Japón da empleo a los gatos para combatir el estrés laboral

Japón da empleo a los gatos para combatir el estrés laboral

Empresas niponas descubren que el ronroneo de los felinos contribuye a reducir el estrés y la ansiedad de sus empleados
29 Julio 2017

El gato ha entrado en la oficina. Empresas de Japón usan a estos felinos para reducir el estrés de sus empleados. Es la terapia del ronroneo. El gato, coinciden en señalar terapeutas felinos, aporta paz, calma, energía, diversión... y su entrada en las oficinas puede ser muy positiva si se consigue que el trabajador se sienta más relajado. Algo crucial en ambientes laborales tan exigentes como el nipón, con jornadas interminables y jerarquías muy marcadas.

Laura Trillo, comunicadora felina, sólo pone un pero a esta iniciativa de los empresarios japoneses. “No acabo de ver claro que los trabajadores lleven a sus propios gatos”, afirma. “Estos animales son territoriales y muy sensibles y me cuesta creer que diferentes gatos poco acostumbrados a estar con gente extraña se lleven bien”, añade. Laura Trillo sí que comparte, sin embargo, los ­beneficios que esos felinos pueden tener en el comportamiento de los trabajadores “cuando los gatos viven en la ­oficina, si desde muy pequeños han sido acostumbrados a compartir ese espacio con otros animales de su misma espe-cie y personas desconocidas”. Esta terapeuta de gatos habla de otras experiencias similares que están funcionando muy bien. “Conozco muchos gatos que viven en tiendas o en residencias y son muy felices con las personas. Son gatos muy sociables y equilibrados, que saludan a todo el mundo y hacen lo que quieren, no se asustan y se adaptan a casi todo, gestionan muy bien el estrés”.

¿Qué tiene el gato que le hace diferente de otros animales? Responde Trillo: “Los gatos, con su calma, energía y presencia física hermosa nos aportan mucha paz. Además, si nos vamos a otro plano, los gatos son especialistas en limpiar y transmutar energía. Nosotros sentimos sin darnos cuenta que la presencia de los gatos nos sienta bien”. Pero hay más. “Los gatos son muy sensibles, detectan dónde hay algo que sienta mal a las personas, y suelen ir a transmutarlo –añade Trillo–; son terapéuticos a muchos niveles, porque sólo con su presencia, pueden ayudar a personas solitarias o que se recuperan de una enfermedad.

En Japón parecen tener cada día más claro los beneficios que puede aportar el gato en el mundo laboral. La firma de informática Ferray ha sido una de las primeras en apostar por la ronronterapia y los resultados, se afirma desde esa compañía, son muy satisfactorios. La presencia de felinos que corren por las oficinas ha reducido la ansiedad y estrés de los empleados. A Laura Trillo no le sorprenden esos resultados. “El poder dar cariño físico o recibirlo es muy importante para el ser humano y tener un ­momento de estima con ese animal nos relaja, nos hace desconectar de los problemas y del estrés”.

¿El secreto estaría en el ronroneo? “En una pequeña parte”, responde. “Es una vibración que entra en contacto con la nuestra, desequilibrada debido a la ajetreada vida que llevamos. Así que el ronroneo del gato nos conduce al equilibrio con la vibración”. Trillo recalca que ese sonido “es en realidad una herramienta de la que se benefician también los gatos, que segregan endorfinas y que con esa vibración superan situaciones de estrés”.

El gato ha entrado en la oficina después de haber irrumpido ya en bares. Desde hace unos años proliferan locales públicos en los que los felinos se mueven con total libertad. En la mayoría de esos bares se ofrece la posibilidad a los clientes de adoptar a alguno de los animales que viven en el local. Las personas que visitan esos establecimientos, además de amar a los felinos, buscan esa terapia de relajación con el contacto directo con esos animales. Pero hay más. “Por mi experiencia he podido constatar que el contacto con gatos minimiza los riesgos cardiovasculares. También detectan alteraciones en nuestro organismo, como tumores, epilepsia, subidas de glucosa o infartos, y son capaces de avisar antes de que se produzcan, por su extraordinaria sensibilidad”, concluye Trillo.

Fuente: La Vanguardia

¿Qué opinas de este artículo?