Un cortocircuito, 400 voltios y un despido

Un cortocircuito, 400 voltios y un despido

El accidentado afirma que la empresa lo despidió por no querer declarar a su favor tras denunciar de oficio el juzgado
10 Febrero 2016

Jorge Sierra, de 33 años, sufrió un accidente laboral mientras trabajaba para una compañía de montajes eléctricos sin contar con las medidas de seguridad adecuadas.

El pasado mes de agosto Jorge Sierra, de 33 años, perdía su trabajo como peón especialista en una empresa jerezana de montajes eléctricos, Meita, ubicada en el polígono industrial de El Portal. La historia podía haber pasado por otra cualquiera derivada de la crisis si no fuera porque Jorge sufrió un accidente laboral a raíz del cual tiene claro que acabó perdiendo su empleo.

Los hechos ocurrieron hace poco más de un año, el 29 de octubre de 2014. Jorge se encontraba junto a otro compañero realizando un montaje en las instalaciones de una cementera. “Nos habían dicho de realizar el trabajo en dos días para que pudieran cortarnos la luz al día siguiente, pero mi jefe me dijo que no, que lo hiciéramos todo ese día para acabar antes”. El joven señala además que para realizar este trabajo no contaba con el material adecuado, puesto que no tenía ni máscara ni los guantes adecuados para trabajar con tensión.

En un momento, durante el transcurso del trabajo, se produjo un cortocircuito. 400 voltios directos a su cuerpo. “No recuerdo bien lo que pasó. Sólo que hubo una deflagración y que me fui para atrás. Perdí el conocimiento por un momento y cuando abrí los ojos no veía nada por el fogonazo”. Cuando recuperó la vista Jorge se dio cuenta de que “eso seguía pegando petardazos” además de que tenía quemaduras en ambos brazos. Su compañero tampoco estaba. “Cuando pude levantarme salí de la nave y lo encontré también dolorido”.

Cuando llegó la ambulancia, Jorge fue trasladado al hospital Puerta del Mar, de Cádiz, donde estuvo ingresado 13 días para curarse de las quemaduras de segundo y primer grado que sufrió en brazos y manos, de un lado, y en el rostro, de otro.

Por su parte, como cada vez que se produce un accidente laboral, la Inspección de Trabajo actuó de oficio. Sancionó a Meita por dos infracciones graves, una por permitir que su empleado trabajara sin que se cortara la corriente eléctrica y otra por no suministrarle el material adecuado. La fiscalía también acabó actuando de oficio, y para los próximos meses se espera el juicio.

Aun así, Jorge acabó reincorporándose a su puesto de trabajo, eso sí, tras cuatro meses de baja y algunas secuelas, como la pérdida de pigmentación en ambas manos y de movimiento en dos dedos. Fue entonces cuando lo llamaron del juzgado para declarar por el accidente. Desde Meita, afirma, le dejaron claro que si declaraba en contra de la empresa podría perder su trabajo. “Yo sé que a la empresa le sentó mal, pero yo declaré la verdad”. Luego vendría su afiliación al sindicato CNT para defender sus derechos laborales y el de sus compañeros. Eso ya piensa que fue definitivo.

“Aprovecharon que pedí el calendario laboral para mandarme la carta de despido”, asegura. “Al principio no tenía intención de denunciar a la empresa, pero a raíz de esto no sólo me posicioné como acusación particular por el tema del accidente, también por mi despido, que considero que es improcedente”.

Desde entonces, Jorge afirma que la empresa está intentando que retire la demanda, algo a lo que se niega. Desde CNT tienen también claro que fue el hecho de que se afiliase a su sindicato para hacer valer sus derechos laborales lo que acabó haciendo que perdiera su empleo. “Ellos aducen que no hay tanto trabajo como antes, pero es mentira”, señala Francisco Cuevas, delegado del sindicato en Jerez, que de hecho afirma que recientemente la Policía clausuró un taller ilegal que la empresa había montado en un garaje de El Pelirón para así esconder su verdadera carga de trabajo.

En los últimos meses, además, llevan a cabo diferentes concentraciones a las puertas de la sede de la empresa para reclamar, de un lado, la reincorporación de Jorge y de otro, denunciar lo que consideran que fue una persecución contra su persona y que desembocó en su despido.

Este medio quiso conocer la opinión de Meita relativo a este conflicto, si bien todavía no ha querido declarar nada al respecto.

Fuente: La Voz del Sur

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