La Seguridad Social frena la venta de la sociedad de prevención de Fremap en España

La Seguridad Social frena la venta de la sociedad de prevención de Fremap en España

23 Agosto 2013

Lo que tenía registrado en libros un capital de 12,7 millones ahora cuesta 100.000 euros. Eso es lo que ha decidido Fremap al vender su sociedad dedicada a la prevención de riesgos laborales. La mutua, que se nutre de cuotas a la Seguridad Social, estaba obligada por ley a desprenderse de esta filial privada antes del 1 de diciembre. La directiva aprobó en julio un trato por el que cedía la compañía al empresario Roberto Cocheteux, y su empresa Teuxcheco. El comprador exigía, entre otras cosas, que Fremap contratara los servicios de su nueva empresa en exclusiva durante 10 años. La Seguridad Social, que debe dar luz verde a la operación, ha considerado ese punto inaceptable. Ha congelado la venta, a la espera de que se rectifique este punto. Exige además que se aporte información que demuestre que no hay vínculos entre la directiva de Fremap y el comprador.

Las mutuas son las sociedades que, en colaboración con la Seguridad Social, gestionan las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Se nutren de cotizaciones y no pueden tener ánimo de lucro. Este es uno de los motivos por los que el Gobierno decidió que debían desprenderse de las empresas que tenían actividades distintas de la gestión de enfermedades laborales. Fremap, la mutua con mayor cuota de mercado de España, puso por eso en venta su sociedad privada de prevención de riesgos laborales, que controla el 24% de este sector.

Pese a que la firma a la venta tiene un patrimonio en su contabilidad de 19,8 millones y que la consultora KPMG, el pasado octubre, la valoró como mínimo en 1,2 millones de euros, Fremap aceptó a mediados de julio la oferta de Cocheteux de 100.000 euros. Según los planes aprobados por la mutua, la firma se traspasaría además apuntalada, ya que justo antes de la venta, Fremap le concedía a través de su patrimonio privativo, es decir, bajo control público, un préstamo de 4,5 millones de euros para hacer frente a un litigio pendiente.

Ante el freno a la operación, la junta directiva de Fremap ha convocado una reunión para el 3 de septiembre, en la que estudiarán como actuar y si se pueden realizar las modificaciones exigidas en la oferta, según fuentes de la empresa de prevención.

Para quedarse con la empresa, Cocheteux, según la oferta que envió a Fremap, ponía como condición que la mutua se comprometiera a seguir contratando en exclusiva sus servicios durante 10 años, “a pesar de la desvinculación”. Es decir, que le tenía que asegurar los clientes. A cambio, Teuxcheco ofrecía mantener al equipo directivo que ahora hay en esta empresa. Además, proponía al administrador único y al director general que participaran en la compra y se quedaran con el 10% y el 5% respectivamente.

Teuxcheco, empresa que realiza la compra, es propiedad únicamente de Cocheteux, que constituyó la compañía, según consta en el Boletín Oficial del Estado, en mayo de 2009, con un capital social de 5.000 euros y su sede en Madrid. Su actividad declarada al inicio era la importación de bienes y alimentos.

La Secretaría de Estado de la Seguridad Social, tras estudiar la aceptación de Fremap de la compra, advierte de que la primera condición, sobre la carga de trabajo garantizada, es inaceptable. En una resolución del 31 de julio les advierte de que “tal compromiso es de imposible cumplimiento”, porque la mutua no puede tener obligación de acudir a esta empresa de prevención. “En consecuencia debe suprimirse este compromiso como condición para llevar a cabo la compraventa”.

 
El comprador se aseguró  que Fremap le proporcionase clientes durante 10 años

No es la única advertencia que le realiza. Fremap había aprobado que, una vez cerrada la venta, un miembro de la empresa de prevención desvinculada de la mutua se sentara en la junta directiva de Fremap. La Seguridad Social también advierte de que esto choca con “la exigencia de independencia y desvinculación” que debe existir entre la mutua y la empresa una vez de termine la operación. Por último, la Secretaría de Estado recuerda que falta documentación: entre otras cosas, un certificado que demuestre que no existen vínculos entre los directivos de la mutua o los empleados y Cocheteux. “Deberá aportar una decaración jurada responsable”, solicita, así como un certificado del registro mercantil donde se especifique la configuración de los órganos directivos de la empresa de Cocheteux.

