Componentes tóxicos persisten en cremas, lociones solares, juguetes y ropa infantil ante la inoperancia de la UE

Componentes tóxicos persisten en cremas, lociones solares, juguetes y ropa infantil ante la inoperancia de la UE

La Unión Europea de Consumidores (BEUC) exige a las autoridades comunitarias actuar para prevenir un daño potencial a los ciudadanos y el medio ambiente
18 Septiembre 2016

Los disruptores endocrinos se utilizan en muchos productos con los que los consumidores entran en contacto todos los días: desde cremas para la piel a juguetes infantiles, prendas textiles o envases de alimentos. Los científicos han relacionado estos componentes químicos con problemas de salud graves, incluyendo la infertilidad humana, la obesidad y el cáncer. Según denuncia la Unión Europea de Consumidores (BEUC) en un nuevo documento de posición (ver enlace más abajo) estos componentes tóxicos persisten ante la inacción de la UE. En el mismo señala que la Unión Europea debe identificar tanto aquellos productos químicos que conocemos son disruptores endocrinos y los que sospecha que lo pueden ser. Esto permitiría a las autoridades sanitarias actuar en las señales de alerta temprana y prevenir un daño potencial a los ciudadanos y el medio ambiente.

“Hasta la fecha, el ritmo de la acción de la UE para proteger a los consumidores sigue siendo inexcusablemente lento  o del todo ausente. Si bien varias leyes de la UE los regulan, su aplicación práctica se queda corta ya que carecen de criterios para definir lo que son disruptores endocrinos. Por tanto, estos  escapan del control efectivo previsto por las leyes vigentes de la UE a pesar de la urgente necesidad de reducir al mínimo la exposición del consumidor”, advierte BEUC en su documento.

Las pruebas de seis ensayos sobre productos testados por miembros de esta organización en varios países europeos demuestran la persistencia de componentes nocivos que pueden llegar a ser tóxicos. En cinco de ocho latas de tomates pelados, analizadas por encargo del Consejo del Consumidor de Dinamarca, se encontró bisfenol, un conocido disruptor endocrino. En Francia se halló metoxicinamato de etilhexilo, cuyo uso intensivo puede alterar el sistema hormonal, en siete de diecisiete protectores solares. El ftalato DIBP, un aditivo utilizado para mantener los plásticos en un estado blando o más flexible, se encontró en peluches en Alemania. Uno de cada dos bálsamos de belleza en Italia contenía propilparabeno, componente químico con propiedades conocidas de alteración endocrina. En en tres de cada seis chaquetas de niños testeadas por el Consejo de Consumidores de Noruega encontraron productos nocivos. El Consejo de Consumidores de Dinamarca descubrió concentraciones de ftalato que superaban los límites legales en cuatro de cada cinco ‘loombands’, un popular juguete infantil.

Desde BEUC se acusa a la UE de carecer de criterio a la hora de regular los componentes químicos. “La propuesta de la Comisión es insuficiente y no será capaz de proteger a los consumidores. Sobre la base de los criterios propuestos, la UE tendría que posponer la acción hasta que los científicos pueden demostrar que un producto químico en realidad perjudica a los consumidores”. La organización explica que los criterios propuestos entran en conflicto con el principio de precaución -consagrado en el Tratado de la UE-; a saber, que la acción protectora deben prevalecer en un contexto de incertidumbre científica.

Dada la poca información disponible, es casi imposible para los consumidores, según  BEUC, evitar los productos que contienen disruptores endocrinos. Al respecto menciona como consumidores franceses y belgas encontraron  propilparabeno en algunas cremas de marca caras, pero no en las alternativas más baratas. Este componente puede irritar los ojos, la piel, el tracto intestinal y el respiratorio con el contacto, la ingestión y la inhalación, respectivamente.

El gobierno austriaco ha pedido a la Comisión que presente antes de finales de 2016 una propuesta concreta de modificación de la regulación de los cosméticos de la UE con respecto a los disruptores endocrinos. Se aventura una futura modificación del Reglamento de Cosmética para proteger a los consumidores de manera efectiva.

Fuente: La Celosía

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