Dos habilidades contradictorias que todo líder necesita

Dos habilidades contradictorias que todo líder necesita

Pasar de ser un emprendedor avanzando en solitario, a ser director de una empresa multinacional trabajando junto a un gran equipo es una experiencia única para conocer cuáles son las habilidades necesarias para ser un líder eficaz. Ryan Holmes, CEO de Hootsuite.
11 Diciembre 2018

Empecé mi primera agencia digital desarrollando páginas webs y herramientas de marketing para otras empresas. Al principio yo era el único empleado, así que me levantaba cada día y empezaba a trabajar. Con el paso de los años, fuimos creciendo poco a poco, hasta llegar a ser más de una docena de empleados. Después llegaría la herramienta que permite gestionar múltiples cuentas de redes sociales desde un único panel de control. Se llamó Hootsuite y pasaría a ser una compañía distinta e independiente.

En algunos aspectos, las cosas han cambiado mucho desde entonces. Hootsuite tiene ahora más de una docena de oficinas por todo el mundo. Somos una compañía líder en el ámbito de la gestión de redes sociales y trabajamos con 800 de las 1.000 empresas de la lista Fortune. Además, tengo la gran suerte de contar con un equipo formado por brillantes profesionales que me ayuda cada día.

Haber vivido estas dos caras de la moneda, por un lado como emprendedor que pone en marcha una empresa en solitario y por otro como director de una gran compañía, ha sido una experiencia única que me ha permitido conocer cuáles son las habilidades necesarias para ser un líder eficaz. Lo interesante para mí es que aunque, a priori, ambas realidades pueden parecer incompatibles, encontrar el equilibrio es posible y fundamental. Se trata de una reflexión que quizás pueda resultar interesante para otros líderes.

Aprendiz de todo, maestro de nada

La lección más importante que he aprendido como director de una empresa es que uno debe ser maestro en todo. Para poder arrancar tuve que aprender, casi siempre sobre la marcha, todo lo que supone gestionar un negocio: producto e ingeniería, ventas y marketing, contabilidad y finanzas, atención al cliente, recursos humanos y otros aspectos. El proceso de poner en marcha un negocio desde cerofue como cursar un mini MBA. Sin embargo, la realidad es que esta ha sido una experiencia de la que no han podido disfrutar muchos de mis compañeros, por el hecho de liderar compañías que ya contaban con gran crecimiento e importante respaldo empresarial.

No digo que sea un experto en programación o un gurú de las ventas, pero aprendí lo suficiente como para que ser considerado relevante. Mi conocimiento sobre el desarrollo de producto me permitió comprender a la perfección a los desarrolladores que estaba contratando y sabía lo que había que saber sobre ventas, hasta el punto de poder atender llamadas de clientes clave y hacer buenos negocios. Así mismo, aprendí cómo hacer un discurso que resultase convincente para los inversores. En realidad, no tenía otra alternativa: o aprendía a manejar estas áreas o la empresa no saldría adelante.

En Hootsuite, por ejemplo, no teníamos un presupuesto publicitario destinado a promocionar nuestra plataforma de gestión de redes sociales… y yo no tenía formación para desarrollar un plan de marketing global. Pero nos dimos cuenta de que un porcentaje muy elevado de nuestros usuarios procedía de Japón, así que me subí a un avión para hacer una visita a todos los medios de comunicación nipones, di conferencias, me reuní con periodistas, e incluso con uno de los mayores fabricantes de teléfonos del país. Al final, conseguimos consolidar nuestra posición en el mercado japonés, que a día de hoy sigue siendo una plaza muy fuerte para nosotros. Aprendí sobre la marcha, ¡principalmente porque tenía que hacerlo!

A día de hoy, para mí sigue siendo enormemente valioso estar en contacto constante con mi equipo de producto, los jefes de ventas y el equipo de marketing e involucrarme en todo lo que hacen. Es fundamental conocer desde dentro cuáles son sus necesidades y sus retos y poder ofrecerles mi visión de las cosas.

La humildad de saber cuándo delegar

Sin embargo, con el tiempo también he aprendido una lección muy importante y paradójica. A medida que se va superando la etapa inicial, la manera más rápida (en realidad, la única) de acelerar el crecimiento es delegar y no tratar de hacerlo todo tú mismo. En otras palabras, tan pronto como puedas, contrata a personas que puedan hacer trabajos específicos mejor que tú.

A medida que Hootsuite crecía y lográbamos millones de usuarios en todo el mundo, tuve que aprender a dejarme llevar, a centrarme en mis puntos fuertes y a encontrar gente capaz de hacer las cosas en las que yo no era bueno. Me gustan las ventas, pero no quería pasarme la vida en un avión, así que contraté a alguien para dirigir esa área. Decidí incorporar un CRO que nos ayudara con los asuntos financieros y otras operaciones a medida que crecíamos a nivel mundial. Así, Steve Johnson, que contaba con enorme experiencia en la creación de equipos globales en grandes empresas, rápidamente hizo crecer nuestro equipo y nos puso en el camino adecuado para poder cerrar importantes acuerdos.

Todo esto me permitió seguir centrándome en mis funciones principales (producto y marketing), y a la vez hizo posible que creciésemos exponencialmente, superando con creces todo lo que podría haber hecho yo solo.

Al final, poseer esas habilidades que decíamos pueden parecer contradictorias, es decir, tener los conocimientos suficientes como para ser considerado relevante y al mismo tiempo ser capaz de delegar, siguen siendo a día de hoy algo fundamental para mí como líder. Se trata de no tener miedo de arremangarse y hacer frente a cualquier trabajo, sin dejar de reconocer el talento de las personas que te rodean y saber que juntos llegaremos más lejos. Esta combinación no siempre resulta fácil, pero creo que saber cuándo hay que apoyarse en otros y cuándo hay que dar un paso atrás, es algo que todo buen líder debe aprender si quiere alcanzar el éxito.

¿Qué opinas de este artículo?