Sobre lo que la Seguridad Social no dice nada es del préstamo de 4,5 millones que está previsto que se conceda a la empresa antes de su venta, y eso a pesar de que la Intervención General advirtió en un informe que era discriminatorio y peligroso para la viabilidad de la mutua. El crédito estaría respaldado por el patrimonio privativo de Fremap, un fondo en el que las mutuas acumulan sus activos y que está sujeto a estricta supervisión pública, puesto que la mutua se financia con fondos de cotizaciones.

Aunque la Dirección General de Entidades Colaboradoras había dado luz verde al crédito, posteriormente la Intervención General de la Seguridad Social advirtió de que era “discriminatorio” que una empresa que iba a ser vendida recibiera dinero del patrimonio de la mutua justo antes de pasar a manos privadas, ya que otras sociedades en situación similar “han tenido que acudir al mercado en busca de financiación alternativa con unos costes presumiblemente muy superiores”. Además, señaló que, puesto que en el patrimonio privativo hay un pago pendiente de 28,6 millones a la Seguridad Social y su estado financiero es de quiebra técnica, la situación financiera “podría verse agravada” con el crédito “de forma que se comprometa la viabilidad financiera” de ese fondo controlado.

La Seguridad Social tampoco entra a valorar el precio de la operación, de 100.000 euros. Fremap tiene en sus libros apuntado un valor muy superior para esta compañía. Según su informe de 2012, de los 27,58 millones con los que cuenta en su patrimonio privativo, “12,73 constituyen el capital de la sociedad de prevención Fremap”. En sus cuentas señala que la firma tiene un patrimonio neto de 19,85 millones. Además, la consultora KPMG realizó una valoración aproximada en octubre de 2012, usando cifras del ejercicio anterior. Según este análisis, la empresa tendría un valor de entre 5,4 y 6,2 millones de euros. Sin embargo, teniendo en cuenta que debía devolver 4,1 millones por litigios pendientes (que se cubrirían con el crédito de Fremap), tras descontar ese impacto, se establece una horquilla de precio de entre 1,2 y 2 millones.

 La firma de prevención de Fremap analizará en una junta los reparos de la Seguridad Social

Cocheteux, sin embargo, ofreció solo 100.000 euros. Señala que dispone de un examen en profundida realizado por Zurbano & Caracas Abogados y que, aunque el examen de KPMG se hizo hace menos de un año, cree necesario rebajar el precio porque el negocio de la compañía de Fremap se ha devaluado mucho entre 2008 y 2012. Sus deudas a largo plazo han pasado de 2,7 a 12,3 millones en ese periodo. Además, la cartera de clientes ha disminuido de 2,1 millones de trabajadores a 1,6 millones. La cartera de negocio se ha contraído de 105 millones en 2008 a 89 millones en 2013.

Entre las ventajas que Cocheteux dice aportar está su currículum: hasta hace un año era el primer ejecutivo del grupo Colsanitas, una empresa de asistencia sanitaria de Colombia y con negocios y otros países de América Latina. Colombia es precisamente uno de los mercados que el pasado mes de mayo, el actual director de la empresa de prevención de Fremap Rubén Guadalupe Gómez, aseguró que era uno de los objetivos de expansión por el que que la compañía había apostado.

La empresa de prevención que Fremap vende, aunque tiene más de 50 años de actividad, se creó como sociedad mercantil en 2006, después de que el Gobierno hubiera exigido a las mutuas la separación de la actividad mutual y el negocio privado de prevención. En 2011, el Gobierno decidió finalmente que las mutuas debían vender las firmas de prevención y desligarse por completo.

Fuente de Datos: El País

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