Las compañías tabaqueras utilizan las obras de caridad para ganar el favor de los Gobiernos
Las compañías tabaqueras utilizan las obras de caridad para ganar el favor de los Gobiernos
Los Gobiernos deben imponer restricciones más severas a la industria del tabaco para evitar el uso de las obras de caridad para influir en una política favorable al sector. Es la recomendación del Grupo de Investigación sobre el Control del Tabaco de la Universidad de Bath (Inglaterra), tras analizar documentos sobre la industria del tabaco que salieron a la luz con motivo de un litigio en los Estados Unidos. En su informe los investigadores revelan las múltiples formas en que las tabacaleras utilizan las donaciones de caridad para cambiar la percepción pública y política del gobierno de turno.
En un artículo titulado "La filantropía empresarial, la influencia política y la política de salud" pública, el criminólogo Gary Fooks, director del Grupo de Control del Tabaco, y la profesora Anna Gilmore, se analiza el comportamiento de varias compañías, especialmente la multinacional británica, British American Tobacco (BAT), de la que afirman tiene un largo historial en “proporcionar dinero y regalos en especie a una amplia variedad de organizaciones”. Ante las restricciones para fumar en lugares públicos, implantadas por varios gobiernos, BAT hizo grandes donaciones a instituciones de educación, organizaciones de salud y organizaciones no gubernamentales para aumentar su influencia política. “El dinero se destinó a formar alianzas con organizaciones no gubernamentales, con la esperanza de aprovechar los vínculos con los responsables políticos con el fin de entrar en asociación directa con los ministerios del gobierno”, señalan los investigadores.
La multinacional afirma contar con una política clara y procedimientos de cumplimiento sobre las donaciones políticas, que figura en los estándares de todo el Grupo. “Generalmente no se fomentarán las contribuciones de nuestras empresas a los partidos políticos y las organizaciones, sus funcionarios, los políticos y los candidatos a cargos de elección popular electos. Dichos pagos sólo pueden realizarse con el propósito de influir en el debatesobre las cuestiones que afectan a la empresa o grupo y no para lograr cualquier tipo de negocio u otra ventaja indebida (como para asegurar un contrato con el gobierno). Tampoco deben ser destinados para beneficiar personalmente al destinatario o su familia, amigos, colegas o conocidos”.
El estudio también encontró pruebas de que las donaciones se utilizan para desviar la atención de la gravedad de la epidemia de tabaquismo, poniendo de relieve otros riesgos para la salud. Así el apoyo de BAT, en China, a una fundación hepática de Beijing fue diseñado para centrar la atención sobre la hepatitis. El objetivo final de la donación pretendía variar la escala de prioridades del Ministerio de Salud Pública de la República Popular. Las donaciones destinadas a luchar contra la malaria, la tuberculosis y el SIDA, en África y Asia, sugieren a los investigadores de Bath, que hay otra estrategia en marcha.
“Nuestra investigación ilustra por qué la filantropía representa una herramienta política valiosa para las tabacaleras. La filantropía crea confianza y fortalece las relaciones entre las empresas y los funcionarios y, por lo tanto, reduce algunos de los efectos del deterioro de la reputación de la industria”, subraya Gary Fooks
Fuente: La celosía