¿Es importante ofrecer un salario emocional a tus empleados?
¿Es importante ofrecer un salario emocional a tus empleados?
Cuántas veces has pensado: “si me pagaran las horas que hago de más, estaría más motivado en mi puesto de trabajo” o “si saliera a mi hora, pasaría más tiempo con mi familia o haciendo lo que me gusta”. ¿Te sientes identificado?
Años atrás, los trabajadores buscaban como alicientes una subida de sueldo. Pero los tiempos han cambiado y hoy lo que más valora el empleado no es ganar más dinero, sino que las condiciones de trabajo sean justas y apropiadas.
¿A quién no le alegra que su jefe le suba el sueldo? Quien diga lo contrario, miente. Pero eso únicamente ya no es suficiente para motivar al empleado y retenerlo en la empresa. Hay otros factores implicados:
- Flexibilidad.
- El sentimiento de sentirse valorados por la labor que realizan.
- Tener autonomía y responsabilidades.
Por tanto, la empresa que ofrece estas ventajas no económicas, lo hace para mejorar su calidad de vida, enriqueciendo su bienestar y satisfacción personal y profesional.
Todo esto, a su vez, contribuye a mejorar la productividad, un punto muy importante para la empresa. Asimismo, la organización que ofrezca un buen salario emocional, saldrá beneficiada con los siguientes puntos:
- Reducirá la rotación de personal.
- Bajará el absentismo.
- Disminuirá los costes administrativos.
Qué implica un salario emocional
Si crees que atraer profesionales a tu empresa tan solo es una cuestión económica, vas por mal camino. Hoy más que nunca se valora el tiempo libre y en el lugar de trabajo se busca implicación, algo que no se consigue si el trabajador no está motivado.
Así que las empresas deberán velar por los intereses de sus trabajadores y para ello deben:
- Reconocer y valorar sus logros.
- Proteger sus intereses tanto profesionales como personales.
- Cumplir sus necesidades personales.
Veamos, a continuación, algunos factores que cualquier empresa debe tener en cuenta para ofrecer a sus empleados un salario emocional:
- Horarios flexibles: esto no significa trabajar menos horas, de lo que se trata es de distribuir mejor el tiempo. Estar ocho o nueve horas seguidas delante del ordenador no implica mayor productividad. Con un horario flexible en el que tú puedes decidir cuándo trabajar y a qué hora entrar o salir, podrás conseguir un mejor equilibrio entre tu vida personal y laboral.
- Responsabilidades: hacer partícipe al trabajador a la hora de tomar decisiones es una idea brillante para hacerle sentir importante dentro de la organización. Así, el empleado será consciente de que su esfuerzo está valorado y reconocido, por lo que su nivel de implicación aumentará mucho más.
- Reconocimiento: al igual que cuando cometemos fallos, nos regañan y nos piden explicaciones, ¿por qué cuando hacemos algo bien no reconocen nuestra labor y valoran nuestros éxitos? Esto es un incentivo para que el trabajador se siga esforzando y, por otro lado, sirve para aumentar la competitividad de los demás trabajadores.
- Crecimiento: una forma de ofrecer un salario emocional competitivo es integrar programas que ayuden al trabajador a crecer profesionalmente. Se trata de un beneficio para la empresa y para el colaborador; por un lado, la empresa tiene empleados capacitados, que renuevan sus conocimientos constantemente y, por otro, los empleados están más felices de seguir creciendo y ascendiendo. Un empleado que no tenga posibilidades de promoción en su empresa tiende a acomodarse en su zona de confort y no intenta sacar el máximo rendimiento.
- Valores: la filosofía y cultura que la empresa transmita a sus empleados también influirán en su satisfacción. Si logran sentirse identificados con los valores que la organización transmite, les resultará más fácil desenvolverse en su lugar de trabajo y entender cuáles son sus obligaciones.