El fiscal pide cuatro años de prisión para el patrón del 'Pepita Aurora', en cuyo hundimiento murieron ocho trabajadores

El fiscal pide cuatro años de prisión para el patrón del 'Pepita Aurora', en cuyo hundimiento murieron ocho trabajadores

Le acusa de un delito contra la seguridad laboral y ocho delitos de homicidio imprudente dada su conducta "sumamente irresponsable"
19 Mayo 2014

El fiscal pide cuatro años de prisión para José Vega, propietario y patrón del "Nuevo Pepita Aurora", el pesquero que en 2007 naufragó en las costas de Barbate (Cádiz) causando la muerte de ocho marineros. En su escrito de conclusiones provisionales el fiscal señala que "no es de extrañar" que el accidente ocurriera y tuviera tales consecuencias dada la conducta "sumamente irresponsable" del patrón del pesquero.

El fiscal le acusa de un delito contra la seguridad de los trabajadores, ocho delitos de homicidio imprudente y siete delitos de lesiones imprudentes y pide para él, además de cuatro años de cárcel, inhabilitación especial para votar y para ejercer cualquier labor relacionada con la pesca por el tiempo de la condena. Además, pide que el único acusado por este siniestro indemnice, junto con su aseguradora, a los herederos de los marineros fallecidos con la cantidad de 150.000 euros a cada uno y a los lesionados con 35.000 euros a cada uno por las lesiones y secuelas sufridas.

En su escrito el fiscal pide que en el juicio oral sean llamados a declarar más de una treintena de testigos.

El fiscal relata que el accidente ocurrió el 5 de septiembre de 2007 cuando el "Nuevo Pepita Aurora", que formaba parte de una flotilla de barcos que habían salido a faenar en aguas marroquíes, regresaba a su puerto, Barbate, con 150 cajas de pescado. En el viaje de vuelta, cuando estaba a 14 millas del puerto de Barbate, encontró con un fuerte temporal, con olas de más de 4 metros de altura, que hicieron que volcara y se hundiera.

Según el fiscal, "la conducta del acusado" provocó que el barco no estuviera "en condiciones de hacer frente a las condiciones metereológicas desfavorables con las que se encontró". "Las razones por las que se produjo este lamentable resultado se encuentran todas en la conducta del acusado", señala el fiscal, que recuerda que los cadáveres de tres de los marineros fallecidos no pudieron ser recuperados.

Así, dice que el armador "prescindió de forma total y absoluta de adoptar cualquier tipo de medida" que garantizara que los diez marineros que llevaba a bordo no corrían ningún riesgo al salir al mar en el barco. "No le preocupó que tuvieran la más mínima formación sobre los riesgos que podían correr y sobre las medidas necesarias para prevenir" y "tampoco dotó al barco de los medios técnicos necesarios para ello".

Y además, "adoptó tres medidas concretas, gravísimas y sumamente irresponsables que fueron las que a la postre determinaron el hundimiento del barco".

Detalla que el barco llevaba cuatro veces más el peso máximo de las redes.Además, el patrón "de forma grave y negligente" hizo que el sesenta por ciento de las falucheras (aberturas destinadas al desagüe del agua del mar que cayera sobre cubierta), estuvieran cegadas total o parcialmente.

Y añadió "por su cuenta y riesgo" dos depósitos de agua dulce más, cuando el barco estaba diseñado para llevar uno.

Fuente: El Mundo

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