Cirujano, una profesión de "alto riesgo"

Cirujano, una profesión de "alto riesgo"

27 Junio 2013

Se ha definido al cirujano como "profesión de riesgo" al desarrollarse en un ambiente estresante.

La XXII Reunión de la Sociedad Valenciana de Cirugía, celebrada en la Diputación Provincial de Castellón, que ha apoyado este evento a través del Hospital Provincial y la Fundación del citado centro, ha abordado el síndrome del ‘Burnout’ en el cirujano que en la situación actual de ajustes, con más horas de trabajo, más carga laboral, etc, tiene una mayor incidencia.

La prevalencia de este síndrome oscila entre un 30 y un 80% de los profesionales. La supresión de la carrera profesional, los contratos eventuales, las diferencias entre los profesionales, la no promoción en la formación o la pérdida de guardias y de facultativos con presencia física son, entre otros, algunos de los factores que influyen en una mayor incidencia del síndrome también conocido como del ‘quemado’ entre los cirujanos.

Por ello, se ha definido al cirujano como ‘profesión de riesgo’ al desarrollarse en un ambiente estresante. Durante las dos últimas décadas, en el mundo occidental, este síndrome que acarrea consecuencias como la falta de motivación y, por lo tanto, la pérdida de la calidad profesional y personal, ha aumentado. Las primeras definiciones sobre el mismo se remontan a 1974 a propósito de la sensación de agotamiento que producía la atención a personas toxicómanas. El cansancio y el agotamiento emocional, la despersonalización y la falta de realización personal y/o profesional son algunas de las causas que lo definen. Aparece como respuesta al estrés laboral crónico y, por tanto, afecta a la calidad de los cuidados

Por otro lado, la reunión de la Sociedad Valenciana de Cirugía también puesto en evidencia la incidencia de determinadas patologías como es el cáncer de mama que en España, según datos ofrecidos, se diagnostican unos 22.000 casos al año, lo que representa casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino en nuestro país.

La mayoría de los casos se diagnostican entre los 35 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. En la actualidad, en relación a su incidencia, el cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, a excepción de los tumores cánceres de piel no melanomas.

Tanto el número de casos como las tasas de incidencia aumentan lentamente en España y en el mundo, probablemente, debido al envejecimiento de la población y a un diagnóstico cada vez más precoz. El aumento de la incidencia se estima en un 1-2% anual y es constante, por ejemplo, desde 1960 en Estados Unidos.

El diagnóstico precoz es sin lugar a dudas una de las medidas propuestas, entre otras razones, por su eficacia y por el menor impacto económico que tiene el tratamiento ya que éste puede ser hasta seis veces superior cuando el tumor está localmente avanzado frente a un estado temprano del mismo.

La Comunidad Valenciana, en este sentido, según han manifestado los expertos, se encuentra a un buen nivel y por ello se considera necesario apostar por una colaboración ‘intercentros’ para avanzar en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, a la vez que un apoyo decidido de la Administración. La secuencia ideal propuesta ante el cáncer de mama es el diagnóstico precoz, la cirugía conservadora y el tratamiento adyuvante tolerado.

Fuente de Datos: abc.es

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