Descubierta la causa de la discapacidad visual que sufren los astronautas

Descubierta la causa de la discapacidad visual que sufren los astronautas

Según una nueva investigación, el líquido cefalorraquídeo podría ser la causa del deterioro visual sufrido por astronautas después de participar en misiones de larga duración.
19 Diciembre 2016

Una nueva investigación, que se presenta en la Reunión Anual de la Sociedad de Radiología de América del Norte (RSNA), indica que un problema visual que afecta a los astronautas que trabajan en largas misiones en el espacio está relacionado con los cambios de volumen en el líquido cefalorraquídeo.

En la última década, los cirujanos de vuelo y científicos de la NASA comenzaron a ver un patrón de discapacidad visual en los astronautas que participaban en misiones espaciales de larga duración. Los astronautas tenían visión borrosa y diversas pruebas revelaron un aplanamiento en la parte posterior de sus ojos e inflamación de la cabeza de sus nervios ópticos. El síndrome, conocido como deterioro visual causado por presión intracraneal (VIIP), se detectó en casi dos tercios de los astronautas después de participar en misiones de larga duración en la Estación Espacial Internacional (ISS).

"Al principio, no se sabía qué hacer con este trastorno y en 2010 surgió una creciente preocupación, ya que se hizo evidente que algunos de los astronautas presentaban cambios estructurales  graves que no eran totalmente reversibles al regresar a la tierra", describe Noam Alperin, autor principal del estudio y profesor de Radiología e Ingeniería Biomédica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, en Florida.

Los científicos creyeron que la fuente principal del problema era un desplazamiento del líquido vascular hacia la parte superior del cuerpo producido cuando los astronautas pasan tiempo en la microgravedad del espacio. Sin embargo, los investigadores dirigidos por Alperin han estudiado otra posible causa: el líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido transparente que ayuda a amortiguar el cerebro y la médula espinal mientras circulan los nutrientes y se eliminan los materiales de desecho. El sistema del LCR está diseñado para ajustarse a los cambios significativos que se producen en las presiones hidrostáticas, pero la microgravedad del espacio presenta nuevos desafíos. "En la Tierra, el sistema del LCR está construido para amoldarse a estos cambios de presión, pero en el espacio el sistema está confundido por la falta de cambios de presión relacionados con la postura", argumenta Alperin.

Alperin y sus colegas realizaron exploraciones con escáneres de alta resolución de imágenes de resonancia magnética (MRI) de la órbita y el cerebro antes y poco después de los vuelos espaciales en siete astronautas de largas misiones de la ISS.

Asimismo compararon los resultados con los de nueve astronautas que participaron en misiones espaciales de corta duración. Usando avanzados algoritmos cuantitativos de imágenes, los investigadores buscaron cualquier correlación entre los cambios en los volúmenes del LCR y las estructuras del sistema visual.

Lasc conclusiones mostraron que los astronautas de misiones de larga duración presentaban un significativo aplanamiento posterior de sus globos oculares y un aumento de la protrusión del nervio óptico. Los astronautas que pasaban mucho tiempo en el espacio también tuvieron incrementos superiores en el volumen del LCR orbital o el LCR alrededor de los nervios ópticos dentro de la cavidad ósea del cráneo que sostiene el ojo y el volumen del LCR ventricular. Los grandes cambios oculares tras el vuelo espacial observados en los miembros de la tripulación ISS se asociaron con mayores aumentos en el volumen de LCR intraorbitario e intracraneal.

Según Alperin, es necesario identificar el origen de los cambios oculares inducidos por el espacio para desarrollar métodos con los que proteger a la tripulación de los efectos dañinos de la exposición prolongada a la microgravedad. "Si las deformaciones estructurales oculares no se identifican temprano, los astronautas podrían sufrir daños irreversibles. A medida que el globo ocular se vuelve más aplanado, los astronautas se convierten en hipermétropes o miopes".

Según informa el doctor Alperin, la NASA está estudiando una serie de posibles medidas para simular las condiciones que llevan a que se produzca deterioro visual causado por presión intracraneal, y probar distintos métodos para evitar que se desarrolle este síndrome.

Fuente: Diario Médico

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