Mindfulness para aumentar la productividad

No es ninguna broma. Hace cuatro décadas, el científico estadounidense Jon Kabat-Zinn, educado en el Massachusetts Institute of Technology (una de las universidades más importantes del mundo), desarrolló este novedoso método de reducción del estrés y la ansiedad, que en un principio se aplicó con éxito a enfermos con dolores crónicos. Pero hoy es abrazado con euforia por diversas empresas multinacionales que ponen a disposición de sus trabajadores técnicas y hábitos de meditación para mejorar su bienestar. 

No es para menos. La salud emocional de los empleados ha pasado a ser un aspecto fundamental para mantener (o incrementar) la productividad de las empresas. Las iniciativas para mejorar el bienestar en el lugar de trabajo no solo tienen un impacto positivo en los trabajadores, sino también redundan en una organización con mejores resultados. Pero, ¿cómo lograrlo?, lo primero es hablar con los empleados, dice Elsa Sánchez, experta en salud laboral del Colegio de Psicólogos de Madrid. La comunicación es indispensable en cualquier sitio. Pregunte a sus trabajadores acerca de las mejoras que pueda hacer por ellos. Sea directo y comprensivo.

La falta de empatía siempre genera tensión y no contribuye al diálogo. Indague sobre los aspectos negativos, pero también sobre los positivos y trate de reforzar estos últimos. Muchas empresas, por ejemplo, optan por ser más abiertas con su plantilla de empleados: comparten su visión hacia el futuro, los retos a los que hará frente, así como su posible solución. Esto hace que los trabajadores se sientan importantes e imprescindibles dentro de la organización. A su vez se logra aumentar la seguridad y confianza entre las personas. En ocasiones, un simple gesto por parte de la empresa puede contribuir a destensar el ambiente.

Algunas compañías han optado por un camino más zen, y han puesto a disposición de sus trabajadores salas de contemplación, clases de yoga y mindfulness. Esta última técnica se ha convertido en todo un fenómeno a nivel internacional, incluso existen institutos dedicados solamente a la aplicación de esta terapia en los sitios de trabajo. Su gran éxito se debe a que existe una relación directa entre esta práctica y el desarrollo de estados mentales positivos como la felicidad, la satisfacción, la ecuanimidad y la compasión, de acuerdo con diversos expertos. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin (en Estados Unidos) reveló que los empleados de una compañía de biotecnología, tras ocho semanas de entrenamiento de mindfulness, presentaron un estado de ánimo más optimista. No solo eso, según el análisis, los trabajadores dijeron que volvieron a estar en contacto con lo que más les gustaba de sus trabajos.

En otro análisis, publicado en el Journal of Applied Psychology (una revista académica publicada por la Asociación Estadounidense de Psicología), los participantes entrenados en mindfulness experimentaron significativamente menos agotamiento emocional y más satisfacción laboral. Por otra parte, hay empresas que buscan un impacto aún mayor en sus trabajadores, reformando una parte de su espacio laboral. Por ejemplo, diversas firmas han transformado sus paredes en muros verdes con miles de plantas. Con esta iniciativa se ha logrado mejorar el humor de las personas, pero también se ha conseguido acelerar la eliminación de contaminantes del aire y durante el verano se ha logrado reducir el gasto en aire acondicionado, pues el ambiente es más fresco.

No existen límites para el ingenio cuando se trata de cuidar a los trabajadores y el balance de la empresa. Encontrar una solución no es sencillo, explica Sánchez, del Colegio de Psicólogos de Madrid. Hay que hacer un análisis profundo y ello requiere un esfuerzo adicional de la organización. Pero como dice  Pfeffer: “Mantener felices a los empleados es completamente coherente con el desempeño económico de la compañía”.