San Francisco incluirá advertencias sanitarias en los refrescos similares a las del tabaco
San Francisco incluirá advertencias sanitarias en los refrescos similares a las del tabaco
“El consumo de bebidas azucaradas contribuye a la obesidad, la diabetes y la caries dental”. San Francisco podría ser la primera ciudad de Estados Unidos en colocar esta advertencia sanitaria -similar a la etiqueta de precaución sobre los cigarrillos- en la publicidad de los refrescos. La Junta de Supervisores de San Francisco decidirá si aprueba la ordenanza y, salvo un veto por el alcalde de la ciudad, Ed Lee, la ley entraría en vigor este verano. De aprobarse tendría un efecto contagio en otros estados que puede trastocar la nueva estrategia de crecimiento de Coca-Cola y frenar el impulso que pretende darle a la multinacional Marcos de Quinto, vicepresidente y responsable de marketing, desde el cuartel general en Atlanta (Estados Unidos).
La medida fue aprobada por los legisladores de San Francisco el pasado martes, junto con otras dos propuestas, una de las cuales sería prohibir todos los anuncios de bebidas azucaradas en la propiedad de titularidad pública. La otra sería vetar el uso de fondos de la ciudad para la compra de bebidas azucaradas. La exigencia de las advertencias sanitarias en los anuncios de refrescos “deja claro que estas bebidas no son inofensivas, sino todo lo contrario”, dijo en un comunicado Scott Wiener, miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco, que votó a favor de la medida. En San Francisco, el coste en la salud atribuido a las bebidas azucaradas supera los cincuenta millones de dólares, sólo teniendo en cuenta la diabetes y la obesidad. Los expertos pronostican que uno de cada tres niños puede desarrollar diabetes a lo largo de su vida.
Si recibe la aprobación final, la nueva medida requeriría la advertencia sanitaria en las vallas publicitarias y carteles en San Francisco, así como en la publicidad de las bebidas azucaradas que se muestran en los estadios, en las paradas de autobús y en los vehículos. Los anuncios en periódicos, revistas y en Internet no serían incluidos. La medida se aplicaría a las bebidas endulzadas con azúcar, con 25 calorías o más, incluyendo refrescos, bebidas deportivas y té helado. La leche, zumo con un poco de fruta natural y jugo de verduras bebidas quedarían excluidos. Las etiquetas de advertencia ocuparían como mínimo el 20% del espacio publicitario.
El año pasado San Francisco no pudo aprobar un impuesto a las bebidas azucaradas a través de una iniciativa electoral. A la tasa se opuso radicalmente la industria que gastó millones de dólares en combatirla. Alrededor del 56% de los votantes apoyó la iniciativa de ley, pero esa cifra cayó por debajo de la mayoría de dos tercios necesaria para que el impuesto especial pudiera pasar. Berkeley, vecino de San Francisco, promulgó un impuesto a los refrescos año pasado, convirtiéndose en la primera ciudad del país en hacerlo. El 25 de febrero pasado la Corte Suprema mexicana confirmó la constitucionalidad del impuesto aplicado a los refrescos.
Fuente: La Celosía