Trucos mentales para sobrevivir en un trabajo que odias mucho
Trucos mentales para sobrevivir en un trabajo que odias mucho
El estrés del comienzo de semana te pilla desprevenido. No puedes dejar de pensar cuánto tiempo más podrás aguantarlo. Te dices a ti mismo que esto cambiará, que es temporal, pero a medida que lo repites sabes que no: te espera una larga y maratoniana jornada laboral a la que la seguirán otras tantas.
Llegas a tu puesto, saludas a los compañeros y vas a tomar café. Nada más entrar, ya estás mirando el reloj, deseando que el tiempo pase. Sobrevivir en estas condiciones requerirá un hercúleo esfuerzo por tu parte. Entonces, piensas en renunciar. Sin embargo, no puedes permitírtelo. El pago de la hipoteca o del alquiler y tu escaso nivel de ahorros hacen que despegarte del mundo laboral sea algo utópico. Tal vez estés aburrido y agotado del trabajo. El cinismo y la negatividad nublan todos tus pensamientos. ¿Cómo salir adelante?
La forma en la que piensas las cosas afecta a tu vida mucho más de lo que crees
Antes de todo, no olvides que puedes afiliarte al comité de empresa y defender tus derechos en caso de ser un problema mayor que repercuta en ti y en todos tus compañeros. En el caso de que seas tú y no haya una razón de peso por la que lo pasas tan mal, lo primero que debes hacer es ponderar tus opciones. Puedes volver a quejarte por enésima vez: lamentar tu situación, criticar a tus superiores o quejarte no haberlo visto antes y dar marcha atrás a tiempo. O tal vez, hallar una forma productiva de sobrellevar tu suplicio. Precisamente, esto es en lo que te tienes que enfocar: controlar tus pensamientos.
Debes imponer un límite de tiempo a la frecuencia con la que alimentas tu frustración o autocompasión, de lo contrario no avanzarás. Decirte a ti mismo continuamente "no puedo con ello" o "no aguanto más" es lo peor que puedes hacer, ya que acabas en una continua retroalimentación de pensamientos negativos. "Si te enfocas en lo cansado que estás o en lo mucho que odias a tu jefe, eso solo te llevará a pensarlo continuamente. La forma en la que piensas las cosas afecta a tu vida más de lo que crees", afirma Dee Cascio, una prestigiosa coach del norte del estado de Virginia para 'The New York Post'. "Reemplaza esos pensamientos negativos por las cosas que más te gustan de tu trabajo o las razones que te llevaron a aceptarlo".
Cascio recomienda "una rutina de ejercicios diaria y regular, una dieta equilibrada y buscar el apoyo de los amigos fuera del trabajo"
Otra forma de redirigir tu actitud es visualizar lo que puedes obtener a cambio. Llenar tu mente con proyectos paralelos que puedan surgir a raíz del empleo, incluso, de las vacaciones, despejará todo lo malo que te pasa por la cabeza. "Date cuenta de hacia dónde te está llevando el trabajo, aunque solo sea para estar más tranquilo económicamente", asegura John Grobe, presidente de la asociación Federal Career Experts. "Imagina los viajes que te quedan por hacer, la satisfacción a la hora de pagar los estudios soñados de sus hijos o la tranquilidad financiera a la que aspirarás una vez te jubiles".
Si te sientes muy quemado y no te sirven ninguno de estos consejos, el primer paso es identificar y clasificar los principales valores que te ofrece la vida que tienes hora. Al conocer estos datos, es mucho más fácil sopesar si prefieres un cambio o no. Después de esto, lo siguiente será aprender a ser asertivo, es decir, expresar tu opinión de manera firme y ser consciente de tu lugar en la cadena de trabajo.
Otro consejo clave mencionado por los expertos es explorar la forma en la que podrías mejorar tu vida laboral para hacerla más tolerable. Como por ejemplo, hacer nuevos amigos o aprender una nueva disciplina o habilidad para llevar a cabo durante tus ratos libres y que de verdad te llene. En las terapias de Dee Cascio, los participantes aprenden a liberar energía positiva y la mayoría afirman salir más que satisfechos. Para ello, es indispensable sentirte bien contigo mismo y "abrazar el bienestar". Cascio recomienda "realizar una rutina de ejercicios regular, elegir una dieta equilibrada y buscar el apoyo de los amigos fuera del trabajo".
"No desarrolles malos hábitos como fumar o beber en exceso", recomienda la coach. Vale. Vamos a ponernos en una situación en la que ya lo has probado todo y sigues sin encontrar tu lugar ni dentro ni fuera del trabajo. ¿Qué hacer? "Algunas personas llegan tanto al punto de no poder soportarlo que acaban cambiando drásticamente de carrera", sugiere Cascio. "Esto puede terminar en que pierdas una serie de años para formarte y una vez llegues a tu nuevo puesto no cobres ni la mitad de lo que antes", avisa. Pero no te preocupes. La vida está cargada de segundas oportunidades y nunca es tarde para empezar algo nuevo.