El tabaco también agrava la crisis climática, advierte la OMS
El tabaco también agrava la crisis climática, advierte la OMS
El tabaco también agrava la crisis climática, advierte la OMS en el primer informe que mide su impacto ambiental. No sólo genera gases de efecto invernadero, sino que también contiene más de 7.000 productos tóxicos que envenenan el medio ambiente. Además de matar a más de 7 millones de persona cada año, y generar pérdidas de más de 1,4 billones de dólares, agrava la pobreza y reduce la productividad.
El consumo de tabaco se lleva la vida de más de 7 millones de personas cada año y cuesta a los hogares y gobiernos del mundo más de 1,4 billones de dólares en gastos sanitarios y pérdida de productividad, según la Organización Mundial de la Salud.
Con ocasión del Día Mundial Sin Tabaco 2017 la OMS ha recordado la amenaza que representa este producto para el desarrollo de los países de todo el mundo y hace un llamamiento a sus gobiernos para que apliquen medidas firmes de control del tabaco, como la prohibición de comercializarlo y publicitarlo, la promoción del empaquetado neutro de los productos que lo contienen, el aumento de los impuestos especiales y la prohibición de fumar en los espacios públicos cerrados y los lugares de trabajo.
Las medidas de erradicación del consumo de tabaco pueden ayudar a los países a evitar que millones de personas enfermen y mueran por enfermedades relacionadas con este producto, a combatir la pobreza y a reducir la degradación del medio ambiente a gran escala, según el primer informe sobre sus efectos medioambientales publicado hoy por la OMS, que adjuntamos en su texto completo. En este informe se señala que los residuos de tabaco contienen más de 7.000 sustancias químicas tóxicas que envenenan el medio ambiente, algunas de ellas cancerígenas para el ser humano.
Asimismo, que en el humo de tabaco se liberan miles de toneladas de productos cancerígenos para el ser humano, sustancias tóxicas y gases de efecto invernadero, y los residuos de los productos de tabaco son el tipo de basura más numeroso.
El informe destaca asimismo que cerca de 10.000 millones, de los 15.000 millones de cigarrillos vendidos diariamente en el mundo, se desechan al medio ambiente y que las colillas de los cigarrillos representan entre el 30% y el 40% de los objetos recogidos en las actividades de limpieza costera y urbana.
El tabaco es una amenaza para las mujeres y los niños y para el sustento de los hogares, añade el informe, así como para todas las personas y para el desarrollo nacional y regional, de formas muy diversas.
Con respecto a la pobreza, el informe señala que cerca de 860 millones de fumadores adultos viven en países de ingresos medianos o bajos. Varios estudios indican que, en algunos hogares de los países de ingresos bajos, más del 10% de los ingresos se gasta en comprar productos de tabaco, un dinero que no se destina a alimentos, educación y atención sanitaria.
Con respecto a los niños y la educación, el informe indica que el cultivo del tabaco evita que los niños reciban educación: entre el 10% y el 14% de los niños de familias que cultivan esta planta no asisten a la escuela porque trabajan en campos de cultivo.
Sobre su impacto sobre las mujeres, destaca que entre el 60% y el 70% de los trabajadores agrícolas que trabajan en el cultivo de tabaco son mujeres, y que están expuestas directamente a productos químicos peligrosos.
Por último, señala que el tabaco es un factor implicado en el 16% de las muertes por enfermedades no transmisibles.
La Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, señala: «El tabaco es una amenaza para todos. Agrava la pobreza, reduce la productividad económica, afecta negativamente a la elección de los alimentos que se consumen en los hogares y contamina el aire de interiores».
De acuerdo con la Dra. Chan, «al adoptar medidas firmes de lucha antitabaco, los gobiernos salvaguardan el futuro de sus países porque protegen a toda la población, con independencia de si consumen o no este producto mortífero. Además, se generan ingresos para financiar los servicios de salud y otros servicios sociales y se evitan los estragos que el tabaco causa en el medio ambiente».
El Dr. Oleg Chestnov, Subdirector General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental, señala: «Muchos gobiernos están tomando medidas contra el tabaco, desde la prohibición de su publicidad y comercialización hasta la introducción del empaquetado neutro y la prohibición de fumar en los espacios públicos y los lugares de trabajo. No obstante, una medida de lucha antitabaco menos utilizada que resulta muy eficaz es la aplicación de políticas tributarias y de precios, que los países pueden aplicar para satisfacer sus necesidades de desarrollo».
Los gobiernos recaudan anualmente casi 270.000 millones de dólares en concepto de impuestos sobre el tabaco, una cifra que se podría incrementar en más de un 50% añadiendo a los impuestos aplicados en todos los países a cada paquete de cigarrillos un suplemento de 0,80 dólares, el equivalente a un dólar internacional. El incremento de los ingresos fiscales del tabaco ayudaría a movilizar más recursos internos y a crear el espacio fiscal necesario para que los países cumplan las prioridades de desarrollo en el marco de la Agenda 2030.
El Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, afirma que «el tabaco es un importante obstáculo al desarrollo mundial. La morbimortalidad relacionada con este producto agrava la pobreza, afecta a las personas que aportan el salario principal a los hogares, desvía los limitados recursos del hogar a la compra de productos de tabaco en lugar de comida y material escolar, y obliga a muchas personas a aumentar el gasto en atención sanitaria».
Fuente: Tendencias 21