5 cambios clave en la cultura de trabajo para 2030

5 cambios clave en la cultura de trabajo para 2030

La cultura de trabajo está siendo sacudida por numerosos factores y cambios en los últimos tiempos, desde la evolución tecnológica al poder de los datos o a la captación del talento. Esta es la panorámica que nos encontraremos en 2030.
22 Marzo 2019

La cultura de trabajo es el ADN de la personalidad de cada compañía, en la cual están tatuados los valores, las expectativas de comportamiento, las prácticas y otras normas tanto tácitas como explícitas relacionadas con la compañía.

Una investigación reciente realizada por Hired halló recientemente que la cultura de la empresa es el segundo factor más importante que tienen en cuenta los candidatos a la hora de trabajar en una organización. Por tanto, si esta es tóxica o por el contrario, está basada en la cooperación y en la confianza, influirá en gran medida en el grado de satisfacción de los empleados y a la larga, en la retención de su talento y permanencia en la empresa.

Por otra parte, la cultura corporativa no es monolítica ni estática en el tiempo sino permeable: numerosos factores cambiantes inciden en ella, como los cambios demográficos, las iniciativas de diversidad e inclusión, la escasez de talento, la automatización, la tecnología en vertiginosa evolución y el poder de los datos. A continuación, dibujamos algunos de los principales cambios que sacudirán la cultura de trabajo de aquí a 2030. 

5 cambios relevantes en la cultura corporativa de aquí a 2030

  • Equipos más inclusivos y diversos que nunca: Las organizaciones deberán crear una red más amplia para el talento, aprovechando nuevas regiones o segmentos demográficos subutilizados, mientras que sus respectivas culturas corporativas deberán centrarse en la inclusión para crear entornos de trabajo armoniosos y productivos. Los equipos estarán más descentralizados, la tecnología facilitará la colaboración a través de zonas horarias distintas, brindará instrumentos de trabajo precisos para personas con diversidad funcional y eliminará los sesgos en la contratación de empleo. Otras herramientas para crear entornos inclusivos serán la IA, la gamificación o la realidad virtual. 
  • La brecha en las habilidades de comunicación se ampliará: Las habilidades de comunicación y oratoria escasean pese a su importancia en la actualidad. Dentro de una década, además de la voz, el texto y el vídeo, nos toparemos con la Realidad Extendida, que permitirá revolucionar por completo la manera en que las personas se encuentran e interactúan. La adaptación y la habilidad para usar múltiples plataformas serán esenciales, dice Jeanne Meister, socia fundadora de Future Workplace, una firma de consultoría e investigación de recursos humanos que brinda información sobre el futuro del aprendizaje y el trabajo. Y la gestión de las plataformas de forma inclusiva será esencial a medida que los lugares de trabajo sean más diversos.
  • Confianza y transparencia en los datos: A medida que la Cuarta Revolución Industrial se haga cada vez más patente y la Inteligencia Artificial y el Machine Learning lo impregnen todo, las empresas tendrán acceso a mucha más información sobre los empleados, la productividad y los patrones de trabajo. Esta transparencia permitirá a los empleadores encontrar formas de mejorar la productividad, como la capacitación en áreas donde los empleados parecen tener dificultades. Sin embargo, dichos datos también generarán nuevas preocupaciones sobre la privacidad y la confianza, un desafío que requerirá esfuerzos conjuntos, potentes estrategias en ciberseguridad y transparencia en la gestión de la información.
  • Aprendizaje constante para retener talento: Trabajadores y empresas deberán asociarse para crear vías de aprendizaje a lo largo de toda la vida con el fin de no quedarse atrás ante el progreso tecnológico. Las compañías tendrán que esforzarse en alcanzar fuertes tasas de retención creando confianza en la plantilla, temerosa de la automatización de sus tareas. Para ello, formación constante y capacitación en nuevas competencias y habilidades resultará esencial.

Oficinas inteligentes y flexibles: La cultura corporativa guarda una estrecha relación con el espacio de trabajo. La reacción contra las plantas abiertas está propiciando que las compañías creen lugares de trabajo más flexibles, que incluyan espacios privados y estaciones de trabajo que faciliten la concentración y el trabajo profundo. A medida que las herramientas conectadas y los controles ambientales se vuelvan “más inteligentes”, todo será adaptable con la ayuda del IoT desde la iluminación y los niveles de ruido hasta la temperatura, optimizando su capacidad para mejorar el rendimiento y la comodidad de los empleados. También se añadirán salones de realidad virtual, pantallas para reuniones con trabajadores remotos o iniciativas de gamificación.

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