Catástrofes naturales 2013: más, pero con menos víctimas

Catástrofes naturales 2013: más, pero con menos víctimas

En 2013 se contabilizaron 880
20 Enero 2014

La sensación que queda del año pasado es que las catástrofes naturales se prodigaron en demasía, y realmente fue así, aunque el coste económico y en vidas humanas fue inferior a la media. La multinacional alemana Munich Re, la principal reaseguradora del mundo, publicó el pasado día 7 el estudio de las catástrofes del año pasado, cifrando en 880 las consideradas como tales, siendo las más devastadoras en términos económicos las inundaciones y granizadas habidas en Europa Central y, en vidas humanas, el brutal tifón Yolanda, que arrasó una parte de Filipinas.

Las 880 catástrofes superan la media de 790 de los diez años precedentes, pero el número de víctimas mortales, 20.000, aunque superior al del año anterior, es mucho más bajo que la medida del decenio, que llega a 106.000 muertos. Los daños económicos causados se han cifrado en 125.000 millones de dólares ( 92.000 millones de euros) con una cobertura de las compañías aseguradoras de 22.800 millones, lo que supone la cuarta parte del total. Esta cantidad la dan por buena las aseguradoras ya que la media de los últimos diez años es de 41.000 millones de euros, para un total de daños de 135.000 millones.

El resultado del año pasado demuestra que los avances en predicciones meteorológicas están ayudando a contener las pérdidas, pero en el caso de los países poco desarrollados es necesario mejorar la construcción de los edificios y  ofrecer protección a los ciudadanos con coberturas de seguros financiadas por el Estado. En términos económicos las mayores pérdidas por catástrofe fueron las inundaciones de junio en Alemania y los países vecinos, con un destrozo estimado en 11.700 millones de euros y un coste para las aseguradoras de 2.300 millones. Una profunda depresión originó precipitaciones de más de 400 litros por metro cuadrado en pocos días, produciendo la mayor crecida en algunos ríos desde el siglo XVI y rompiendo diques de contención. El Gobierno federal y los Landers crearon un fondo de 8.000 millones para paliar la catástrofe.

La mejora en las previsiones meteorológicas y las medidas tomadas impidieron que la catástrofe alcanzase la magnitud de la ocurrida en el 2002, cuando se desbordó el Elba. EEn aquella ocasión, el daño se elevó a 16.800 millones de euros, y  las aseguradoras pagaron 3.400 millones. El control de las inundaciones funciona, en opinión de Peter Höppe, el Director de Investigación de Georiesgos de la reaseguradora. No obstante considera necesario una protección coordinada en todo el cauce del río, ya que en algunos casos las medidas tomadas aguas arriba han empeorado la situación de quienes viven aguas abajo.

Las tormentas y vendavales, Christian y Xaver, que recorrieron desde el Reino Unido hasta el Benelux, Dinamarca y Alemania, causaron menos daño del que corresponde a su virulencia gracias a las medidas preventivas. Gracias a las medidas tomadas por Hamburgo desde la catástrofe del desbordamiento del Elba en 1962, que originó 347 muertos, el paso del Xaver no causó grandes daños a pesar de que la tormenta generada aumentó la altura del río a un nivel superior al de aquel año.Los pedriscos que sufrió Alemania a finales de julio, con un tamaño de granizo que ha sido un récord, habiéndose medido auténticas piedras de hielo de 14 centímetros de diámetro, fueron las catástrofes que originaron más pérdidas a las aseguradoras, ya que dañaron vehículos, instalaciones de energía solar, fachadas de aislamiento térmico, etc.. Las pólizas de seguro cubrieron 3.100 millones de los 3.900 de daños causados.

Esta cifra refleja las diferencias de desarrollo entre el mundo rico y el pobre. El tifón Yolanda, probablemente el de mayor tamaño que haya alcanzado tierra (20-25 kilómetros de diámetro en el ojo y un radio de alcance de 600 kilómetros), que causó 6.000 muertos en Filipinas, ha costado a las aseguradoras menos de 400 millones de euros, que contrasta con daños de 7.300 millones de euros. El terremoto de China mató a casi 200 personas, y las pérdidas fueron de 5.000 millones, con un seguro testimonial de 17 millones de euros.

En el Atlántico Norte solamente hubo un huracán de fuerza 1 y 2013 ha sido el de menos incidencias desde 1982. La mayor catástrofe de Estados Unidos fueron los tornados de Oklahoma, con 10.000 casas muy dañadas o destruidas. La factura para las aseguradoras fue de 1.800 millones de dólares, de los 3.100 en que se ha estimado el daño. A pesar de la mejora de las previsiones, uno de los elementos más llamativos del informe es que Reino Unido registró una escandalosa cifra de muertes por la ola de calor del verano, que mató a 760 personas, la cifra más alta de muertes por catástrofe tras la del tifón filipino y las inundaciones en India, que originaron 5.500 muertos.

El mapa realizado por Munich Re de los desastres del año pasado muestra en España cuatro incidencias meteorológicas, un evento climatológico (incendio o sequía) y dos inundaciones, pero no ha segregado el importe del daño ni el coste asumido por los seguros.
Fuente: La celosía
 

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