Diez tendencias tecnológicas que cambiarán cómo trabajamos (y hablamos)
Diez tendencias tecnológicas que cambiarán cómo trabajamos (y hablamos)
Sin embargo, la ‘app’ de mensajería instantánea y las redes sociales no son las únicas vías para comunicarnos con amigos, empresas o compañeros de trabajo que usaremos este nuevo año: los gigantes tecnológicos pretenden, entre otras cosas, que charlemos con las máquinas.
Las empresas invaden WhatsApp
Facebook ha decidido hacer un hueco a las empresas que quieran dirigirse a los 1.300 millones de usuarios de la ‘app’ de mensajería instantánea por excelencia. WhatsApp Business permitirá próximamente que pequeñas o medianas empresas y grandes compañías (para las que se prevé que el servicio sea de pago) se comuniquen con sus clientes a través del chat verde.
Los usuarios podrán comprobar de un vistazo si la cuenta que está usando la empresa ha sido verificada, confirmada (el número de teléfono coincide con el del negocio) o si la ‘app’ no sabe nada sobre ella. Aunque por el momento se está probando la aplicación y se desconoce cuándo los usuarios comenzaremos a interactuar con las compañías por chat, parece claro que multitud de empresas estarán interesadas en ofrecer este canal de atención al cliente que hará que Facebook saque rédito de WhatsApp.
Alexa, ‘do you speak Spanishrsquo;
El cilíndrico Amazon Echo no está solo: el más pequeño Echo Dot, el Eco Show con pantalla táctil incluida o el Echo Spot con forma de despertador forman parte de la familia de altavoces inteligentes con los que el gigante de Jeff Bezos quiere conquistar cada rincón de nuestro hogar. Además, Alexa, el asistente virtual que les sirve de cerebro para obedecer a las órdenes de sus dueños, está integrándose en coches o televisores, e incluso dispone de su propia plataforma dirigida a las oficinas.
Sin embargo, aunque Alexa ya sabe inglés, alemán o japonés, aún tiene pendiente aprender castellano. Ese bien podría ser uno de los retos del mayordomo virtual de Amazon en los próximos meses, así como el de otros altavoces inteligentes que intentan competir con los de la empresa que dirige Jeff Bezos.
Google estrenó recientemente su asistente de voz en español, por lo que próximamente sus altavoces Home podrán hablar nuestro idioma. Además, este año Apple se sumará a la carrera de los altavoces inteligentes con el HomePod, que interactuará gracias a Siri y comenzará a venderse próximamente en algunos países angloparlantes. Por su parte, Samsung lanzará un dispositivo con Bixby, su asistente virtual.
La moda de las Stories
El espectacular crecimiento de Instagram el pasado año (cuenta ya con 800 millones de usuarios activos al mes) tiene todos los visos de continuar en 2018. Además, Instagram Stories, la funcionalidad que permite compartir imágenes y vídeos efímeros, ya reúne a más de 300 millones de usuarios activos cada día, casi el doble que los de Snapchat (algo más de 170 millones), la ‘app’ de la que se copió. Facebook ha llevado las Stories a cada rincón de sus dominios, desde WhatsApp a la propia red social por excelencia, cuyas historias podrían integrarse próximamente con las de Instagram.
La popularización de las Stories está atrayendo incluso a los ‘youtubers’, que usan Instagram como vía complementaria para subir sus vídeos tras la crisis de monetización en YouTube, que está perjudicando a su bolsillo. La popular plataforma de vídeo de Google lo ha pasado mal después de que algunas multinacionales decidieran retirar su publicidad al descubrir que estaba apareciendo en vídeos terroristas. Su reacción, para algunos demasiado dura, implementando políticas publicitarias más estrictas, ha provocado que se deshabiliten anuncios en vídeos cuyo contenido, a juicio de los creadores, no resulta ofensivo.
Eso ha hecho que algunos busquen alternativas a YouTube y se refugien no solo en Instagram, sino también en plataformas como Twitch (de Amazon). De hecho, Google ha intentado reaccionar con el reciente lanzamiento en ‘beta’ de YouTube Reels, una plataforma tipo Stories donde los creadores podrán subir vídeos cortos, efímeros o permanentes, y a los que podrán añadir ‘stickers’, música y filtros.
Un Facebook virtual
Los de Zuckerberg no solo pretenden que nos comuniquemos mediante texto o imágenes, sino que además quieren que experimentemos con la realidad virtual creando nuestro propio avatar para disfrutar de juegos o participar en videollamadas en Messenger de forma más inmersiva. La red social por excelencia lanzó hace unos meses Facebook Spaces, una ‘app’ de realidad virtual que puede disfrutarse con sus Oculus Rift y que desde hace unos días es compatible con las HTC Vive.
Además, Facebook lanzará Oculus Go, unas gafas de realidad virtual sin cables, independientes del ordenador o el ‘smartphone’, y asequibles (costarán 199 dólares).
Por su parte, otras muchas empresas podrían ofrecernos sus productos mediante realidad aumentada, como ha hecho Ikea con su ‘app’ Place (basada en el ARKit de Apple) para demostrar que esta tecnología no solo es útil para los juegos. La próxima llegada de las Magic Leap One, unas ambiciosas gafas de realidad mixta con su propia plataforma para desarrolladores, podría suponer otro empuje.
Los ‘chatbots’ de atención al cliente
Las agencias de viaje y algunos bancos en España están experimentando ya con los ‘chatbots’ para comunicarse con sus clientes a cualquier hora. Facebook Messenger o Telegram permiten a terceros crear ‘bots’, convirtiéndose así en el hogar de estos programas inteligentes que permiten a las compañías responder a las necesidades de los usuarios sin necesidad de agentes humanos.
