Queda sepultado en una zanja y una excavadora que intenta salvarle, lo decapita

Queda sepultado en una zanja y una excavadora que intenta salvarle, lo decapita

Al día siguiente, otra excavadora cayó en la misma zanja
2 Noviembre 2014

El 18 de marzo de 2013, Luis Álvarez tuvo un encuentro con la muerte que pudo sortear: cuando el joven circulaba en su Ford Ka junto a Daniel Poblete, levantaron a Martín Castillo, un changarín de 34 años y padre de dos hijos, que les hizo dedo sobre la ruta 40, cerca de Niquivil (Departamento Jáchal, provincia de San Juan, Argentina). Cerca del puente del arroyo de Agua Negra, entre ese distrito y San Roque, Álvarez perdió el control del rodado y volcó. Castillo salió despedido y murió en el acto, mientras que el conductor y su acompañante sobrevivieron.

Por esas cosas del destino, el 11 de agosto pasado Alvarez volvió a tener otro peligroso percance en el mismo departamento, aunque esta vez no tuvo tanta suerte: mientras trabajaba en una zanja de la red cloacal de un barrio de Jáchal, terminó sepultado por un desmoronamiento. En un intento desesperado por salvarlo, uno de sus compañeros trató de rescatarlo con la pala mecánica de una retroexcavadora, pero en esa maniobra terminó cortándole la cabeza al obrero, informaron fuentes policiales. El trágico accidente ocurrió ayer alrededor de las 16.30 en el cruce de calles Salta y Chubut, en el barrio Fronteras Argentinas, Jáchal. Allí se encontraba trabajando Luis Adrián Álvarez (27, padre de un niño) para la empresa ‘Federico Hnos’ en la obra de red cloacal para ese barrio, informó la Policía.

De las versiones recogidas por los pesquisas, la más fuerte era que el muchacho se metió a una zanja de unos 3 metros y medio de profundidad para reparar un caño roto. Supuestamente, tenía puestos los elementos de seguridad, pero en la Fuerza señalaron que no se habían tomado recaudos necesarios para evitar posibles derrumbes.

Lo concreto es que la misma vibración de las máquinas que trabajaban cerca habría provocado que la tierra al costado de la zanja cayera sobre Álvarez, cubriéndolo por completo. Sus compañeros trataron de rescatarlo sacando tierra con sus palas, pero todo fue en vano. Entonces, un compañero metió la pala de una retroexcavadora para salvarlo y sin querer decapitó al obrero. Anoche, había dos obreros detenidos mientras determinaban su grado de responsabilidad en la tragedia.

Al día siguiente, 12 de agosto, una retroexcavadora cayó en la zanja donde Alvarez había muerto decapitado el día anterior, y la maquina que ayer fue protagonista ayudó para que el equipo fuera desenterrado.

El episodio ocurrió cuando operarios trabajaban en el lugar del hecho pero nuevamente el terreno cedió y la maquina terminó semienterrada. Al punto que otra tuvo que ayudar a sacarla ante la atenta mirada de los vecinos.

Fuente: Diario de Cuyo

Foto: Diario de Cuyo

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