Trucos para crear un espacio de trabajo saludable
Trucos para crear un espacio de trabajo saludable
Aprovecha el potencial del color: Son muchos los estudios de psicología del color que subrayan cómo este incide en la productividad, la creatividad, la salud, los niveles de estrés, el enfoque, la comunicación y las emociones. El rojo y otros colores cálidos generan fuerza y energía -aunque pueden provocar estrés-, el amarillo es práctico y estimulante aunque puede resultar estridente, mientras que el verde y el azul, los más recomendados, transmiten un efecto tranquilizador para la mente y son sinónimo de honestidad y autoridad.
Diseño ergonómico para los muebles: Apuesta por sillas y escritorios seguros para los trabajadores, ya que la postura corporal es de suma importancia y además, el mobiliario ergonómico reduce las probabilidades de lesiones, los problemas de cuello y espalda y también el estrés.
Introduce plantas vivas: Numerosos estudios y hasta la propia NASA respalda la afirmación de que las plantas de interior ubicadas de forma estratégica en el lugar de trabajo proporcionan una mejor calidad del aire y tienen muchos beneficios psicológicos. Puedes apostar por el Aloe Vera, la hiedra inglesa, el helecho de Boston, la Lili Paz, la planta araña o el bambú.
Organiza y elimina el desorden: Elimina objetos innecesarios, cuenta con un buen sistema de almacenamiento y archivo, apuesta por un escritorio minimalista, reduce los residuos que generas, abre el espacio al máximo y no satures las paredes. De esta manera, te sentirás más cómodo para trabajar.
Una iluminación adecuada marca la diferencia: Los beneficios de la luz natural son innegables manteniéndote feliz, alerta y enfocado. Por el contrario, una iluminación deficiente puede causar fatiga ocular y dolores de cabeza. De este modo, son recomendables los espacios abiertos y ventanales amplios. En cuanto a la luz artificial, es recomendable que esta sea LED, para ahorrar energía.
Habilita una zona de descanso: Incluso en una oficina pequeña, es fundamental tener un área de descanso y ocio improvisada, con el fin de cambiar de ambiente y poder desconectar de as tareas pendientes y de los aparatos tecnológicos. En ella podrás comer, descansar, practicar yoga, leer el periódico o charlar con tus compañeros. Este espacio es fundamental para motivar el trabajo colaborativo e inspirar la creatividad.