Récord de retraso: a juicio un grave accidente ocurrido en 1999
Récord de retraso: a juicio un grave accidente ocurrido en 1999
Un grave accidente ocurrido en las barracas de las fiestas de A Ponte (Ourense) de 1999 llega por fin a juicio. Los dos lesionados, Ivo A.H. y Óscar Manuel L.A, sufrieron un grave accidente laboral con secuelas cuando montaban la atracción "Castillo diabólico" y se cayeron al vacío desde un altura de más de cinco metros. Los trabajos en altura los desarrollaban sin medidas de seguridad individuales ni colectivas -no había arneses de sujeción- y ambos trabajadores no estaban dados de alta en la Seguridad Social. Por estos hechos, acusan a Francisco C.C. y a su hijo Francisco Javier C.C. de los delitos de lesiones y contra los derechos de los trabajadores, reclamando hasta 11 años de prisión para cada uno de ellos, además de 24 meses de multa (50 euros al día) más las correspondientes indemnizaciones (648.000 euros para cada una de las víctimas).
Los hechos ocurrieron el 22 de julio de 1999 sobre la una del mediodía. Los denunciantes, según aseguran, fueron requeridos de forma verbal, sin ser dados de alta en la Seguridad Social y sin contrato, junto a otra persona más de nacionalidad extranjera para montar la atracción que iba a funcionar en las fiestas de A Ponte. Uno de ellos incluso ya había trabajado con los ahora inculpados en Gijón.
Según mantiene la acusación particular, los feriantes se aprovecharon de la situación de necesidad de las víctimas para obligarlas a subir a la atracción sin medidas de seguridad con objeto de montar el tejado voladizo del "Castillo diabólico". Un tercer trabajador, de nacionalidad rusa, también resultó herido pero no quiso denunciar los hechos.
A consecuencia del siniestro laboral, la Inspección de Trabajo abrió un expediente por infracción grave a la normativa laboral.
El accidente provocó múltiples fracturas a Ivo A.H,, por las que estuvo 173 días hospitalizado y otros 122 incapacitado, restándole como secuelas, entre otras, la deformidad de un pie. Asimismo, condicionan una situación de incapacidad permanente absoluta. En ese momento, carecía de permiso de residencia y de autorización de trabajo.
Por su parte, Óscar M.L. estuvo 26 días hospitalizado debido a las lesiones que sufrió en la caída (fracturas y traumatismos). Hoy en día sufre un incapacidad para la actividad laboral que exija una correcta funcionalidad del brazo derecho.
Por su parte, la fiscal no acusó porque considera que los hechos están prescritos, ya que que los imputados declararon en 1999 sin letrado que los asistiera. No obstante, este tema ya exigió en su día el pronunciamiento de la Audiencia provincial de Ourense, que dictaminó que ese derecho era renunciable conforme a la normativa vigente en ese momento.
Fuente: La Región