Transhumanizando las Organizaciones

Transhumanizando las Organizaciones

“Los más apasionantes avances revolucionarios del S XXI no ocurrirán por la tecnología, sino por un concepto expansivo de aquello que implica ser humano” John Naisbitt
8 Febrero 2017

Estamos en transición hacia una nueva conciencia humana, la conciencia humana evoluciona y nos ha tocado vivir en una época de evolución hacia una nueva forma más sofisticada de enfrentarse al mundo.

No podemos predecir el futuro pero todo apunta a que vienen años de avances tecnológicos que ni imaginábamos hace 5 años, de nuevas tendencias en todos los ámbitos, de coches voladores, de robots de compañía, de economía colaborativa, de renta básica, de cyborgs, de ingeniería genética, inteligencia artificial, de Smart Cities … pero lo realmente apasionante de todo esto es que está cambiando el concepto de lo que implica ser humano. Lo dicho, una nueva conciencia humana.

Vamos a necesitar muchas mentes pensantes, mucha sabiduría que nos explique ese futuro y que nos ayude a evolucionar para enfrentarnos a lo desconocido. Estamos construyendo un nuevo prototipo humano que requiere de sabiduría colectiva.

Lo escribía Carlos A. Scolari en su post “Nuevos Clásicos”:

“Necesitamos un Charles Darwin que nos explique la evolución de las especies tecnológicas. 

También necesitamos un Karl Marx que nos ayude a comprender el funcionamiento del capitalismo post-industrial.

Mientras algunos contemporáneos lo desprecian, cada día se vuelve más urgente la presencia de un Sigmund Freud que nos describa el funcionamiento del inconsciente —individual y colectivo— en una era marcada por nuevas estructuras familiares y renovadas pulsiones, ansiedades y paranoias.

En breve: necesitamos un Jürgen Habermas que nos explique qué significa “opinión pública” en un mundo articulado en redes digitales donde se experimentan frenéticos intercambios informativos en tiempo real.

Las aulas piden a gritos una Maria Montessori que renueve unos procesos de enseñanza-aprendizaje todavía anclados en la disciplina del libro.”

Lo llaman transhumanidad,  también posthumanidad, humanismo aumentado…. El filósofo Nick Bostrom ha definido el transhumanismo como “un movimiento cultural, intelectual y científico que afirma el deber moral de mejorar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana, y aplicar al hombre las nuevas tecnologías, a fin de que se puedan eliminar los aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana: el padecimiento, la enfermedad, el envejecimiento e, incluso, la condición mortal”. A diferencia de la posthumanidad, “un posthumano sería un ser (natural-artificial) con unas capacidades que sobrepasarían de forma excepcional las posibilidades del hombre actual.”

Según Albert Cortina, autor del libro “Humanos o posthumanos” necesitaremos un humanismo fundamentado en la conciencia universal, abierto a la trascendencia, centrado en la libertad y dignidad de la persona, en su esencia, belleza y perfeccionamiento integral. El ser humano es aquel que equilibra condición biológica y dimensión espiritual. Los mecanismos clave de la evolución humana son el amor y el altruismo. La evolución va hacia el Espíritu.

Estamos ante grandes cambios, ahora vamos a ser inmortales, cambiaremos nuestras creencias, el funcionamiento de nuestro cerebro, cambiaremos como nos organizamos socialmente, nuestras emociones, y como no, la manera como trabajamos.

Y la verdad, no me puedo ni imaginar cómo serán las organizaciones del futuro llenas de transhumanos o posthumanos, o lo que sea. Lo que si tengo cada vez más claro es que nuestro querido Departamento de RRHH no existirá y no lo vamos a sustituir por el Departamento de personas, ni siquiera de RRTT (Recursos Transhumanos).

Aunque nos parezca lejano este escenario, en realidad está ya aquí y como en el síndrome de la rana hervida, nos va a pillar en la zona de confort.

Algo apunta Frederic Laloux en su libro “Reinventar las organizaciones”, hablando del “teal-evolutivo” que puede ser un primer paso hacia ese nuevo futuro.

Lo ha resumido muy bien Jordi Serrano en “Reinventar las organizaciones”:

“En vez de intentar predecir el futuro, se asume que la organización tiene un propósito evolutivo propio  basado en su potencial que los líderes deben ir descubriendo, de manera similar a cómo se cuida un jardín. Las metas a largo plazo son sustituidas por los ajustes continuados para adaptarse al entorno cambiante y el cambio no se gestiona, sucede naturalmente.

Se pasa a confiar en la abundancia y las fortalezas, frente al miedo y las debilidades.

Las personas son contempladas en toda su plenitud, permitiéndoles ir más allá de su ‘identidad profesional’ e incorporar las emociones y aquellos otros aspectos que configuran lo que realmente son y su verdadera capacidad de desarrollarse (“invitar a nuestra humanidad al trabajo”). La mirada hacia el interior tanto a nivel individual como organizativo es un aspecto fundamental.”

¿Qué opinas de este artículo?