Inteligencia emocional y liderazgo: el arte de dirigir equipos

Inteligencia emocional y liderazgo: el arte de dirigir equipos

La relación entre inteligencia emocional y liderazgo es muy evidente, ya que para convertirse en un líder natural, debes tener la capacidad de reconocer tus emociones para gestionarlas adecuadamente
26 Junio 2017

Lograr que un grupo de personas esté motivado para alcanzar un objetivo común solo se puede conseguir a través de la inteligencia emocional de un buen líder. A lo largo de la historia han existido multitud de líderes que gracias a su inteligencia emocional han movilizado a multitud de personas: Nelson Mandela o Martin Luther King son solo algunos ejemplos. Por eso vamos a analizar hoy la inteligencia emocional y el liderazgo.

La diferencia entre un jefe y un líder

Un jefe es una persona que utiliza su autoridad para que las personas de su equipo hagan lo que desea, un líder logra que su equipo tome decisiones consensuadas con él, que exista un buen ambiente de trabajo y que los empleados a su cargo sean más productivos.

“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y a ser mejores: eres un líder”.

-Jack Welch-

Un jefe se puede sentir amenazado cuando un miembro de su equipo progresa y se desarrolla, mientras que un buen líder fomenta las capacidades de las personas que tiene alrededor y se alegra por sus logros. Además, un líder sabe detectar y potenciar las habilidades de liderazgo de otra persona.

Finalmente, un líder comprenderá que si su equipo no consigue los objetivos establecidos será su responsabilidad, mientras que un jefe que ve que su equipo no alcanza los objetivos marcados pensará que es culpa de las personas que forman ese equipo.

Inteligencia emocional y liderazgo: qué habilidades debe tener un líder

Un líder que utiliza como herramienta para dirigir equipos la inteligencia emocional genera confianza y una buena comunicación, que son las bases de la productividad y la motivación.

A continuación, vamos a analizar algunas habilidades que utiliza un líder emocionalmente inteligente:

Empatía

Un buen líder es capaz de detectar los sentimientos de los demás y ponerse en su lugar. Utiliza la escucha activa, de forma que no es necesario que la otra persona hable porque el líder ha aprendido a observar todo lo que no se dice, los gestos, las expresiones y todas las manifestaciones del lenguaje no verbal.

“Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra”.

-Nelson Mandela-

Control de las emociones

Una persona que es líder de un equipo sabe controlar sus propias emociones y predecir las emociones del grupo para poder gestionarlas adecuadamente, lo que le permite adelantarse y evitar posibles conflictos.

Autoconciencia

El conocimiento de uno mismo y de los demás es la base para un buen líder. Es imprescindible que el líder conozca tanto sus defectos como sus virtudes, así como los de sus compañeros de equipo, para trabajar sobre las habilidades a mejorar.

Motivación

Un líder basa su motivación en la consecución de logros y sabe cómo transmitir esa motivación a su equipo para que todas las personas que lo forman luchen por alcanzar un objetivo común poniendo lo mejor de sí mismos.

Inteligencia emocional y liderazgo son dos términos que van de la mano cuando hablamos de un buen líder, que gestiona personas y emociones para lograr un equipo motivado y cohesionado.

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