debido al vertiginoso ritmo del cambio digital y la incertidumbre que rodea la adopción de nuevas tecnologías. Y, además, se trata de un desafío constante, dada la necesidad simultánea de digitalizar el núcleo empresarial e innovar con nuevos modelos de negocios. Pero también es un reto superable, si se entiende que la aplicación del plan de transformación digital no tiene por qué ser uniforme en toda la empresa y si se destinan los recursos necesarios para dar soporte a la estrategia de digitalización.
Plan de transformación digital: recomendaciones por sectores
Muchas empresas están realizando inversiones tácticas o aisladas en tecnología en ausencia de una estrategia global y formal sobre la que optimizar sus esfuerzos y asegurar su alineación. Para lograr una digitalización exitosa, las empresas deben desarrollar una visión, traducirla en un plan de transformación digital y crear una arquitectura de información que guíe las opciones de tecnología y aproveche las inversiones.
Este plan incorporará algunas variaciones, en función del sector de actividad en que se encuadre la empresa:
- Industrial. Tiene objetivos muy variables en función de la geolocalización pero van sobretodo orientados a aumentar la eficiencia operativa, impulsar la innovación y lograr la integración de la cadena de suministro
- Retail. Deberá poner el foco en crear experiencias innovadoras e impulsadas digitalmente.
- Telecomunicaciones. Poner al cliente en el centro es el primer paso para una digitalización exitosa.
- Banca. La cercanía al cliente debe ser su prioridad aunque, antes tendrán que superar desafíos de inversión, que incluyen un crecimiento económico lento, bajos márgenes de interés, mayor regulación y cambios en las expectativas de los consumidores.
- Seguros. El primer paso en un plan de transformación digital en este sector es librarse de la dependencia de la tecnología heredada y las culturas adversas al riesgo, ya que afectan la agilidad con que las aseguradoras pueden avanzar en su proceso evolutivo.
- Salud. Su reto más importante es la adopción de tecnologías que ayuden a involucrar al paciente / usuario. Hay que tener en cuenta que, en esta industria, cualquier elección tecnológica deberá alinearse con los requisitos reglamentarios, especialmente en lo relativo a la seguridad de los datos.
El plan de transformación digital es una hoja de ruta que guiará al negocio hacia una nueva forma de hacer las cosas. El cambio de modelo que implica parte de un enfoque que acepta que será necesario introducir ajustes, para poder seguir adaptándose a las nuevas innovaciones tecnológicas y a las necesidades cambiantes del mercado. ¿Listo para aumentar el valor presente y futuro de tu negocio?