Detectado amianto en vagones de las líneas 1, 6 y 9 del Metro de Madrid
Detectado amianto en vagones de las líneas 1, 6 y 9 del Metro de Madrid
La dirección del Metro de Madrid han confirmado la existencia de amianto en dos de los modelos de tren que circulan por la red, concretamente por las líneas 1, 6 y 9. Esta sustancia cancerígena se encuentra en el recubrimiento de «un pequeño componente eléctrico» situado en la parte inferior de los vagones al cual los viajeros «no tienen acceso», por lo que «no supone ningún peligro».
Lo afirma un portavoz de la empresa pública de transporte, que señala que el único riesgo posible derivaría de la manipulación de dichos dispositivos. «Por ello se ha informado y formado a los trabajadores para que conozcan esa presencia y sepan cómo actuar», asegura la misma fuente.
Sin embargo, ya han reconocido que dos trabajadores tienen cáncer por estar en contacto con este material. Inspección de Trabajo les ha multado con 191.000 euros. Además, Argentina ya ha retirado los vagones que compró a Metro de Madrid.
Metro no precisa cuántos convoyes todavía en uso contienen actualmente elementos con amianto, aunque sí señala que la dos series afectadas de las más antiguas -la 2.000 y la 5.000- que paulatinamente está siendo renovadas. Lo que sí se ha retirado ya de circulación son cuatro vehículos auxiliares utilizados en tareas de mantenimiento ante la sospecha de que podían plantear «problemas de seguridad» precisamente por esta misma circunstancia.
En el departamento de Prevención de Riesgos Laborales de UGT advierten que los servicios sanitarios de la Comunidad de Madrid confirmaron a final del año pasado un caso de cáncer en un trabajador del suburbano afectado por la exposición prolongada a este material que ha sido categorizado como enfermedad profesional, un extremo confirmado a este periódico por la propia empresa. «Se están haciendo reconocimientos médicos a todos los trabajadores que hayan podido estar en contacto con dicho material», explica el secretario general del sindicato, Teo Piñuelas.
Solidaridad Obrera, por su parte, explica en un comunicado que la Inspección de Trabajo ha dado «plazos de uno, dos y tres meses» a Metro para elaborar de protocolo de actuación cuando haya que manipular algún elemento con amianto, la realización de un mapa de lugares donde aún podría estar presente y la estimación del tiempo requerido para su eliminación, «además de realizar una evaluación especifica de riesgos y medidas preventivas».
En el suburbano argumentan que el uso de este componente se prohibió en 2003, si bien subrayan que según la normativa en vigor «no se tiene que quitar de las instalaciones en las que ya estaba siempre y cuando esté en buenas condiciones de mantenimiento». No obstante, señalan que cuando se hacen obras de renovación en la red se va eliminando de los lugares en los que aún permanece, como las bóvedas de algunas estaciones.
Fuente: El MUNDO y La Sexta