La mayor precariedad laboral tiene consecuencias nefastas para la salud de las mujeres
La mayor precariedad laboral tiene consecuencias nefastas para la salud de las mujeres
Desde 2012 -año en el que fue impuesta la reforma laboral del PP, aumentando la precarización laboral, especialmente entre las mujeres- se notifican más bajas por enfermedad laboral entre mujeres que entre hombres, a pesar de que en el Real Decreto de Enfermedades Profesionales faltan actividades altamente feminizadas y algunas patologías con rostro de mujer como son el síndrome del túnel carpiano, nódulos en cuerdas vocales o las producidas por la exposición a agentes biológicos.
Desde 2013 el número de partes comunicados de enfermedad profesional con baja en mujeres es superior en términos absolutos al de los hombres, a pesar de ocupar un volumen menor de población empleada.
Asimismo, CCOO CLM denuncia que la mayor precariedad laboral genera que las mujeres sufran más accidentes in itinere, es decir, al ir o volver del trabajo. La principal causa la encontramos en que en una misma jornada realizan más desplazamientos, pues tienen que simultanear varios trabajos con contratos a tiempo parcial no deseados, para completar una jornada laboral.
Las mujeres tienen una mayor exposición ante los riesgos psicosociales que son los que se originan como consecuencia de la organización del trabajo. Estos afectan a la salud de diversas formas, relacionándose con las enfermedades cardiovasculares, los trastornos mentales y músculo-esqueléticos.
Por tanto, Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha considera indispensable y urgente la mejora de las condiciones laborales de las mujeres, -que han sufrido con mayor rigor los envites de la crisis, de los recortes y de la reforma laboral-, para la mejora de sus condiciones de salud.
Asimismo, a juicio del sindicato es necesario fomentar una cultura preventiva con perspectiva de género, con la adopción de medidas, planes de prevención y planes de igualdad que permitan mejorar las condiciones de trabajo y salud. Una prevención con mirada de género que nos permita detectar y prevenir riesgos específicos como la doble presencia, el acoso sexual y acoso por razón de género, o los riesgos durante el embarazo y la lactancia, entre otros.
Mujeres y hombres están expuestos a riesgos laborales en sus centros de trabajo, pero se dan una serie de condicionantes en cuanto a las propias diferencias biológicas, a las desigualdades de género, la segregación vertical y horizontal, una mayor precariedad laboral femenina, etc, que hacen que esta exposición tenga efectos más negativos sobre la salud de las mujeres.
El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres tuvo su origen el 28 de mayo de 1987, en el V Encuentro Internacional Mujeres y Salud, para abordar y denunciar las diversas causas de enfermedad y muerte que impactan en las mujeres, así como los graves problemas de salud sexual y reproductiva que afectan a mujeres y niñas de todo el mundo.
Fuente: CCOO