Por su parte, Twitter acaba de lanzar una nueva API (interfaz de programación de aplicaciones, por sus siglas en inglés) dirigida a las empresas para facilitar precisamente el despliegue de estos ‘bots’ conversadores, y la llegada de WhatsApp Business también podría suponer el aterrizaje de estos ayudantes virtuales en el chat verde. Todo ello contribuirá sin duda a la popularización de los ‘chatbots’: la consultora Gartner estima que en 2021, más del 50 % de las empresas invertirán más dinero en crearlos que en desarrollar ‘apps’.
El email, ¿un poco más cerca de morir?
Aunque se lleva tiempo hablando de la muerte del correo electrónico, lo cierto es que aún seguimos usando nuestra bandeja de entrada: solo Gmail cuenta con más de 1.200 millones de usuarios. Ahora bien, es innegable que la aparición de los ‘bots’ para atender a los clientes y el auge de otras plataformas que permiten a los trabajadores mantener charlas ‘online’ suponen una alternativa al más tradicional correo.
La herramienta de comunicación corporativa Slack (que supera los 6 millones de usuarios diarios y que también acoge ‘bots’ de terceros), la llegada de Facebook Workplace, un servicio que está incluyendo cada vez más funcionalidades, o el impulso de Microsoft a Teams, que ofrece diferentes opciones para que los trabajadores colaboren y que reemplazará a Skype for Business, son algunos ejemplos de ello.
Expresarse a base de ‘animojis’
Lograr que el oso panda, el unicornio o la caca sonriente repliquen nuestros gestos, hablen por nosotros e incluso interpreten las canciones más famosas se ha convertido en una de las funcionalidades más populares del iPhone X. Todo apunta a que los expresivos ‘animojis’, que nos imitan gracias al sistema de reconocimiento facial del nuevo buque insignia de Apple, seguirán siendo una de las herramientas con las que más desearemos comunicarnos en los próximos meses.
De hecho, ya hay algunas ‘apps’ para crear ‘emojis’ animados (menos precisos que los del dispositivo de la firma de la manzana mordida) con otros ‘smartphones’. Además, Huawei ha presentado recientemente su Honor View 10, un dispositivo que incorpora un sistema similar al Face ID de Apple y que también permite crear ‘emojis’ animados.
La lucha contra las ‘fake news’
Tomar medidas para intentar frenar la difusión de los bulos se convirtió en uno de los grandes caballos de batalla de las redes sociales en el año que acabamos de despedir. El propio Mark Zuckerberg tuvo que disculparse tras afirmar, en un primer momento, que era una idea “loca” pensar que las noticias falsas hubieran influido en las elecciones donde Trump consiguió la victoria.
De hecho, Google, Facebook y Twitter han tenido que comparecer ante el Comité de Inteligencia del Senado para proporcionar datos sobre la interferencia rusa en los comicios a través de sus plataformas. Las compañías tecnológicas llevan meses tomando medidas contra las ‘fake news’ (Facebook ha anunciado una nueva estrategia para identificarlas y Twitter ha endurecido sus políticas contra el discurso del odio y el acoso ‘online’), pero aún tienen mucho trabajo por delante si verdaderamente quieren ganar la guerra contra los bulos.
Mark Zuckerberg ha admitido que debería haberse tomado las ‘fake news’ más en serio
El largo canto del pájaro azul
El año pasado vivimos el mayor cambio de Twitter hasta la fecha: la controvertida ampliación del límite de los 140 caracteres hasta los 280. No es la única función nueva de la red social del pájaro azul para que alarguemos nuestro monólogo: desde hace tan solo unos días, los hilos para encadenar tuits se crean automáticamente.
Sin duda, esos dos cambios, especialmente la duplicación del número de caracteres, transformarán profundamente nuestra forma de usar Twitter. Precisamente la empresa dirigida por Jack Dorsey sorprendía positivamente en los últimos resultados trimestrales que ha presentado: ha reducido sus pérdidas y aumentado su número de usuarios (cuenta con 330 millones), lo que supone un un buen paso en su camino hacia la rentabilidad.
Los ‘wearables’ aprenden a espiarnos
Aunque las pulseras para monitorizar nuestra actividad física no gustan a todos, en el mercado hay multitud de relojes y pulseras inteligentes que supervisan nuestro entrenamiento o calculan las calorías que gastamos. En muchos casos, estos dispositivos que llevamos encima también nos sirven para comunicarnos: podemos compartir los resultados de la carrera en las redes sociales.
Además de llevarlos para uso personal, algunas empresas también estar interesadas en que los ‘wearables’ lleguen a nuestro puesto de trabajo. Por ejemplo, Airbus ha desvelado que sus operarios usan gafas inteligentes para mejorar el ensamblaje de aviones. Otras compañías también están proporcionando pulseras a los empleados (que despiertan la inquietud sobre la privacidad), empresas como Fitbit ofrecen un programa específico para ellas y un estudio de ABI Research pronostica que las ventas de ‘wearables’ corporativos superará los 118 millones en 2022.
¿Se extenderá este año el uso de esta tecnología para contabilizar nuestros pasos en la oficina? ¿Qué repercusiones tendrá que nuestro jefe sepa dónde estamos y qué hacemos en cada momento? Son preguntas que tal vez podamos responder en doce meses, cuando nos pongamos a hacer balance de lo que nos deja 2018 y a pensar en lo que nos deparará el año siguiente.